Uno de los edificios dañados por el sismo en la calle de Escocia. Foto: Germán Canseco |
“La gente no tiene por qué pagar (los gastos de la reconstrucción). Es injusto, ya que en su mayoría son viviendas que ya se habían liquidado”, expusieron los especialistas.
En conferencia de prensa en Ciudad Universitaria, Violeta Rodríguez del Villar, doctora en Economía; Adolfo Sánchez Almanza, doctor en Ciencias Políticas y Sociales, y Alicia Girón González, especialista en Estudios Latinoamericanos, refirieron tres fuentes de las cuales se pueden obtener los 48 mil millones de pesos que el gobierno federal calculó para los trabajos de reconstrucción.
Se pueden utilizar los recursos de los fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, además de aprovechar el incremento autorizado en la Ley de Ingresos de la Federación para 2018, que se calcula con base en un tipo de cambio y precio del barril de petróleo superiores al promedio registrado.
La primera opción representa recursos por hasta 239 mil millones de pesos; la segunda, por hasta 56 mil millones de pesos.
Fuente de recursos
De donde se puede obtener más dinero para la reconstrucción, de acuerdo con Rodríguez del Villar, es de los fideicomisos, fondos y mandatos análogos calculados en al menos 680 mil millones de pesos.
La académica de la UNAM criticó que los fideicomisos existentes se consideran más como una estrategia “mañosa del gobierno” federal para colocar recursos públicos en inversiones financieras. Es decir, explicó, se usan más para financiar deuda pública en vez de ayudar en situaciones determinadas, pues son recursos que se sacan del manejo presupuestal original y se le asignan reglas propias “poco transparentes y en las que se aprueba el manejo discrecional” de dinero.
“Una vez estando el dinero en los fideicomisos, poco se sabe qué pasa con esos recursos”, advirtió.
Piden proteger dinero de la ayuda
Los especialistas de la UNAM también hicieron un llamado a la Cámara de Diputados para que etiqueten el dinero destinado a la reconstrucción, se reorganice el presupuesto y se dé prioridad a las políticas para ayudar a los damnificados.
“No podemos dejar volando esta previsión a decisión del vaivén político en el contexto electoral que ya vivimos. Al final, si no los etiquetan, incluso, la reconstrucción podría tener un manejo político. Puede convertirse en una moneda de cambio y es lo que queremos evitar”, refirió Rodríguez del Villar.
Los expertos consideraron necesario un esquema de reconstrucción en el que exista un avalúo de daños por zona, en el que se identifique el tipo de vivienda que se puede construir, los materiales, el tipo de familia y hasta establecer un subsidio por zona afectada.
Fuente : Proceso.
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