Alejandro Murat, candidato priista al gobierno de Oaxaca. Foto: Félix Reyes |
Por ejemplo compró, por 724 millones de pesos, acciones de la rama mexicana de Abengoa, cuyo valor se derrumbó meses después en 76.74%, la empresa española se encuentra al borde de la bancarrota y secó las finanzas de sus filiales en el mundo para subsanar sus deudas.
A sus 40 años, el hijo de José Murat Casab –exgobernador de Oaxaca–, vio su carrera política crecer al amparo del PRI y de su amigo Enrique Peña Nieto, quien le ofreció dirigir el Instituto de la Función Registral y luego el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, durante su gobierno en el Estado de México.
En diciembre de 2012 Peña Nieto lo puso a la cabeza del Infonavit, la institución que maneja más de 1 billón 67 mil pesos de activos, producto del dinero de los trabajadores. Murat abandonó el cargo tres años después, el 30 de noviembre de 2015, para buscar la candidatura al gobierno de Oaxaca, bajo la bandera PRI-PVEM-Panal.
Especulación
El 26 de febrero de 2014, el Infonavit creó el Fondo de Apoyo a las Necesidades de Vivienda de los Trabajadores (Fanvit), destinado a invertir el dinero de los trabajadores en el mercado financiero y “dotar de un mejor rendimiento a la subcuenta de vivienda de los trabajadores”.
Durante la gestión de Murat, dicho fondo invirtió 49 mil 131 millones de pesos en bonos del gobierno y en acciones de deuda de decenas de bancos, empresas y fondos de inversión; entre ellos Abengoa.
Al cierre de 2015 el Fanvit había operado 61.6% del total de inversiones en valores del Infonavit, que colocó de manera poco clara; incluso a veces malgastó el dinero de los trabajadores.
Según el reporte de la auditoría independiente, el Fanvit pagó un sobrecosto de mil 341 millones 374 pesos en la compra de esos títulos, aunque Vicente Mendoza Téllez Girón, subdirector general de Planeación y Finanzas del Infonavit –y personaje cercano a Murat–, aseveró que el fondo generó un rendimiento de 629 millones de pesos en sus primeros 19 meses de operación.
En el reporte de auditoría, los costos de las inversiones se desglosan en dos columnas: “Costo de adquisición” y “Valor razonable”. En la primera se observan los montos que desembolsó el Fanvit en la compra de las acciones; en la segunda aparecen los montos que debió haber pagado por ellas.
Al 31 de diciembre de 2015 el “valor razonable” de las acciones que compró el Fanvit alcanzaba 47 mil 780 millones de pesos, cantidad inferior en mil 341 millones 374 pesos a la que gastó el fondo.
Entre otros, el fondo desembolsó 179 millones pesos de más en la adquisición de acciones de Pemex, 131 millones en acciones de Cemex, 47 millones en acciones del banco Santander y 45 millones en Nacional Financiera –institución que funge como fiduciario del Fanvit.
Pero de todas las inversiones en deudas de empresas, la compra de acciones bursátiles de Abengoa México resultó la especulación más desastrosa del Fanvit: según el reporte de la auditoría, el fondo adquirió 33% de las acciones vigentes de la empresa por 724 millones 43 mil pesos. El Fanvit pagó 428% de sobrecosto por ellas, pues el “valor razonable” de las acciones era en realidad de 134 millones 222 mil pesos.
Desde agosto de 2015, las agencias de calificación, entre ellas Moody’s, advirtieron de una “posible rebaja del rating” de Abengoa debido a los “altos niveles de apalancamiento reportados en el primer semestre del año, muy por encima de las estimaciones del actual rating, ‘B2’, que otorga a la empresa”. El día 7 de ese mes advirtió sobre “el debilitamiento de la situación de liquidez de la compañía”.
Pese a las advertencias, el 12 de noviembre de 2015 –poco más de dos semanas antes que Murat dejara su cargo en el Infonavit–, el Fanvit compró 300 millones de pesos en certificados bursátiles de Abengoa.
El siguiente día 28, Abengoa anunció un preconcurso de acreedores. Eso generó pánico en el mundo financiero, y la española Comisión Nacional del Mercado de Valores suspendió la cotización de la empresa. Dos días más tarde el valor de las acciones había caído 70%.
Los títulos de Abengoa México se derrumbaron en 76.74%, y el 3 de diciembre ésta decidió incumplir con el pago de dos bonos, entre ellos los provenientes de la emisión “00515”, en la que participó el Fanvit.
Con el derrumbe del valor de las acciones de Abengoa México, el Fanvit ya perdió 555 millones 630 mil pesos.
Comisiones
Pero la mala especulación no fue el único marcador de la dudosa gestión del Infonavit por parte de Murat. Según el reporte de auditoría, el Fanvit desembolsó 590 millones 667 mil pesos en comisiones por diversos conceptos.
Así, el Infonavit pagó 414 millones 335 mil pesos por “comisiones de administración Fanvit”; otros 89 millones 215 pesos los destinó en “comisiones pagadas a corresponsales bancarios” y 87 millones 117 mil pesos fueron erogados en “comisiones por estructuración y administración de créditos”.
Es así como en 2015, el Fanvit reportó pérdidas por mil 886 millones 215 mil pesos en intermediación, cuando en 2014 obtuvo un superávit de 88 millones 762 mil pesos por el mismo concepto.
Con Murat al frente, el Infonavit rebasó los límites permitidos de Gastos de Administración, Operación y Vigilancia (GAOV, en la jerga contable), y se prestó a un maquillaje de cifras para cumplir, en el papel, con sus propias reglas de operación.
De acuerdo con el reglamento del instituto, los GAOV no pueden superar 0.55% de los recursos totales que maneja la dependencia. De acuerdo con la auditoría externa, en 2015 los GAOV se elevaron a 8 mil 660 millones 642 mil pesos; un monto problemático para el Infonavit, pues alcanzó 0.81% de los activos totales reportados por el instituto en 2015, de 1 billón 67 mil millones de pesos.
Con el afán de rectificar las cifras y reducir el peso de los gastos administrativos y operativos, el Infonavit operó una doble maniobra contable: por un lado infló sus activos con 200 mil 345 millones pesos; y por otro, disminuyó virtualmente los gastos 56%, al restarles 4 mil 901 millones por el concepto de “ingresos por recuperaciones de gastos”, mismos que derivaron de “las comisiones por apertura de crédito”.
A raíz de esa manipulación de cifras –en el documento se habla de “GAOV ajustado”–, el Infonavit logró su propósito: en su balance contable los gastos de administración y operación representaron 0.35% de los activos totales.
Y no sólo esto: en octubre pasado la organización PODER documentó, con base en documentos obtenidos a través de la plataforma MéxicoLeaks, que el Fanvit adjudicó un contrato por 553 millones de pesos a la empresa Pro Asset Management para el desarrollo y mantenimiento de una plataforma tecnológica para operar el sistema de gestión de inversiones; un monto siete veces superior al que pagó el ISSSTE por un sistema equivalente.
En su investigación, PODER observó que en la adjudicación del contrato a Pro Asset Management –sugerida por el Instituto Tecnológico Autónomo de México–, el consejo de administración del Infonavit consideró que la empresa era la mejor del mercado, por lo que “el precio del servicio no sería el factor clave para decidir a quién contratar”.
Fuente : Proceso.
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