Daniel García y Reyes Alpízar están recluidos en el penal de Barrientos, en el Estado de México. Foto: David Deolarte |
A su vez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sometió al Estado mexicano a un procedimiento para determinar las violaciones a los derechos humanos por esas detenciones, también por la falta de investigación y sanción por la tortura, así como por la carencia de protección judicial y las violaciones al debido proceso.
En conferencia de prensa, el colectivo Pena sin Culpa, que ha seguido el caso de Daniel García, exigió al gobierno federal y a las autoridades del Estado de México acatar la determinación de la ONU.
Aribel García, hija de Daniel, acompañada por Simón Hernández, su abogado, y por el académico Miguel Sarre, dio a conocer el informe de la ONU, en el cual determinó que la detención tiene un carácter arbitrario y ordenó adoptar medidas adecuadas para reparar integralmente el daño.
La resolución del organismo de Naciones Unidas destaca que ambas personas fueron capturadas en 2002 sin orden judicial y que fueron arraigadas sin que existieran pruebas en su contra.
Ante ello, el colectivo Pena sin Culpa también exigió al gobierno federal y a las autoridades del Estado de México acatar la determinación de la ONU y poner en libertad de manera inmediata a Daniel García y a Reyes Alpízar.
Para el grupo de la ONU contra las detenciones arbitrarias, los señalamientos públicos de la autoridad afectaron la presunción de inocencia de los presos. Además, destacó la falta de una investigación sobre la tortura y la falta de protección judicial durante estos años.
Los recursos legales han resultado inefectivos y su resolución en algunos casos ha demorado varios años. El caso evidencia que en México la detención arbitraria, la práctica de la tortura y la instrumentación de las instancias de justicia son una realidad vigente, expone en su informe.
Tras más de cinco mil 700 días de pena sin culpa, este caso representa un récord mundial en materia de detención sin sentencia. La libertad inmediata para Daniel García y Reyes Alpízar es un elemento mínimo de reparación y justicia, destaca.
Aribel, abogada egresada de la UNAM, recordó que tenía 13 años el 25 de febrero de 2002 cuando vio por última vez a su padre en un “feo hotel”, arraigado por la Subprocuraduría de Justicia en Tlalnepantla para que declarara sobre la investigación de un homicidio.
A Daniel García Rodríguez, entonces de 37 años, tras 14 horas de detención e incomunicación le notificaron que había una orden de arraigo por 30 días. La detención del padre de Aribel se efectuó cuando esperaba el camión que lo llevaría de regreso a su casa. Fue víctima de tortura física y psicológica. Desde entonces, está preso.
Fuente : Proceso.
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