El delantero Oribe Peralta y su amiga Esther Shueke 
mintieron en una denuncia de extorsión que tiene en la cárcel a dos 
mujeres: un registro de Telcel demuestra que no existieron las supuestas
 llamadas telefónicas hechas para chantajear al seleccionado nacional 
con la amenaza de que se mostrarían fotos suyas comprometedoras. Esa 
misma información evidencia que los acusadores no se encontraban donde 
aseguraron estar, que no pidieron ayuda a una instancia que habían dicho
 y que incluso falsearon el nombre de su compañía telefónica.
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| Oribe Peralta, futbolista.  Foto: Xinhua / Jorge Martínez / Mexsport  | 
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El futbolista del América Oribe 
Peralta y su amiga Esther Shueke Daniel mintieron en la declaración 
ministerial que rindieron el pasado 19 de agosto, toda vez que no existe
 registro de las llamadas telefónicas mediante las cuales dijeron que 
fueron extorsionados por las hermanas Natividad Arlem y Mercedes Torres 
Ricarte.
La empresa con razón social Radiomóvil DIPSA, S.A. de 
C.V., conocida comercialmente como Telcel, entregó al juez 69 penal del 
Distrito Federal la lista de llamadas del número a nombre de Esther 
Shueke Daniel.
Las hermanas Torres Ricarte fueron detenidas por elementos
 de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de
 Secuestro, denominada Fuerza Antisecuestro (FAS), presuntamente “en 
flagrancia” gracias a que Shueke hizo una denuncia telefónica apenas 
unos minutos antes de reunirse con ellas para entregarles el efectivo.
Sin una investigación de por medio, y con base en el 
simple dicho de Shueke, las Torres Ricarte fueron capturadas en el 
restaurante Los Arcos de Insurgentes Sur. Horas más tarde, en la Agencia
 Especial de Investigación para Secuestros y Extorsiones con Detenido se
 inició la averiguación previa FAS/T1/921/14-08 por el delito de 
extorsión agravada. Por esta causa, el 27 de agosto se les dictó auto de
 formal prisión.
Durante la averiguación previa, Oribe Peralta y Esther 
Shueke declararon que del celular de ésta (con terminación 1411) se 
comunicaron al número con terminación 9621 –que pertenece a Natividad 
Arlem– el 19 de agosto a las 9:54 de la mañana.
De acuerdo con sus dichos, Peralta se comunicó con 
Natividad porque el 17 de agosto a la 13:00 horas él se reunió con “un 
amigo” –cuyo nombre se rehusó a revelar–, quien le dijo que la muchacha 
lo estaba buscando y que si no la llamaba de inmediato ella haría 
públicas las fotografías que le había tomado cuando se conocieron en una
 fiesta, celebrada en enero de este año.
Inconsistencias
Proceso tiene copia del documento que Telcel entregó al 
juez Carlos Ortiz Camacho. Ahí no hay registro de ninguna de las tres 
llamadas que Shueke y Peralta, bajo protesta de decir verdad, declararon
 haber realizado a las hermanas Torres Ricarte: la primera a las 9:54, 
la segunda a las 11:42 y la tercera a las 12:19 horas.
En la averiguación previa está asentado que el futbolista y
 Shueke se reunieron a las ocho de la mañana del 19 de agosto. Que 
Peralta le pidió su teléfono móvil a Esther Shueke, desde el cual, a las
 9:54 horas, marcó al número de Natividad Arlem, alias Harlem Márquez, y
 que ésta, con amenazas e insultos, le exigió 500 mil pesos a cambio de 
entregarle las fotos a él y no a los medios de comunicación.
En la declaración ministerial de ambos se lee que Shueke y
 Peralta se trasladaron a la casa de éste, donde reunió 250 mil pesos. A
 las 11:42 llamaron otra vez a Natividad Arlem para decirle que sólo 
tenía esa cantidad. Según sus versiones, la mujer aceptó la suma y le 
dijo a Peralta que fuera al restaurante Los Arcos para entregársela 
antes de las dos de la tarde. Peralta le avisó que él no podía ir, pero 
que mandaría a alguien de su confianza.
Shueke acordó con su amigo que ella entregaría el dinero y
 recogería las fotografías. Ante el Ministerio Público declaró que, como
 le dio miedo ir sola a entregar la citada suma, llamó al Consejo 
Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF (número 
5533-5533). Quien le informó que debería acudir a la FAS. Esa persona le
 proporcionó la dirección de la fiscalía y los teléfonos 5345-5026 y 
5345-5028.
A los policías de la FAS que atendieron su llamada, Shueke
 simplemente les explicó que “un amigo estaba siendo extorsionado” y que
 ella ya iba en camino a entregar el dinero porque “la exigencia y la 
presión” hacia su amigo “eran muchas”. Los oficiales Israel Martínez e 
Irlanda Suhely Millán Díaz le pidieron su media filiación y le 
informaron que acudirían al restaurante para “brindarle el apoyo”.
La amiga de Peralta declaró también que a las 12:19 volvió
 a marcar al número con terminación 9621 y que le contestó una mujer que
 no era Natividad Arlem, a quien le dijo que ya tenía el dinero y que se
 verían en Los Arcos, donde, alrededor de las 14:30 horas, las hermanas 
fueron detenidas.
Ahora bien, según el registro, la primera comunicación del
 número de Shueke el 19 de agosto se realizó a las 9:49 horas. Se trata 
de una llamada saliente a un número con terminación 7416. De este 
número, Shueke recibió dos llamadas: una a las 9:57 y la segunda a las 
10:10.
Después, a las 11:36 horas, Shueke telefoneó a un número 
de móvil con terminación 6865 y clave lada 871, que corresponde a 
Torreón, Coahuila. La reportera confirmó que ese número pertenece a 
Oribe Peralta.
Esto significaría, si lo que afirma Shueke en sus 
declaraciones ministeriales es verdadero, que ésta telefoneó a Peralta 
pese a que en ese momento estaban juntos en la casa del futbolista. 
Empero, atendiendo a las coordenadas que aparecen en el registro de 
Telcel –latitud 19º 18’ 43” N y longitud 99º 8’ 1” W–, la ubicación de 
donde salió la llamada fue una calle detrás de las instalaciones del 
club América.
La siguiente llamada que entró o salió del número de 
Esther Shueke fue hasta las 15:56 horas. Es decir: nunca existió la 
llamada de las 12:19 horas que Shueke declaró haber realizado al número 
de Natividad Arlem desde su teléfono móvil.
“Aproximadamente a las 12:19 horas le marqué de mi 
teléfono celular a la mujer que responde al nombre de Harlem Márquez, y 
al contestar escuché la voz de una persona del sexo femenino diferente a
 la de la mujer que yo había escuchado y a la cual identificaba con el 
nombre de Harlem, y me dijo: ‘¿qué pasó con el dinero?, ¿ya lo tienes, 
ya estás en el restaurante?’. Y yo le dije: ‘no soy Oribe, pero ya voy 
en camino’. Y esta mujer me respondió: ‘mira, hija de la chingada, más 
te vale que te apures porque yo quiero mi dinero antes de las tres 
porque si no, a ti también te va a cargar la chingada, y dile a tu 
amiguito El Hermoso que yo sí cumplo mi amenaza y mañana sus fotos van a
 estar en internet y en todos los medios”, se lee en la declaración de 
Shueke.
Entre las 15:56 y las 16:51 horas del 19 de agosto, del 
celular de Esther Shueke salieron cinco llamadas: tres al número con 
terminación 7416 y otras dos a teléfonos que finalizan con 1418 y 8929. 
En ese mismo lapso, Shueke recibió tres telefonemas: dos de un número 
con terminación 9500 y una más del que acaba en 7416.
La única llamada que sí coincide con el registro de Telcel
 es la que Shueke declaró que hizo a Oribe Peralta a las 17:50 horas: 
“Siendo aproximadamente las 17:50 horas le llamé a mi amigo Oribe 
Peralta, que me había dado miedo ir sola a dejar el dinero, por lo que 
había pedido el apoyo de elementos de la policía de investigación de la 
Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de 
Secuestro y que habían detenido a Harlem Márquez y a otra persona del 
sexo femenino, misma que ahora sé responde al nombre de Mercedes Torres 
Ricarte, de 37 años de edad”.
En la sábana de Telcel se ve que a las 17:51 horas salió 
un telefonema del celular de Shueke al número de Torreón terminación 
6865, es decir, el de Peralta. Esa llamada fue hecha, según la ubicación
 geográfica que Telcel reportó, desde la zona de Azcapotzalco donde se 
ubica la FAS.
A las 18:13 horas, desde su celular, Shueke volvió a 
comunicarse con Peralta. A las 20:46, lo hizo de nuevo. Atendiendo a las
 coordenadas registradas (latitud 19º 18’ 18” N y longitud 99º 9’16” W),
 esa última llamada se generó desde las inmediaciones del Estadio 
Azteca.
Según consta en la averiguación previa –una copia de la 
cual tiene Proceso– Peralta y Shueke rindieron su declaración 
ministerial el mismo 19 de agosto. El primero a las 19:25 horas y la 
segunda a las 20:20 horas, ambos en las instalaciones de la FAS.
En el documento se asienta que Peralta terminó de declarar
 a las 20:16 horas. La hoja está firmada por el futbolista y al lado de 
su rúbrica se lee: “Recibí copia simple de mi declaración en forma 
gratuita, 19-ago-14 Oribe Peralta Morones”.
La declaración de Esther Shueke Daniel se extiende por 
cinco hojas. En la última está escrito que terminó de comparecer a las 
21:35 horas. Con base en lo anterior, se entiende que cuando Shueke 
llamó a las 20:46 horas a Peralta, estaba a la mitad de su declaración 
ministerial. Sin embargo, las coordenadas la ubican en el sur de la 
Ciudad de México. Otra inconsistencia: mientras supuestamente estaba 
declarando, Shueke realizó dos llamadas –a las 21:10 y a las 21:11– a un
 número con terminación 6102.
Además, Oribe Peralta también declaró que el 18 de agosto,
 después de que un día antes “su amigo” supuestamente le informara que 
Harlem Márquez lo estaba buscando con urgencia, se comunicó con Esther 
Shueke para pedirle ayuda:
“El día de ayer le llamé a mi amiga Esther Shueke Daniel 
al número telefónico (con terminación 1411) de la compañía telefónica 
Iusacell, ya que le tengo mucha confianza, y le comenté que esta mujer 
de nombre Harlem Márquez, a la cual conocí en el mes de enero del 
presente año, me había sacado unas fotografías en una reunión y que me 
estaba tratando de localizar porque quería hacer públicas esas 
fotografías, situación que me generó temor, ya que pone en riesgo mi 
integridad moral, ya que soy una figura pública y mi reputación es 
primordial para la profesión que desempeño, entonces le pedí que nos 
reuniéramos el día de hoy para llamarle a Harlem Márquez y ella 
escuchara lo que esta mujer me tenía que decir.”
En el listado de llamadas se observa que el 18 de agosto 
no entró ninguna llamada al celular de Esther Shueke. Ni del número de 
Oribe Peralta ni de ningún otro. Ese día, Shueke realizó cinco 
telefonemas: el primero a un número con terminación 4394, el segundo y 
quinto al que acaba en 7416 (el mismo al que marcó en varias ocasiones 
el día 19), el tercero a un número con terminación 7864 y el cuarto a 
otro que finaliza en 7178.
“Que el día de ayer, 18 de agosto de 2014, recibí una 
llamada en mi teléfono celular con número (terminación 1411) de la 
compañía telefónica Iusacell, proveniente del número telefónico de mi 
amigo Oribe Peralta Morones, mismo que me comentó que una mujer de 
nombre Harlem Márquez, a la cual conoció a principios del presente año, 
le había tomado diversas fotografías en una reunión y que le urgía verlo
 porque quería hacer públicas esas fotografías”, declaró Shueke, quien 
se equivocó o mintió en el nombre de la compañía con la cual tiene 
contratada su línea.
La indignación
El mencionado registro de llamadas ya forma parte del 
expediente que está en manos del juez que procesa a las hermanas Torres 
Ricarte por el delito de extorsión agravada. Ellas están presas en el 
reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla.
Los abogados Ricardo Sánchez Reyes-Retana y Alejandro y 
Octavio Cruz Cisneros, defensores de las indiciadas, están valorando su 
estrategia jurídica y aún no deciden si esperarán a que termine el 
desahogo de pruebas y el juez dicte sentencia o antes promoverán un 
incidente de libertad por desvanecimiento de datos.
“No hay llamadas, entonces no hay asunto. El delito es 
grave, además, porque fue a través de llamadas. Entonces, si no hay 
llamadas, no hay extorsión”, dice a este semanario Sánchez Reyes-Retana.
–¿Podemos asegurar que Oribe Peralta y Esther Shueke incurrieron en el delito de falsedad de declaraciones? –se le pregunta.
–Sí. Tienen que soltar a mis defendidas y el Ministerio 
Público debería desistirse de la acusación. La Procuraduría (General de 
la República) fue engañada por las mentiras de estos dos individuos.
–¿Van a denunciarlos por la falsedad de declaraciones?
–Sí, sin duda, porque por esas declaraciones falsas e 
injustas mis clientas llevan dos meses presas, dos meses de su vida 
perdidos por mentiras. Y eso se debe pagar.
Los dichos de Oribe Peralta y de Esther Shueke, así como 
las declaraciones de los policías que detuvieron a las hermanas Torres 
Ricarte y aseguraron los 250 mil pesos en efectivo –que les fueron 
devueltos al futbolista el 20 de agosto– son hasta ahora las únicas 
pruebas del caso. Las fotografías que son el móvil de la supuesta 
extorsión no forman parte de la indagatoria.
Hay más inconsistencias. Un oficio que el Consejo 
Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF realizó a
 solicitud del juez Carlos Ortiz Camacho ya fue integrado a la 
averiguación previa.
El viernes 3, mediante el oficio CCSPPJDF/DG/1709/2014, el
 director jurídico de este organismo, José Henio Plascencia Hernández, 
informó lo siguiente: “En atención a su solicitud se realizó una 
búsqueda exhaustiva de las grabaciones y registros de la línea ciudadana
 5533-5533, del día 19 de agosto de 2014, así como de los días 18 y 20 
del mismo mes y año, sin obtener ningún reporte con una extorsión en 
contra de la C. Esther Shueke Daniel y/o el C. Oribe Peralta Morones”.
El juez 69 también solicitó que se entregara el contenido 
de los cuatro teléfonos móviles que la policía aseguró a las hermanas 
Torres Ricarte. Mediante el oficio 102-422-J-4564/2004, fechado el 3 de 
octubre de 2014, el director general de Servicios Periciales de la 
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Rojo 
Urquieta, contestó que el área a su cargo “no cuenta con área 
especializada de cibernética, motivo por el cual no es posible atender 
su petición”.
La defensa de las hermanas Torres pidió que se presentara 
la bitácora donde se encuentra el registro de entradas y salidas de las 
oficinas de las FAS para comprobar que de verdad Oribe Peralta se 
presentó a rendir su declaración el 19 de agosto y a recoger los 250 mil
 pesos el 20 de agosto. El juez admitió la solicitud y pidió la 
información a la fiscalía.
El miércoles 1, la Fiscalía Especial de Investigación para
 la Atención del Delito de Secuestro respondió al juez Ortiz Camacho 
–mediante el oficio 200/201/3836/2014– que “no existe en esta 
representación social la Unidad de Investigación No. 1 con Detenido 
(donde se integró la averiguación previa y víctimas y acusadas rindieron
 sus declaraciones), por lo que tampoco (existe) el libro al que hace 
alusión en el segundo petitorio de su dicho”.
Tanto Oribe Peralta como Esther Shueke ya fueron citados a declarar ante el juez 69 el martes 14 a las 10:00 de la mañana. 
Fuente : Proceso.

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