La entrega de televisiones digitales en la Ciudad de México. Foto: J. Raúl Pérez |
En los vuelos 9907 y 9919, del 13 y 16 de diciembre, llegaron un total de 75 piezas de televisores digitales con el logotipo “Mover a México” y que presumiblemente forman parte del programa de Televisión Digital Terrestre (TDT) que incluye el reparto de televisiones de 24 pulgadas, según información aduanal proporcionada desde el Aeropuerto Internacional.
Synnex de México no figura en el selecto grupo de las cuatro grandes empresas que acapararon los más de 20 mil millones de pesos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) destinó en las tres grandes licitaciones para adquirir casi 10 millones de aparatos televisivos que se repartieron a través de los padrones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Sin embargo, Synnex participó en la última licitación pública que se conoció de la SCT, en agosto de 2015, para la adquisición de un total de 3.5 millones de televisores. Antes de esta licitación hubo otras dos, convocadas por la SCT, para adquirir 5.8 millones de televisores.
Synnex pasó a otra etapa, junto con otras ocho empresas, sobre “análisis de sus ofertas”, según informó el 26 de agosto pasado Juan Francisco Labrada, director de adquisiciones de la SCT.
El último día para la entrega oficial de los televisores fue el 20 de diciembre pasado. Sin embargo, hay información contradictoria de la SCT que apunta en un sentido contrario: el reparto de televisores continuará y existe un “colchón” de miles de aparatos, según nota publicada este 29 de diciembre en La Jornada.
La SCT no ha aclarado a cuanto asciende el número de televisores que forman parte de este “colchón” ni cuáles son las empresas a las que se les compró vía adjudicación directa.
¿Forman parte los aparatos importados por Synnex de este “colchón”? ¿Por qué tardaron tanto en ser adquiridos? ¿A cuánto ascendió esta adquisición?
Estas son algunas de las dudas que sobrevendrán después del “apagón” del próximo 31 de diciembre, además de las razones por las que una política de transición de la televisión analógica a la digital privilegió el reparto de televisores y no de decodificadores, más baratos y más eficaces para reconvertir la señal analógica en digital, como se ha hecho en la mayoría de los países.
La adquisición masiva
La información disponible hasta ahora habla de un gran negocio en la adquisición de casi 10 millones de aparatos televisivos (se mencionan dos cifras contradictorias: 9.7 y 9.8 millones) por parte de la SCT y distribuidos con los padrones de la Sedesol.
Los “errores” en el padrón provocaron que en muchas ciudades una misma familia recibiera hasta tres aparatos televisivos porque forman parte de tres programas distintos de “apoyo” de la Sedesol. Me consta de dos casos en Mérida, Yucatán.
En otros casos hubo un claro acaparamiento político y clientelar en la distribución de estos aparatos.
Son tres grandes empresas las que se beneficiaron claramente de esta política de compra al mayoreo –quizá la más grande en el mundo– de aparatos televisivos para “repartir”:
1. En primer lugar, la sociedad formada por Comercializadora Milenio S A de CV y Diamond Electronics, que recibieron 11 mil 73 millones de pesos del erario por la adquisición de 1 millón 390 mil televisores en la licitación de abril de 2015, y por 3.3 millones de aparatos en la licitación de agosto de este año.
De acuerdo con la propia información pública de la SCT, Comercializadora Milenio y Diamond ganaron en agosto de 2015 la mayoría de los paquetes a licitar: 23 de 25. Tan sólo por esta licitación obtuvieron 8 mil 127 millones de pesos. El costo unitario de cada aparato osciló entre los 2 mil 100 y 2 mil 312 pesos sin IVA. Apenas en febrero de 2014, en una carta enviada a Proceso, el director general de Comunicación Social de la SCT aclaró que preveían un costo promedio de mil 990 pesos más IVA por televisor. ¿Por qué resultaron tan caros finalmente? ¿Hubo sobreprecio? ¿La ganga no resultó tan buena?
Comercializadora Milenio es una empresa creada en mayo de 1994 por Augusto Arriaga Abraham, un empresario que, según testimonios recabados entre el sector, presume de tener una buena relación con Diego Fernández de Cevallos (¿el gestor?). El folio mercantil 186/97 del Registro Público de la Propiedad del Distrito Federal consigna que el 28 de febrero de 2013, al inicio de este gobierno, fue nombrada como apoderada legal de la empresa María del Carmen Mar Reyes. Su página oficial en internet indica que cuenta con sólo 30 empleados.
Sus oficinas en el Distrito Federal tienen la misma dirección que Diamond Electronics, creada en 2000. Su principal ejecutiva es Martha Laura Sodi García (ver la edición de Proceso número 2027).
Ambas forman parte de un conglomerado que se denomina Grupo Voltek, desde junio de 2015 de este año.
2. La segunda compañía más beneficiada en el negocio de las teles digitales es la tienda de supermercados Soriana, la misma que se vio involucrada en los escándalos de las tarjetas de apoyo a la candidatura de Enrique Peña Nieto en 2012. En abril de 2015 Soriana obtuvo mil 927 millones de pesos por la compra de 781 mil aparatos de televisión digitales.
3. Con menor cuantía, el Grupo HTCJ y DDCAM ganaron algunas de las partidas de las dos grandes licitaciones realizadas por la SCT. En abril de 2015, HTCJ ganó 623 millones de pesos por 215 mil televisores, mientras que DDCAM ganó 405 millones de pesos por 146 mil 900 televisores. En agosto de este año, DDCAM ganó dos de los 25 paquetes que se licitaron y obtuvo 361 millones de pesos (los 23 restantes los acaparó Comercializadora Milenio-Diamond).
El capítulo de la adquisición y reparto de las televisiones digitales no acabará con el “apagón” del 31 de diciembre. Más bien inicia otra etapa y puede destaparse una auténtica caja de Pandora.
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Fuente : Proceso.
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