Una maquiladora de cortinas en Tijuana. Foto: Octavio Gómez |
Tras una evaluación del raquítico incremento al mínimo y de los programas sociales, la organización civil destacó en un comunicado que mientras se mantengan la inequidad en los ingresos las violaciones a los derechos económicos y sociales se acentuarán.
Al destacar que el incremento salarial que se aplicará en 2014, no resolverá los problemas de la Población Económicamente Activa (PEA) integrada por 50 millones de mexicanos, la CIDHM aseguró que el
incremento viola la fracción sexta del artículo 123 de la Constitución, “que refiere que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos”.
Ante el declive del poder adquisitivo de los trabajadores de 1990 a la fecha en un 35%, los programas sociales encaminados supuestamente a apoyar a los sectores emergentes son insuficientes, apuntó.
“Ni las becas-salario, ni los apoyo a madres solteras son soluciones de fondo, cuando se mantienen diferencias abismales entre los ingresos de quienes trabajan y los dueños de los medios de producción. El ridículo aumento de 3.9 por ciento al salario mínimo empobrece la vida y la dignidad de las y los trabajadores mexicanos y sus familias”, dijo la CIDHM.
Las becas-salario para los jóvenes, agregó, no cubren sus necesidades básicas para “dedicarse plenamente al estudio, ni representan un verdadero salario, ya que no alcanzan ni el 50% de un salario mínimo”, por lo que “no puede ser el gran cambio paradigmático que se nos quiere vender como ejemplo de apoyo a los derechos de las y los jóvenes”.
La organización de derechos humanos urgió a determinar el incremento salarial tomando como base “la redistribución y justicia social, que considera tanto la productividad como el pecio de la canasta básica”, más aún cuando el empobrecimiento continuo de la población se está traduciendo en fallecimientos por desnutrición, siendo la décimo tercer causa de muerte en México dese 2004.
Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que apuntan que “entre 2000 y 2011 más de 102 mil 568 personas perdieron la vida por deficiencias nutricionales, un promedio de 8 mil 547 al año”, siendo los más afectados los adultos mayores y los niños, “el 75%o de las defunciones se concentran entre personas de 65 años y más, mientras que el 7% ocurre en menores de un año”, resaltó la CIDHM.
La organización alertó también sobre el empobrecimiento de la población a través del empleo informal, “ahora legalizado por la reforma laboral”. En Morelos, por ejemplo, agregó la organización, “existe una población de un millón 871 mil personas y oficialmente se reconoce la tasa desempleo en el estado de 3.9%, tomando en cuenta que 43.9% (822 mil 284 personas), es económicamente activa. Este dato, sin embargo, no puede ocultar el hecho de que el nivel de explotación sigue creciendo ante el empleo informal”.
La CIDHM mostró su preocupación por el creciente número de trabajadores que están fuera del sistema de pensiones y que deja en estado de vulnerabilidad, como es el caso de las empleadas del hogar que en 99% de los casos carece de este sistema de protección.
La organización consideró que “es necesario redoblar esfuerzos para que 2014 pinte un escenario distinto en materia de vida digna y respeto a los derechos económicos y sociales”, sobre todo ante las “duras condiciones de vida marcadas este 2013”.
Fuente : Proceso.
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