La moda de las #Lady y los #Lord: descafeinar la denuncia social

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la era de las redes sociales la máxima de Andy Warhol se ha potenciado. Todo se vale para obtener 15 minutos de fama o un trending topic de infamia, miles de likes en Facebook o ser viralizadas o transformadas en carnadas de memes y de campañas mercadológicas. Es la moda de las #Ladys y de los #Lords, el fenómeno de las celebridades líquidas por sus excesos, desplantes o ridiculeces, lo suficientemente anodinas y efímeras para no herir a políticos o estructuras de poder.

#LadyPeriodicazo, una reportera de Jalisco. Foto: Especial

El fenómeno de las #Ladys pasó de ser un método de escarnio social y denuncia interactiva ante desplantes de “influyentismo” (como fue el origen de las #LadyPolanco, en 2011, o el de #LadyProfeco, en 2012, que derivó en la renuncia del entonces procurador federal del Consumidor, padre de la joven con ínfulas toluqueñas), a ser un eficaz distractor social en las redes, un método de autopromoción gubernamental y hasta para “limpiar” la imagen de los agentes policiacos.

Junto con las #Ladys fueron creciendo los #Lords. Uno de los más recientes: #LordRollsRoyce, sobre un tipo que utilizó a sus guaruras para agredir en Toluca y que derivó en una falsa pista de influyentismo para un regidor de Metepec que dio entrevistas en todos los noticiarios televisivos para deslindarse de su incómodo hermano. El otro es #LordWalmart, que también fue grabado y parece tener antecedentes como agente policiaco.

#Lady100pesos fue el caso de Lorena Daniela Aguirre, una joven de 18 años que tras chocar en estado de ebriedad intentó sobornar a un oficial de la policía con 100 pesos. Fue grabada. Y el video se viralizó en Facebook y Twitter. La atractiva joven después pidió disculpas públicas y negó que hubiera recibido la oferta de Playboy para posar en sus páginas. Su caso obtuvo cobertura de los “medios serios”, como si se tratara de algo digno de dedicarle planas y tiempo-aire.

Casi de manera simultánea el logro de Olga Medrano Martín del Campo, estudiante de 17 años, originaria de Jalisco, quien ganó la medalla de oro en la Olimpiada Europea Femenil de Matemáticas, del 10 al 16 de abril, generó otro trending topic con #LadyMatemáticas. Urgido de empatía en las redes sociales, hasta Enrique Peña Nieto se tomó la foto con esta muchacha.
#LadyMatemáticas fue el apoyo al logro, la inteligencia y, de paso, un respiro ante las constantes señales del desastre del sistema educativo mexicano en esta materia.
En el desmadre total, los memes más delirantes fueron generados por #LadyCajero. Una señora tapa a otra persona para sacar dinero del cajero automático. Otro usuario del cajero les tomó la foto el 29 de abril (¿acaso no está prohibido usar el dispositivo móvil en las sucursales bancarias?).
Después la usuaria “aclaró” que no se tapaba por la inseguridad sino para evitar el reflejo del sol.
#LadyCajero fue la sensación de los fotomontajes. Marcas de todo tipo y hasta anuncios de futbol aprovecharon la imagen y encontraron el uso mercadológico de este meme.

En los últimos días se viralizó otro video bajo el título #LadyCombi. Se trató de una producción de la cuenta VoxTuberos. Se trata, más bien, de un ensayo de talk show en redes sociales, donde una chica “confiesa” su infidelidad ante su supuesto novio y los pasajeros intervienen como los famosos “metiches implacables” de aquel programa de Carmen Salinas en Canal 2.
Lo único gracioso de #LadyCombi es el acento yucateco de quienes intervienen, al estilo del teatro regional de Mérida. Todo lo demás es descafeinado y con un claro tinte misógino.

La última novedad fue #LadyPeriodicazo. Una reportera de C7, medio de Jalisco, pretendió chantajear a unos policías después de declarar a una cámara portátil que “México le duele”. La periodista fue despedida de su trabajo y los agentes lucieron sonrientes con el jefe de la policía que los alabó por haber evadido la extorsión.

El escarnio de los comunes para encubrir los abusos de los auténticos poderosos. ¿Cuándo veremos una #LadyGaviota o un #LordPeña sin censura ni montaje en sus delirios de grandeza? ¿Cuándo una #LadyTrata o un #LordCorrupción o #LordCasaBlanca? Quizá estén ahí, pero lejos de esta fórmula divertida de la denuncia social y ahora transformada en un mecanismo anodino de válvula de escape.
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Fuente : Proceso.