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jueves, 2 de febrero de 2017

Demandan en Holanda al banco Rabobank por complicidad con cárteles mexicanos

CALEXICO (apro).- El abogado holandés Göran Sluiter presentó este jueves 2 una demanda inédita contra el banco Rabobank –el segundo más importante de los Países Bajos– al que acusa de ser cómplice de homicidios y otros crímenes cometidos por diversos cárteles mexicanos.
Una Sucursal de Rabobank. Foto: rabobank.com
Una Sucursal de Rabobank. Foto: rabobank.com
Sluiter, renombrado abogado de derechos humanos, solicitó al Ministerio Público holandés abrir un caso contra el banco y sus ejecutivos por lavar las ganancias de estos cárteles y por formar parte de una organización criminal.
El abogado basó su acusación en un caso que desde hace años investiga la justicia de Estados Unidos, relativo al lavado de dinero de Rabobank N.A., una subsidiaria de propiedad de Rabobank.
Esta investigación se ocupa de la sucursal en Calexico, en la frontera con Mexicali, que por ahora ha cerrado sus puertas. Las autoridades estadunidenses tendrían indicios de que narcotraficantes usaban este banco para lavar sus ingresos ilegales.

Pero la denuncia presentada en los Países Bajos va más allá de la persecución del lavado dinero y busca centrarse en las consecuencias de esta práctica para la población mexicana. Lo que hace de esta demanda un intento único de perseguir criminalmente a los responsables de lavado de dinero por la violencia que se sufre en México:
“El lavado de dinero es un crimen con víctimas. Los bancos proporcionan espacio a los cárteles para que laven sus ingresos, y de esta forma contribuyen a fortalecer sus operaciones criminales”, explicó Sluiter.
En 2002 Rabobank absorbió el Valley Independent Bank de Calexico, un edificio de color blanco ubicado a cinco minutos a pie de la frontera con Mexicali. Nunca fue un secreto que las organizaciones del tráfico de drogas operaban en la región, por ello los bancos de la zona debían reforzar sus mecanismos de control para evitar que sus clientes usaran sus cuentas para el blanqueo de dinero. Sin embargo, Rabobank N. A. parece que no se preocupó lo suficiente.
Maletas de dólares
Fue a partir de 2006 cuando este banco comenzó a llamar la atención de las autoridades federales. El Office of Comptroller of the Currency (OCC), ya había advertido a la entidad bancaria que debía reforzar sus mecanismos contra el lavado de dinero. En 2011, después de varias advertencias, los controladores cerraron tres de sus cuentas en Rabobank Caléxico por considerar que se usaban para blanquear dinero del narcotráfico.
Pero los dólares continuaron entrando. Eso se debió, entre otras cosas, a que desde 2010 las reglas para depositar dólares en efectivo en México se volvieron más rígidas. En 2013, la OCC advirtió una vez más a Rabobank de sus insuficientes esfuerzos a la hora de prevenir el lavado de dinero.
A principios de 2015, la agencia de noticias estadunidense Bloomberg reveló oficialmente que los fiscales investigaban blanqueo de dinero en la sucursal de Calexico.
Según informaciones de Bloomberg, los empleados del banco habrían omitido de forma intencionada entregar documentos a las autoridades federales y no habrían hecho mención de transferencias sospechosas.
Armando Real, alcalde de Calexico, reconoce esas historias: “La ley requiere que los empleados llenen un formulario cuando haya depósitos en efectivo de más de 10 mil dólares”, explica. “Empleados del banco me han contado que no siempre lo hacían”.
Para Hildy Carrillo, presidente de la Cámara de Comercio de Calexico, no es una sorpresa que Rabobank pueda estar involucrado en el lavado de dinero de la droga. “Estuve muchas veces en la sucursal de Rabobank en Calexico”, dice Carrillo.
“Veía habitualmente a hombres con maletas llenas de billetes de dólares en el mostrador. Venían muchos camiones blindados para llevarse todos esos dólares, venían mucho más a menudo que en otros bancos”, agrega.
A principios de 2015 cerraron la sucursal, aunque meses antes el banco ya había cancelado las cuentas de sus clientes en México.
“Rabobank coopera plenamente con la investigación”, dice Hendrik-Jan Eijpe, portavoz del banco. “Pero no puedo hacer ninguna comunicación sustanciosa mientras la investigación esté en curso”. Hace hincapié en que los mecanismos de control de Rabobank N. A. se han endurecido: “Hemos hecho todo lo posible para tomar buenas medidas, y creemos que las operaciones de nuestra subsidiaria ya cumplen con todos los requisitos”, dice Eijpe. “Esperamos que podamos cerrar pronto este asunto del pasado”.
“Rabobank debe haber sabido de la presencia de los cárteles en la región y de los crímenes que cometen”, asegura el abogado Sluiter.
El portavoz de Rabobank no quiere confirmar si el banco era consciente de las actividades de carteles mexicanos en Calexico. Los exempleados de Rabobank N. A. no respondieron a las solicitudes de entrevista.
“¿Dónde está el dinero?
Detrás de la denuncia que se presentó este jueves 2 está el mexicano Fernando Hernández, que vive en los Países Bajos desde hace años. De la mano de la ONG de derechos humanos SMX Collective, de la que es cofundador, entró en contacto con Sluiter para que le ayudara a presentar la demanda:
“Me duele mucho ver lo que pasa en México”, dice desde Ámsterdam. “La guerra en México ha causado 150 mil muertos en los últimos 10 años y mientras tanto los cárteles y sus aliados ganan miles de millones de dólares”.
“¿Dónde está todo ese dinero?”, cuestiona con rabia. “Esa es la pregunta que debemos hacernos. El enriquecimiento del Rabobank implica muertos en México. Las cárceles de México están llenas de gente pobre y yo quiero que los ejecutivos del banco también vayan a la cárcel. Ellos se aprovechan de la violencia que vive nuestro país”.
Sluiter y sus clientes decidieron hacer la demanda en los Países Bajos sin esperar el resultado de la investigación en Estados Unidos. Lo hicieron así para que no se repitiera lo que sucedió con el caso Libor, en el que Rabobank pagó una multa de 774 millones de dólares por manipular tasas de interés.
“En relación a este caso también hubo un intento de poner en marcha una investigación criminal en los Países Bajos”, dice el abogado. “Pero esa solicitud fue rechazada porque internacionalmente ya había otras investigaciones en las que hubo una serie de defectos criminales. Por eso, esta vez no hemos querido esperar demasiado tiempo”.
No es la primera vez que acusan a un banco por lavar las ganancias de narcotraficantes. Uno de los casos más conocidos fue el de HSBC, que en 2012 admitió haber lavado 881 millones de dólares de cárteles mexicanos y colombianos. El banco llegó a un acuerdo de 1.9 mil millones de dólares y así evitó la persecución criminal de las autoridades estadunidenses.
El año pasado se descubrió que el acuerdo se hizo bajo la presión de George Osborne, el entonces canciller británico, quien dijo que la persecución podría resultar en “un desastre global financiero”.
Según Antonio María Costa, sería precisamente ésta la raíz del problema. “Existen muy buenas convenciones internacionales para combatir el lavado de dinero”, dice Costa, jefe de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Droga y el Delito (ONUDD) entre 2002 y 2010. “Pero las leyes no se cumplen debidamente. Los gobiernos no se atreven a abordar a los bancos”.
“Nunca han cerrado un banco por lavado dinero”, continúa este hombre que desde hace décadas se dedica a la lucha contra el blanqueo.
“Nunca se ha visto que un banquero haya terminado entre rejas. Los bancos reciben una multa que supone apenas un pequeño porcentaje de sus ganancias anuales. Mientras los gobiernos les respalden y se sigan sintiendo inmunes, continuarán con el blanqueo de dinero”.
Sluiter y sus clientes esperan que este caso genere un cambio: “Hay una posibilidad de que la investigación que se cursa en Estados Unidos termine con un acuerdo”, explica.
“Además el Departamento de Justicia de Estados Unidos no tiene en cuenta las consecuencias del lavado de dinero para la población mexicana. Por eso queremos que desde la justicia holandesa se inicie una investigación que llene ese vacío. Este caso podría ser un precedente para el futuro que contribuya a poner fin a estas prácticas”.
Fuente : Proceso.

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