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viernes, 14 de marzo de 2014

Al borde de la extinción 21 lenguas indígenas de México

En México existen 143 lenguas indígenas, de las cuales 21 están en crítico de peligro de extinción. Por ejemplo, el ayapaneco de Tabasco, que sólo es hablado por dos adultos de la tercera edad; seguida del kiliwa de Baja California con 36 parlantes.
                      Foto: Al borde de la extinción 21 lenguas indígenas de México.

En México existen 143 lenguas indígenas, de las cuales 21 están en crítico de peligro de extinción. Por ejemplo, el ayapaneco de Tabasco, que sólo es hablado por dos adultos de la tercera edad; seguida del kiliwa de Baja California con 36 parlantes...
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Aunque existen muchas lenguas, investigaciones recientes demostraron que alrededor de 60 están en riesgo de desaparecer y su proceso es acelerado, porque sólo son habladas por un grupo menor de gente mayor, lo que se conoce cómo desplazamiento de la lengua.
Cuando se llega a esa etapa de riesgo de perder la lengua, los investigadores del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) determinan el grado de peligro de desaparecer, se
habla de desplazamiento lento, acelerado, proceso de extinción.
                                   
El Programa de Revitalización, Fortalecimiento y Desarrollo de las Lenguas Indígenas Nacionales 2008-2012 (PINALI), clasifica las 143 lenguas de acuerdo a la vulnerabilidad que presenta para su extinción; vulnerable 52, en peligro 38, seriamente en peligro 32 y en situación crítica 21 con menos de 200 hablantes como el oluteco de Veracruz,  el ixil y kaqchikel de Quintana Roo y Campeche, además del  teko qato'k/motocintleco, cucapá, pápago e ixcateco.
También existen 364 variaciones lingüísticas totales, dónde se toman en cuenta las lenguas que ya no son inteligibles entre ellas a pesar de pertenecer al mismo grupo. Como el caso del zapoteco, que debido a sus 62 variantes, se le cambió el nombre a lenguas zapotecanas, explicó la investigadora del CIESAS, Lourdes de León Pasquel.
En la primera fase, de acuerdo al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) existe una pérdida de hablantes de parte de la generación nueva. El criterio para medir esta situación es cuando los niños ya no quieren aprender a hablar la lengua de sus padres y abuelos.
“Cuando la transmisión de una lengua indígena está en peligro de extinción, se trabaja con los últimos hablantes para documentar sus conocimientos. Se hacen trabajos sobre la producción de gramática, diccionarios y lenguaje ritual que registren el mayor número de léxico, un tesoro para revitalizar la lengua y dárselo a las nuevas generaciones” declaró la investigadora.
Una vez que los antropólogos del CIESAS recaban la información, se da paso a la revitalización, que tiene como fin hacer que las nuevas generaciones se interesen en una lengua materna que está al borde de la extinción. Sin embargo, el proceso tiene el inconveniente de trabajar por medio de libros y talleres, pero no llega a reproducir la condición natural de la lengua, porque el reaprendizaje es muy bajo.
Por ejemplo se han visto afectado por la migración los hablantes de lenguas mayas de los Altos de Chiapas, el tsetsal tiene 371 mil 730 hablantes, el tsotsil 329 mil 937 y ch´ol 185 mil 299.
Estas lenguas tienen el mayor índice de retención etnolingüística en el país. Para medir que grado de desplazamiento de retención que tiene una lengua, se realiza una ecuación con el porcentaje de adultos mayores que todavía la hablan y el de los de niños que la aprenden.
De acuerdo a la investigación de Lourdes de Léon, en los Altos de Chiapas, existe una devaluación de la lengua indígena en los medios educativos, la lectura es poco practicada en los hogares, a consecuencia del estilo de vida que se ha visto modificado por la necesidad de trabajo de los padres.
La especialista del CIESAS expuso que se debe buscar un bilingüismo estable en México, es obvio que se necesita el español para otras actividades como la escuela y trabajo, pero mantener la lengua indígena permite una gran posibilidad de expresividad e incluso aumentar las capacidades de aprendizaje, hablar más lenguas tiene un efecto cognoscitivo.
El problema avanza cuando la persona tiene mayor preparación académica, porque deja de lado su lengua materna, ocasionado por la escuela y trabajo, dónde los alumnos reciben enseñanza de maestros que hablan español u otra lengua diferente a la suya, expuso León Pasquel.
Ruslán Aranda Hernández 
Fuente : Investigacion y Desarrollo

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