Introducción.
Nuevamente los trabajadores mexicanos llegan a la conmemoración de otro Día Internacional del Trabajo con demandas más básicas que las que enarbolaron los mártires de Chicago, Estados Unidos, en 1886. Si entonces la exigencia que llevó a la horca a los obreros estadounidenses era lograr una jornada laboral de 8 horas, los trabajadores mexicanos contemporáneos parecen situarse en una época todavía anterior.
Hoy, el obrero mexicano demanda empleo con estabilidad y en condiciones laborales dignas, con un salario suficiente para cubrir todas sus necesidades básicas.
El presente reporte de investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México muestra lo siguiente:
Hoy algo que se pensaba imposible que le sucediera a los trabajadores mexicanos ha sucedido, es decir, para 1 millón 900 trabajadores se redujo su salario nominal medido en salarios mínimos –lo que significa que además de su pérdida del salario real (poder adquisitivo) se adiciona una reducción directa al salario nominal que percibe diariamente– (véase tema N° 2.).