Rosa Margarita Ortiz, víctima de violación. Foto: Especial |
subieron al autobús que salía de la Ciudad de México hacia San Luis Potosí y despojaron de sus pertenencias a todos los pasajeros, en medio del tráfico por las obras que se realizan en esa carretera.
Vía telefónica, Rosa Margarita habló con Apro sobre esta reunión, efectuada el lunes en las oficinas de la PGR en la Ciudad de México, a solicitud de la procuradora.
“Ella se comunicó conmigo, me estuvieron llamando de su oficina, yo no le llamé. Me dijo que se quería tomar un café conmigo, me ofreció todo su apoyo, toda la disposición, se solidarizó conmigo como mujer”, dijo en principio.
Según narró, Arely Gómez estuvo acompañada por uno de los subprocuradores, y le explicó que la PGR está realizando una investigación del caso en coordinación con la Procuraduría mexiquense, donde se encuentra radicada una averiguación por la denuncia que el 10 de junio presentó la víctima.
“(La procuradora) me dijo que tienen una mesa especial donde se está llevando mi asunto para que se resuelva lo más pronto y satisfactoriamente posible. Ella se comprometió a que tienen que agarrar a esos delincuentes. Me sentí muy arropada, salí muy satisfecha de la reunión”, afirmó Margarita.
Aunque enseguida aclaró que respaldada por su familia, seguirá presionando a las procuradurías que llevan su caso, así como a la empresa ETN y a otras instancias “para que se culpe a quien se tenga que culpar, y no nada más en mi caso, ¡por el amor de Dios!; tantas mujeres que pasan por esto”.
“Quiero de verdad resultados; las palabras se las lleva el viento”, agregó.
La mujer reveló que a raíz de que su caso cobró una fuerte presencia en los medios, algunos de los pasajeros que viajaban en la unidad 5270 (eran 21 en total) se han comunicado con ella y su familia para colaborar con la investigación; incluso señalaron que presentarán denuncia.
“La más afectada (físicamente) fui yo, pero ellos también fueron agredidos. Habrá quien diga que sólo se llevaron su teléfono celular, pero les he pedido que en solidaridad con las mujeres me acompañen, que denunciemos todos”.
Y ratificó que desde el principio la empresa ETN ha estado completamente desinteresada en respaldar a los pasajeros.
“No les importa nada de lo que nos haya pasado. Ese día (tras el asalto) nos bajamos en Palmillas; nos tuvieron 40 minutos esperando, a los demás los subieron a otro autobús y ése (la unidad 5270) se lo llevaron a Querétaro; creo que ocultaron la evidencia de todo. La línea quiere seguir ocultando, pero no señores, ¿cómo pueden vender el boleto más caro y lavarse las manos?”, cuestionó Rosa Margarita.
También mencionó por lo menos otros dos casos similares en los que la empresa de pasajeros ha sido omisa en responder.
“Otro joven que tiene tres años con una denuncia, ya no le toman ni el teléfono. Otro grupo de escolares que viajaron por esa línea, contaron que se quisieron llevar a una niña pero los maestros no lo permitieron. Lamentablemente no denunciaron y por eso la autoridad se echa la pelota con que no hay denuncia. Vamos a ponernos exigentes con las autoridades. ¡Ya basta de callar!”.
Exigió públicamente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y al gobierno del Estado de México no sólo revisar el cumplimiento de la concesión –en el caso de la SCT– que otorga a las empresas de transporte de pasajeros, sino “llenar de patrullas y vigilancia ese tramo de la carretera, que llevan años reparando”:
También aclaró que después de una llamada recibida la semana pasada, los directivos de ETN no han vuelto a comunicarse con ella.
“Yo espero justicia, que agarren a esos delincuentes, que sancionen a esas líneas, que les exijan protocolos de seguridad, que la SCT haga su chamba”.
La revictimización oficial
Rosa Margarita se dijo sorprendida por la falta de información para las mujeres víctimas de violación o abuso sexual, para las que denuncian y para aquellas que deciden no hacerlo.
Recuerda que el viernes 10, cuando decidió hacer pública la agresión sufrida a bordo del ETN, se reunió con la subprocuradora de Justicia en materia de delitos sexuales de San Luis Potosí, María Elena González. “Fui a pedir auxilio y me dijo que no sabía qué podía hacer, me mandó con otra abogada que me dijo que ahí lo único que me podían dar era ayuda psicológica, ¡pues cómo!”.
Fue su médico hematólogo (al que había ido a consultar a la Ciudad de México el día en que fue violada) quien le recomendó tomar el coctel de medicamentos para prevenir enfermedades de transmisión sexual, lo que hizo al día siguiente del ataque.
“Es increíble que esta información no la circulen por todos lados para las mujeres que no denuncian… ¡gasten en eso, señores!, nadie te dice nada, nadie te informa. Yo llegué ese día a un hospital privado en Querétaro y la doctora que me atendió me dijo que no podía hacer absolutamente nada sino esperar tres semanas para practicarme un examen –se quejó Rosa Margarita–. Si mi hematólogo no me dice que debo tomar esos medicamentos cuanto antes, no sé”.
Reconoció que al acudir al Centro de Justicia en el Estado de México para interponer la denuncia, fue bien atendida. “Ahí sí me hablaron del kit de medicamentos, afortunadamente ya me los había tomado, pero incluso me pidieron comprobarles que lo había hecho”. Sin embargo, insistió:
“A esas mujeres que no denuncian no les dice nadie, encima de todo, que corre peligro su vida. El gobierno tiene que informar, publicitarlo, orientar, ¡gasten en eso señores!”, reclamó.
Aunque recalcó que es necesario denunciar para poder exigir a las autoridades, la mujer admitió que tardó dos días en decidirse a hacer el video casero en el que narró la violación y el asalto, y lo hizo porque tuvo el apoyo de su familia, “porque cuántos maridos de mujeres (víctimas de estos delitos) no se sienten avergonzados.
“Tenía mil cosas en la cabeza. Pensé: ‘No denuncio, para qué, no va a pasar nada’, y con el temor de que tienen todos mis datos, mi credencial de elector. Una se queda apanicada, con miedo a que vuelvan a agredir, a que me maten…porque ese individuo me dijo: ‘Te mato si dices algo’”.
También surgieron voces cercanas que le dijeron que no saliera a la calle con las huellas de los golpes, y que los medios no difundirían nada “porque la empresa es muy importante”.
“Pero me animé a hacer el video y qué bueno que tocó el corazón de tanta gente. Si las autoridades no hacen su trabajo, nosotros debemos tener la voz”, concluyó.
Fuente : Proceso.
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