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jueves, 19 de marzo de 2015

Fue torturado, lo acusaron de un doble crimen, duró 23 años preso y hoy la Corte lo dejó libre

MÉXICO, D.F. (apro).- Después de casi 23 años de prisión, Alfonso Martín del Campo Dodd fue liberado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al concederle un amparo por la tortura a la que lo sometió la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para que se inculpara del asesinato de su hermana y su cuñado, crimen por el que fue condenado a 50 años de prisión.

                
              Alfonso Martín del Campo Dodd. Foto: Cineteca Nacional


La Primera Sala resolvió por cuatro votos a uno, la concesión del amparo “liso y llano” por violaciones al debido proceso, lo que en la práctica significa su liberación inmediata del penal de Pachuca, Hidalgo.
El voto minoritario fue el del ministro Mario Pardo Rebolledo, quien concedía el amparo pero sin entrar al fondo del asunto y para que el asunto se turnara a otro ministro.



Los otros cuatro integrantes de la Sala consideraron que quedó comprobada la tortura, por lo que su declaración inculpatoria y la sentencia quedaron sin efecto.
La tortura quedó establecida desde hace años por el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

El caso de Alfonso Martín del Campo Dodd fue el primero en contra del Estado mexicano que trató la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh), pero el tribunal interamericano no se pudo pronunciar porque el asunto llegó antes de que el Estado mexicano reconociera, en 1998, su jurisdicción.

El doble homicidio ocurrió en mayo de 1992, en la colonia Del Valle de la Ciudad de México. Alfonso Martín del Campo pasó de víctima a inculpado cuando agentes de la procuraduría capitalina lo torturaron para que se incriminara.

La Corte decidió su liberación a pesar del rechazo de las sobrinas del inculpado, apoyadas por los activistas Isabel Miranda de Wallace y Alejandro Martí.
Fuente : Proceso.

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