Donald Trump e Hillary Clinton durante el primer debate. Foto: Matt Rourke / AP |
“Donald, sé que vives en tu propia realidad”, le dijo Clinton a Trump, durante el debate llevado a cabo en la Universidad de Hofstra, en Nueva York, y moderado por Lester Holt, conductor del noticiario nacional de la cadena de televisión NBC.
Las ambigüedades de Trump en sus respuestas, y el control que demostró Clinton en el acto, provocaron que incluso a medio debate los medios de comunicación de Estados Unidos más importantes e influyentes declararan ganadora del encuentro político a la candidata presidencial de los demócratas.
Los momentos más difíciles para Trump durante el debate fueron cuando le preguntaron la razón por la cual se negaba a dar a conocer sus pagos tributarios, como lo han hecho los candidatos a la presidencia en los últimos 40 años.
“Mi historial de pagos de impuestos lo daré a conocer en contra de los deseos de mis abogados, pero sólo si ella (Clinton) da a conocer los 33 mil correos electrónicos –que envío usando un buzón electrónico personal– cuando era secretaria de Estado”, condicionó Trump cuando el moderador del debate le pidió que diera las razones de por qué no develaba sus responsabilidades tributarias como cualquier ciudadano.
Clinton no dejó pasar el momento de incomodidad de Trump, y declaró que el misterio de los pagos tributarios de su contrincante es posible que se deba a que oculta algo muy delicado.
“Posiblemente no es tan rico como dice, posiblemente no da tanto dinero en caridad como presume. Le debe 650 millones a los bancos, o tal vez no quiere que descubramos que no paga nada en impuestos federales”, fustigó Clinton.
Las muecas de Trump y su lenguaje corporal dejaron entrever que estaba furioso pero que se controlaba. Eludiendo responder concretamente a la pregunta, simplemente minimizó el hecho de que tenga una deuda de 650 millones de dólares.
“No es mucho dinero, son 650 millones de dólares”, subrayó el polémico candidato presidencial republicano y magnate de la industria de la construcción.
En otro de los momentos más ríspidos del primero de los tres debates presidenciales que habrá en Estados Unidos, antes de las elecciones presidenciales del martes 8 de noviembre, fue cuando se abordó el tema racial y la violencia policiaca contra los afroamericanos y otras minorías étnicas.
En su argumento para resolver el problema racial que se vive en Estados Unidos, Clinton propuso el respeto a las leyes, y que las leyes respeten a todos, además de hacer todo lo posible por evitar que las armas lleguen a las personas equivocadas.
Trump se limitó a decir que la solución al problema racial es la promulgación de más leyes y la imposición del orden.
En la discusión del tema, Trump acusó a los políticos de haber abandonado a la comunidad afroamericana, y denunció a Clinton de formar parte de estos políticos.
Fue en este inciso que Clinton le recordó a Trump que, en 1973, el Departamento de Justicia lo demandó en dos ocasiones por discriminación racial. El candidato republicano, como hizo durante casi todo el debate, evitó responder explícitamente sobre el señalamiento, y declaró que él, más que Clinton, se ha dedicado a visitar las comunidades afroamericanas.
“Donald me criticó por prepararme para este debate, y por prepararme para ser presidenta”, reviró Clinton a Trump.
Holt aprovechó el momento para preguntarle al candidato republicano por qué durante 5 años, pese a que la Casa Blanca dio a conocer el acta de nacimiento del presidente Barack Obama, continuó diciendo que el mandatario no había nacido en Estados Unidos. Sin dar una respuesta directa al cuestionamiento, Trump se limitó a señalar que el hecho de que la Casa Blanca develara el registro de nacimiento demostró que él “había hecho un buen trabajo” para forzar a que así lo hicieran las autoridades.
En materia económica, Clinton prometió que, de ganar la presidencia, creará más empleos, promoverá más inversiones y aumentará el salario mínimo y el de las mujeres.
Trump, sin dar a conocer proyectos concretos para generar el crecimiento económico, se concentró en decir que los empleos en Estados Unidos se están yendo a México y que su proyecto es detener que se sigan robando las plazas de trabajo.
“El Tratado de Libre Comercio de América del Norte es el peor acuerdo en la historia de Estados Unidos”, buscó justificar Trump.
Las propuestas económicas de Trump, según Clinton, principalmente su plan de reducir los impuestos a los ricos, provocará un incremento de 5 mil millones de dólares a la deuda nacional y una inequidad salarial.
En política exterior, sobre todo en la lucha contra el terrorismo y los ataques cibernéticos, Trump retomó generalidades y acusó a Clinton de ser la representante del estatus quo.
En ataques personales, Clinton sacó ventaja de Trump al recordarle al auditorio que el candidato republicano es reconocido por ser un misógino. Ha llamado “puercas” a las mujeres, sentenció la candidata demócrata.
Sin poder revirar a esto, Trump acusó a Clinton de estar gastando “cientos de millones de dólares” en comerciales para desacreditarlo “en lo personal con mentiras”.
Pese a ello, el consenso de los medios de comunicación de Estados Unidos sobre el primer debate fue declarar a Clinton como la ganadora.
El próximo debate presidencial se realizará el 9 de octubre en la Universidad de Washington en San Luis Missouri, y el tercer y último encuentro se llevará a cabo el 19 de octubre en la Universidad de Nevada-Las Vegas, en el estado de Nevada.
Fuente : Proceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario