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lunes, 20 de octubre de 2014

Las mentiras de Oribe Peralta

El delantero Oribe Peralta y su amiga Esther Shueke mintieron en una denuncia de extorsión que tiene en la cárcel a dos mujeres: un registro de Telcel demuestra que no existieron las supuestas llamadas telefónicas hechas para chantajear al seleccionado nacional con la amenaza de que se mostrarían fotos suyas comprometedoras. Esa misma información evidencia que los acusadores no se encontraban donde aseguraron estar, que no pidieron ayuda a una instancia que habían dicho y que incluso falsearon el nombre de su compañía telefónica.
Oribe Peralta, futbolista. Foto: Xinhua / Jorge Martínez / Mexsport
Oribe Peralta, futbolista.
Foto: Xinhua / Jorge Martínez / Mexsport
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El futbolista del América Oribe Peralta y su amiga Esther Shueke Daniel mintieron en la declaración ministerial que rindieron el pasado 19 de agosto, toda vez que no existe registro de las llamadas telefónicas mediante las cuales dijeron que fueron extorsionados por las hermanas Natividad Arlem y Mercedes Torres Ricarte.
La empresa con razón social Radiomóvil DIPSA, S.A. de C.V., conocida comercialmente como Telcel, entregó al juez 69 penal del Distrito Federal la lista de llamadas del número a nombre de Esther Shueke Daniel.
En dicho documento no aparece ninguna comunicación a un número con terminación 9621, al que, según declararon Peralta y Shueke, llamaron en tres ocasiones la mañana del pasado 19 agosto para acordar con las hermanas la entrega de 250 mil pesos a cambio de que no hicieran públicas unas fotografías que comprometían la integridad moral del jugador.
Las hermanas Torres Ricarte fueron detenidas por elementos de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, denominada Fuerza Antisecuestro (FAS), presuntamente “en flagrancia” gracias a que Shueke hizo una denuncia telefónica apenas unos minutos antes de reunirse con ellas para entregarles el efectivo.
Sin una investigación de por medio, y con base en el simple dicho de Shueke, las Torres Ricarte fueron capturadas en el restaurante Los Arcos de Insurgentes Sur. Horas más tarde, en la Agencia Especial de Investigación para Secuestros y Extorsiones con Detenido se inició la averiguación previa FAS/T1/921/14-08 por el delito de extorsión agravada. Por esta causa, el 27 de agosto se les dictó auto de formal prisión.
Durante la averiguación previa, Oribe Peralta y Esther Shueke declararon que del celular de ésta (con terminación 1411) se comunicaron al número con terminación 9621 –que pertenece a Natividad Arlem– el 19 de agosto a las 9:54 de la mañana.
De acuerdo con sus dichos, Peralta se comunicó con Natividad porque el 17 de agosto a la 13:00 horas él se reu­nió con “un amigo” –cuyo nombre se rehusó a revelar–, quien le dijo que la muchacha lo estaba buscando y que si no la llamaba de inmediato ella haría públicas las fotografías que le había tomado cuando se conocieron en una fiesta, celebrada en enero de este año.
Inconsistencias
Proceso tiene copia del documento que Telcel entregó al juez Carlos Ortiz Camacho. Ahí no hay registro de ninguna de las tres llamadas que Shueke y Peralta, bajo protesta de decir verdad, declararon haber realizado a las hermanas Torres Ricarte: la primera a las 9:54, la segunda a las 11:42 y la tercera a las 12:19 horas.
En la averiguación previa está asentado que el futbolista y Shueke se reunieron a las ocho de la mañana del 19 de agosto. Que Peralta le pidió su teléfono móvil a Esther Shueke, desde el cual, a las 9:54 horas, marcó al número de Natividad Arlem, alias Harlem Márquez, y que ésta, con amenazas e insultos, le exigió 500 mil pesos a cambio de entregarle las fotos a él y no a los medios de comunicación.
En la declaración ministerial de ambos se lee que Shueke y Peralta se trasladaron a la casa de éste, donde reunió 250 mil pesos. A las 11:42 llamaron otra vez a Natividad Arlem para decirle que sólo tenía esa cantidad. Según sus versiones, la mujer aceptó la suma y le dijo a Peralta que fuera al restaurante Los Arcos para entregársela antes de las dos de la tarde. Peralta le avisó que él no podía ir, pero que mandaría a alguien de su confianza.
Shueke acordó con su amigo que ella entregaría el dinero y recogería las fotografías. Ante el Ministerio Público declaró que, como le dio miedo ir sola a entregar la citada suma, llamó al Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF (número 5533-5533). Quien le informó que debería acudir a la FAS. Esa persona le proporcionó la dirección de la fiscalía y los teléfonos 5345-5026 y 5345-5028.
A los policías de la FAS que atendieron su llamada, Shueke simplemente les explicó que “un amigo estaba siendo extorsionado” y que ella ya iba en camino a entregar el dinero porque “la exigencia y la presión” hacia su amigo “eran muchas”. Los oficiales Israel Martínez e Irlanda Suhely Millán Díaz le pidieron su media filiación y le informaron que acudirían al restaurante para “brindarle el apoyo”.
La amiga de Peralta declaró también que a las 12:19 volvió a marcar al número con terminación 9621 y que le contestó una mujer que no era Natividad Arlem, a quien le dijo que ya tenía el dinero y que se verían en Los Arcos, donde, alrededor de las 14:30 horas, las hermanas fueron detenidas.
Ahora bien, según el registro, la primera comunicación del número de Shueke el 19 de agosto se realizó a las 9:49 horas. Se trata de una llamada saliente a un número con terminación 7416. De este número, Shueke recibió dos llamadas: una a las 9:57 y la segunda a las 10:10.
Después, a las 11:36 horas, Shueke telefoneó a un número de móvil con terminación 6865 y clave lada 871, que corresponde a Torreón, Coahuila. La reportera confirmó que ese número pertenece a Oribe Peralta.
Esto significaría, si lo que afirma Shueke en sus declaraciones ministeriales es verdadero, que ésta telefoneó a Peralta pese a que en ese momento estaban juntos en la casa del futbolista. Empero, atendiendo a las coordenadas que aparecen en el registro de Telcel –latitud 19º 18’ 43” N y longitud 99º 8’ 1” W–, la ubicación de donde salió la llamada fue una calle detrás de las instalaciones del club América.
La siguiente llamada que entró o salió del número de Esther Shueke fue hasta las 15:56 horas. Es decir: nunca existió la llamada de las 12:19 horas que Shueke declaró haber realizado al número de Natividad Arlem desde su teléfono móvil.
“Aproximadamente a las 12:19 horas le marqué de mi teléfono celular a la mujer que responde al nombre de Harlem Márquez, y al contestar escuché la voz de una persona del sexo femenino diferente a la de la mujer que yo había escuchado y a la cual identificaba con el nombre de Harlem, y me dijo: ‘¿qué pasó con el dinero?, ¿ya lo tienes, ya estás en el restaurante?’. Y yo le dije: ‘no soy Oribe, pero ya voy en camino’. Y esta mujer me respondió: ‘mira, hija de la chingada, más te vale que te apures porque yo quiero mi dinero antes de las tres porque si no, a ti también te va a cargar la chingada, y dile a tu amiguito El Hermoso que yo sí cumplo mi amenaza y mañana sus fotos van a estar en internet y en todos los medios”, se lee en la declaración de Shueke.
Entre las 15:56 y las 16:51 horas del 19 de agosto, del celular de Esther Shueke salieron cinco llamadas: tres al número con terminación 7416 y otras dos a teléfonos que finalizan con 1418 y 8929. En ese mismo lapso, Shueke recibió tres telefonemas: dos de un número con terminación 9500 y una más del que acaba en 7416.
La única llamada que sí coincide con el registro de Telcel es la que Shueke declaró que hizo a Oribe Peralta a las 17:50 horas: “Siendo aproximadamente las 17:50 horas le llamé a mi amigo Oribe Peralta, que me había dado miedo ir sola a dejar el dinero, por lo que había pedido el apoyo de elementos de la policía de investigación de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro y que habían detenido a Harlem Márquez y a otra persona del sexo femenino, misma que ahora sé responde al nombre de Mercedes Torres Ricarte, de 37 años de edad”.
En la sábana de Telcel se ve que a las 17:51 horas salió un telefonema del celular de Shueke al número de Torreón terminación 6865, es decir, el de Peralta. Esa llamada fue hecha, según la ubicación geográfica que Telcel reportó, desde la zona de Azcapotzalco donde se ubica la FAS.
A las 18:13 horas, desde su celular, Shueke volvió a comunicarse con Peralta. A las 20:46, lo hizo de nuevo. Atendiendo a las coordenadas registradas (latitud 19º 18’ 18” N y longitud 99º 9’16” W), esa última llamada se generó desde las inmediaciones del Estadio Azteca.
Según consta en la averiguación previa –una copia de la cual tiene Proceso– Peralta y Shueke rindieron su declaración ministerial el mismo 19 de agosto. El primero a las 19:25 horas y la segunda a las 20:20 horas, ambos en las instalaciones de la FAS.
En el documento se asienta que Peralta terminó de declarar a las 20:16 horas. La hoja está firmada por el futbolista y al lado de su rúbrica se lee: “Recibí copia simple de mi declaración en forma gratuita, 19-ago-14 Oribe Peralta Morones”.
La declaración de Esther Shueke Daniel se extiende por cinco hojas. En la última está escrito que terminó de comparecer a las 21:35 horas. Con base en lo anterior, se entiende que cuando Shueke llamó a las 20:46 horas a Peralta, estaba a la mitad de su declaración ministerial. Sin embargo, las coordenadas la ubican en el sur de la Ciudad de México. Otra inconsistencia: mientras supuestamente estaba declarando, Shueke realizó dos llamadas –a las 21:10 y a las 21:11– a un número con terminación 6102.
Además, Oribe Peralta también declaró que el 18 de agosto, después de que un día antes “su amigo” supuestamente le informara que Harlem Márquez lo estaba buscando con urgencia, se comunicó con Esther Shueke para pedirle ayuda:
“El día de ayer le llamé a mi amiga Esther Shueke Daniel al número telefónico (con terminación 1411) de la compañía telefónica Iusacell, ya que le tengo mucha confianza, y le comenté que esta mujer de nombre Harlem Márquez, a la cual conocí en el mes de enero del presente año, me había sacado unas fotografías en una reunión y que me estaba tratando de localizar porque quería hacer públicas esas fotografías, situación que me generó temor, ya que pone en riesgo mi integridad moral, ya que soy una figura pública y mi reputación es primordial para la profesión que desempeño, entonces le pedí que nos reuniéramos el día de hoy para llamarle a Harlem Márquez y ella escuchara lo que esta mujer me tenía que decir.”
En el listado de llamadas se observa que el 18 de agosto no entró ninguna llamada al celular de Esther Shueke. Ni del número de Oribe Peralta ni de ningún otro. Ese día, Shueke realizó cinco telefonemas: el primero a un número con terminación 4394, el segundo y quinto al que acaba en 7416 (el mismo al que marcó en varias ocasiones el día 19), el tercero a un número con terminación 7864 y el cuarto a otro que finaliza en 7178.
“Que el día de ayer, 18 de agosto de 2014, recibí una llamada en mi teléfono celular con número (terminación 1411) de la compañía telefónica Iusacell, proveniente del número telefónico de mi amigo Oribe Peralta Morones, mismo que me comentó que una mujer de nombre Harlem Márquez, a la cual conoció a principios del presente año, le había tomado diversas fotografías en una reunión y que le urgía verlo porque quería hacer públicas esas fotografías”, declaró Shueke, quien se equivocó o mintió en el nombre de la compañía con la cual tiene contratada su línea.
La indignación
El mencionado registro de llamadas ya forma parte del expediente que está en manos del juez que procesa a las hermanas Torres Ricarte por el delito de extorsión agravada. Ellas están presas en el reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla.
Los abogados Ricardo Sánchez Reyes-Retana y Alejandro y Octavio Cruz Cisneros, defensores de las indiciadas, están valorando su estrategia jurídica y aún no deciden si esperarán a que termine el desahogo de pruebas y el juez dicte sentencia o antes promoverán un incidente de libertad por desvanecimiento de datos.
“No hay llamadas, entonces no hay asunto. El delito es grave, además, porque fue a través de llamadas. Entonces, si no hay llamadas, no hay extorsión”, dice a este semanario Sánchez Reyes-Retana.
–¿Podemos asegurar que Oribe Peralta y Esther Shueke incurrieron en el delito de falsedad de declaraciones? –se le pregunta.
–Sí. Tienen que soltar a mis defendidas y el Ministerio Público debería desistirse de la acusación. La Procuraduría (General de la República) fue engañada por las mentiras de estos dos individuos.
–¿Van a denunciarlos por la falsedad de declaraciones?
–Sí, sin duda, porque por esas declaraciones falsas e injustas mis clientas llevan dos meses presas, dos meses de su vida perdidos por mentiras. Y eso se debe pagar.
Los dichos de Oribe Peralta y de Esther Shueke, así como las declaraciones de los policías que detuvieron a las hermanas Torres Ricarte y aseguraron los 250 mil pesos en efectivo –que les fueron devueltos al futbolista el 20 de agosto– son hasta ahora las únicas pruebas del caso. Las fotografías que son el móvil de la supuesta extorsión no forman parte de la indagatoria.
Hay más inconsistencias. Un oficio que el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF realizó a solicitud del juez Carlos Ortiz Camacho ya fue integrado a la averiguación previa.
El viernes 3, mediante el oficio CCSPPJDF/DG/1709/2014, el director jurídico de este organismo, José Henio Plascencia Hernández, informó lo siguiente: “En atención a su solicitud se realizó una búsqueda exhaustiva de las grabaciones y registros de la línea ciudadana 5533-5533, del día 19 de agosto de 2014, así como de los días 18 y 20 del mismo mes y año, sin obtener ningún reporte con una extorsión en contra de la C. Esther Shueke Daniel y/o el C. Oribe Peralta Morones”.
El juez 69 también solicitó que se entregara el contenido de los cuatro teléfonos móviles que la policía aseguró a las hermanas Torres Ricarte. Mediante el oficio 102-422-J-4564/2004, fechado el 3 de octubre de 2014, el director general de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Rojo Urquieta, contestó que el área a su cargo “no cuenta con área especializada de cibernética, motivo por el cual no es posible atender su petición”.
La defensa de las hermanas Torres pidió que se presentara la bitácora donde se encuentra el registro de entradas y salidas de las oficinas de las FAS para comprobar que de verdad Oribe Peralta se presentó a rendir su declaración el 19 de agosto y a recoger los 250 mil pesos el 20 de agosto. El juez admitió la solicitud y pidió la información a la fiscalía.
El miércoles 1, la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro respondió al juez Ortiz Camacho –mediante el oficio 200/201/3836/2014– que “no existe en esta representación social la Unidad de Investigación No. 1 con Detenido (donde se integró la averiguación previa y víctimas y acusadas rindieron sus declaraciones), por lo que tampoco (existe) el libro al que hace alusión en el segundo petitorio de su dicho”.
Tanto Oribe Peralta como Esther Shueke ya fueron citados a declarar ante el juez 69 el martes 14 a las 10:00 de la mañana. 
Fuente : Proceso.

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