MÉXICO, D.F. (apro).- Una grabación de radio era la prueba con la que
el gobierno panista de Felipe Calderón afirmó que en diciembre de 2010
Nazario Moreno,
El Chayo, había muerto en un enfrentamiento con
las fuerzas federales. Los entonces secretarios de Gobernación,
Alejandro Poiré, y de Seguridad Pública, Genaro García Luna, repitieron
esta mentira hasta convertirla en la verdad oficial. Pero en Michoacán
todos decían que
El más loco seguía vivito y coleando.
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Imagen de Nazario Moreno encontrada por los autodefensas. Foto: Miguel Dimayuga. |
Durante
dos años la versión oficial de Calderón Hinojosa era que el fundador de
los Caballeros Templarios había dejado de existir y que su puesto lo
había ocupado Servando Gómez,
La Tuta. Cuando Enrique Peña Nieto recuperó la Presidencia para el PRI,
El Chayo
siguió “muerto” pero en Michoacán insistían en que estaba vivo y hasta
había testigos que lo habían visto en fiestas y caminando por algunos
poblados.
Con toda irresponsabilidad, en su quinto informe de
gobierno Calderón informó al país que Nazario había caído en una
refriega con agentes de la SSP a cargo de García Luna, reconocido por
crear escenarios