La antorcha olímpica en el Maracana. Foto: AP / David J. Phillip |
La delegación de México, que de acuerdo con pronósticos de instituciones especializadas en análisis y proyección de resultados, ganará de dos a seis preseas, fue de las más aclamadas la noche de este viernes entre los 207 contingentes olímpicos que desfilaron.
Rusia, que llega disminuida por los problemas de dopaje, resultó otra de las delegaciones ovacionadas en el Maracaná.
El equipo de refugiados que participa con la bandera del Comité Olímpico Internacional (COI) hizo su entrada al estadio y, tras su paso por el palco principal, todos los invitados de honor se levantaron de sus asientos.
En su mensaje, el presidente del COI, Thomas Bach, saludó al grupo de refugiados, y dijo que gracias a ellos “le damos la bienvenida a la unidad y a la diversidad”.
Bach también se refirió a los millones de refugiados alrededor del mundo, “que por la violencia tuvieron que abandonar sus casas, o porque simplemente eran diferentes”.
El exmaratonista Vanderlie de Lima –medalla de bronce en Atenas 2004– fue, finalmente, el último portador de la antorcha olímpica.
En la víspera, Pelé, la gran figura brasileña, anunció que no participaría en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos por problemas de salud.
La numeralia de los Juegos también arrojó los primeros recuentos: aproximadamente mil millones de personas siguieron la ceremonia por televisión, 50 mil espectadores estuvieron presentes en el Maracaná, 35 mil personas formaron el grupo de espectáculo y la seguridad, además de cinco mil voluntarios. La población mundial se calcula en 7 mil millones 450 personas.
El evento que antecedió el recorrido de las delegaciones estuvo colmado de imágenes, coreografías, música y desfile de las delegaciones participantes, para luego dar paso al encendido del pebetero, acto que puso en marcha un mosaico que plasmó la cultura del anfitrión.
La ceremonia abarcó un mensaje con demasiado simbolismo, por el reequilibrio del ecosistema del planeta sobre un escenario visual mutante.
En ese contexto, los deportistas participantes depositaron en un ordenador pequeñas cápsulas que contienen semillas que serán plantadas con la premisa de reforestar la Tierra. En Río 2016 participan 11 mil atletas.
El símbolo de paz como reflejo del compromiso con el planeta, el mar como origen de la vida, la presencia de miles de microorganismos unidos para formar el globo terráqueo, la coreografía que representa la llegada de los conquistadores portugueses a las Amazonas, los esclavos africanos, el mosaico que simbolizó a los 305 grupos étnicos que sobreviven en Brasil y la cultura del país, también adornaron la ceremonia inaugural.
Uno de los mejores momentos tuvo lugar cuando hizo su entrada la modelo Gisele Bündchen, llena de sensualidad y elegancia, al ritmo de La chica de Ipanema, la canción más popular de Río de Janeiro.
El pebetero de los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica arderá en Río durante los próximos 16 días.
Fuente : Proceso.
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