MEXICALI, B.C. (proceso.com.mx).-
Dos extranjeros denunciaron ante la agencia del Ministerio Público haber
sido extorsionados en la aduana fronteriza de Tijuana, donde les
incautaron una casa rodante (móvil home) con la que pretendían iniciar un viaje por México.
James
Skeen y Susana Muñoz, originarios de Estados Unidos y España,
presentaron una queja ante la Contraloría Interna del Sistema de
Administración Tributaria (SAT) en este puerto fronterizo contra los
agentes que les pidieron 4 mil pesos para “saltarse” el trámite de
introducción del vehículo.
Ante la negativa, el vehículo fue
enviado al almacén federal de esta aduana administrada por Alejandro
González Guilbot, un hombre que ha sido señalado de poseer lujosas
residencias en Texas, Estados Unidos, de vivir en la actualidad en la
exclusiva zona de Coronado, California, y de pertenecer al grupo cercano
del
coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Senado, Emilio
Gamboa Pascoe. Incluso, versiones periodísticas señalan que en breve
asumirá el cargo de la Dirección General de Aduanas.
Los agentes
aduanales encontraron la manera ilegal de hacer negocios, coinciden en
señalar estos jóvenes que pretendían cruzar a territorio
bajacaliforniano para seguir el viaje de las ballenas por la península.
Las
leyes son para regular, no para perjudicar, y en este caso se aplican
para abusar de los que se dejan, dijeron al tiempo de señalar que han
tratado de pagar cualquier multa o infracción que proceda.
Los extranjeros presentaron la demanda por los delitos de “abuso de autoridad, extorsión, robo y lo que resulte”.
El
14 de febrero, Skeen se internó a la Aduana de Mesa de Otay, en
Tijuana, para reunirse con su novia que se encontraba en territorio
mexicano, de acuerdo a la Agencia Fronteriza de Noticias, y pese a que
le tocó en verde el semáforo de revisión aleatoria en la frontera, un
agente aduanal le detuvo para pedirle la documentación del vehículo.
Luego de revisarla y comprobar que se encontraba en orden le cedió el
paso pero metros adelante fue detenido por el aduanal Edgardo Gómez
Castillo, quien dijo que su supervisora Ruth Caravantes Soto le ordenó
que le iniciara un procedimiento legal, a menos que cubriera la cuota
para evitarse el trámite.
El estadunidense inició el trámite que
culminó con su aseguramiento y traslado al corralón luego de seis horas
en que presentó documentos de propiedad del vehículo, documentación
migratoria, licencia de conducir.
“Si no te quieres quedar sin tu
casa tienes que firmar aquí, y aquí, y aquí”, le dijeron los aduanales
en torno de burla y le negaron el inventario de bienes de la casa móvil
cuando supo que el vehículo quedaría bajo resguardo por embargo
precautorio.
A tres semanas del incidente, la casa móvil fue
despojada de un deshidratador, una cama de masajes, aceites esenciales,
jabones, ropa, comida orgánica, artículos de arte y oficina, una
computadora Mac, un celular y 2 mil dólares en efectivo.
“Arbitrariamente
nos han despojado de nuestras pertenencias, nos han afectado en nuestra
integridad y en nuestra esfera jurídica por las ilegalidades en el
procedimiento y el intento de extorsión” comentaron.
Fuente : Proceso.
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