En líneas generales, la administración federal reprodujo las afirmaciones que desde la presentación de la iniciativa de reforma constitucional en el sector energía en 2013 se han prodigado en el discurso de los funcionarios federales y la publicidad oficial… Justamente lo que criticó el productor y director cinematográfico.
Alfonso Cuarón durante la conferencia de esta tarde. Foto: Octavio Gómez |
“El proceso legislativo y democrático de estas reformas fue pobre y careció de una discusión profunda y la difusión de sus contenidos se dio en el contexto de una campaña propagandística que evadió el debate público”, expuso el cineasta.
Aun cuando fue el presidente Peña Nieto a quien se dirigieron las preguntas, éstas no provinieron de él. De hecho, al contestar a través de su cuenta de Twitter, Peña Nieto dijo que sería el Gobierno de la República (no él) quien respondería una vez que se enviara al Congreso el paquete de iniciativas de reformas
complementarias en el sector.
El mismo discurso
Y así fue. El documento emitido hoy no lleva firma ni se le atribuye a ninguna instancia oficial. Se trata de un escrito de 13 cuartillas, sin logotipos, titulado “Preguntas y respuestas sobre la Reforma Energética” que, reproduce líneas discursivas y algunos datos pretendidamente duros.
Por ejemplo, el primer cuestionamiento de Cuarón se refirió a los precios de los energéticos que mejorarán, los beneficios de la reforma energética y el cronograma. La respuesta fue exponer el mismo panorama que en agosto de 2013 ofreció el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, sobre la importación del gas (30% del consumo nacional), la falta de ductos y el impacto de esos dos factores en la generación de electricidad.
La respuesta, en general con escaso contenido técnico, asegura que con la inversión privada directa o asociada con Petróleos Mexicanos (Pemex), se producirá más (de 5.7 mil millones de pies cúbicos hoy a 8 mil millones en 2018) y, por lo tanto, se reducirán los precios del gas y la electricidad dos años después de que entre en vigor la reforma secundaria conforme se realicen inversiones en el sector.
Se generarán 500 mil empleos en 2018 y 2.5 millones en 2025, años en los que en el mismo orden, se incrementará 1% y 2% el Producto Interno Bruto (PIB), respectivamente.
Además se aumentará la producción de fertilizantes, pasará de 2.5 millones de barriles diarios de petróleo a 3 millones en 2018 y 3.5 millones en 2025.
La mayor parte de la respuesta se encuentra con citas textuales en diferentes discursos de Coldwell, así como en el portal de la reforma energética y el micrositio creado ex profeso en el portal de la Presidencia de la República.
En cuanto a la segunda cuestión, relativa al medio ambiente, el gobierno de Peña Nieto responde que se creará la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Ambiente del Sector Hidrocarburos (ANSI), cuyo decreto de creación fue emitido en diciembre pasado y que adoptará las mejores prácticas internacionales, en tanto, la reforma, amplía las facultades del Estado para someter al marco regulatorio a las empresas que participen en actividades de exploración y producción.
Acerca del tercer planteamiento, sobre el desarrollo de tecnologías e infraestructura de energía alternativa, el documento expone la creación de tres centros de investigación “con una inversión entre pública y privada cercana a los 2 mil millones de pesos”. Además plantea la expedición de certificados de energía limpia y cargas fiscales para quienes liberan bióxido de carbono.
La respuesta federal no alude a ninguna obra de generación de energía limpia. Cabe mencionar que la cantidad presumida en inversión, es irrisoria en relación con los presupuestos del sector energético pues, por ejemplo, sólo en 2012, la polémica empresa Oceanografía, una de las miles de proveedoras de Pemex, obtuvo contratos por más de 11 mil millones de pesos.
El cuatro planteamiento de Cuarón fue precisamente sobre los millonarios contratos con particulares y la corrupción. La respuesta federal cuenta siete declaraciones:
Transparencia en licitaciones, contratos, pagos devengados por particulares, el cobro del Estado a particulares por recursos naturales y su aplicación, cláusulas de transparencia en órganos reguladores, Pemex y CFE revelarán información como las empresas que cotizan en Bolsa y, finalmente, la integración de cuatro instancias (las secretarías de Hacienda, Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y el Fondo Mexicano del Petróleo), descritas como “un arreglo de pesos y contrapesos” que incidirán desde la licitación hasta el manejo de recursos.
Cuarón cuestionó también la condición de injerencia de grandes intereses en el proceso democrático. La respuesta se centra en tres estrategias:
Separar las decisiones técnicas del proceso político-electoral a partir de la autonomía de la CNH y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que los procesos en ningún caso se lleven a cabo en una sola instancia y –una vez más– abundar en el tema de la transparencia.
El cineasta también abordó la preocupación por la depredación de los particulares que participen en el sector. A ello, la respuesta oficial menciona una serie de funciones que tendrán la CNH, la Sener y la ANSI.
Respecto a la productividad laboral y el sindicato petrolero, el gobierno federal sostiene que la reforma es una gran oportunidad de generación de empleos, que se respetarán los derechos laborales creados y que su gobierno y la reforma parten de la premisa de que el sindicato no tiene por qué formar parte de la toma de decisiones gerenciales.
Además, expone que el sindicato debe someterse a esquemas de transparencia y que la apertura a la inversión privada permitirá mejorar la productividad según esto, con base en experiencias internacionales. Y aunque afirma que “la evidencia es contundente”, como en el resto del documento, no se especifica más ni se ofrecen estadísticas ni datos técnicos verificables.
En relación con la renta petrolera, Cuarón argumentó que durante 70 años Pemex aportó más de la mitad del presupuesto federal y que al abrir a la inversión privada, esos recursos no serán ya para las arcas públicas.
El gobierno responde que el producto de esa actividad seguirá “siendo de los mexicanos, fortaleciendo las finanzas públicas”. En este caso, tampoco aporta mayores elementos técnicos ni estadísticos, afirmando sin más que se pasó de una época de grandes yacimientos de bajo costo a yacimientos más moderados y complejos que impactaron las finanzas públicas, de manera que la reforma permitirá revertir la situación.
El cineasta mexicano también se refirió a la posibilidad de que los recursos obtenidos sirvan para expandir la burocracia, pero el gobierno ataja respondiendo que hay un orden de prelación en la asignación de recursos, a través de cinco aspectos desarrollados a partir de la creación del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.
Finalmente, la administración de Peña Nieto responde a Cuarón la cuestión sobre condiciones de crisis como en 1982 o la generación de monopolios con una serie de consideraciones relativas al modelo económico.
Según el gobierno, el modelo seguido en los años ochenta, basado en el endeudamiento público y la reforma, intenta evitar esa estrategia a la que, por cierto, se refiere como aquella a la que apuestan quienes afirman que Pemex debe desarrollarse sin inversión privada.
Entre otras consideraciones, el documento afirma que “los mexicanos estamos ante una disyuntiva: o abrimos el sector energético a la participación o escrutinio de la sociedad con objeto de que se fortalezca en beneficio de todos, o nos condenamos a una inmovilidad monolítica, a un modelo burocrático y al endeudamiento como única vía para financiar el sector. La decisión del Constituyente Permanente fue optar por el cambio, basado en los principios de competencia, apertura, transparencia y responsabilidad fiscal”.
Cuestionar lleva a una evolución: Cuarón
El ganador del Óscar como mejor director y, según la revista Time, una de las personas más influyentes del mundo, Alfonso Cuarón, aseguró que “los cuestionamientos llevan a una evolución”, al referirse a las 10 preguntas que el lunes pasado le formuló al presidente Enrique Peña Nieto sobre la reforma energética.
En una conferencia magistral con estudiantes universitarios, en el marco de Posibility Sesions, organizado esta tarde por la empresa refresquera Coca-Cola, el director de Gravity aún no sabía que los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, ya habían respondido a dos de sus cuestionamientos. Tampoco tenía conocimiento de que el Gobierno de la República abriría un apartado en el sitio www.reformaenergetica.gob.mx para incluir las 10 refutaciones.
“Llegué aquí directamente del aeropuerto y no sé nada. Ya elaboré mi interrogatorio, ya expresé lo que tengo que expresar, ahora corresponde al público, a los medios, al presidente y al Congreso darle seguimiento a esto, claro, si lo creen relevante”, arguyó.
Después, argumentó que “cualquier proyecto o evolución de vida, cualquier cosa para seguir adelante, los cuestionamientos no son malos. Me referí a ciertas cosas que me intrigan, pero no soy experto”.
A la cuestión de que si le respondían todo quedaría satisfecho, el director de Harry Potter y el prisionero de Azkaban repitió que el seguimiento a eso lo debían ejecutar los medios, Peña Nieto, el público y el Congreso. Y agregó: “El cuestionamiento ayuda al aprendizaje.”
Sin embargo, como en sus respuestas el cineasta no iba más allá, las interrogantes continuaron. Entonces, casi molestó, resolvió:
“La comunicación y el debate son cosas sanas y evolucionan el pensamiento, creo que no hay que tenerle miedo a eso”.
–¿Por qué no efectuó cuestionamientos a la reforma de telecomunicaciones?, preguntó una reportera.
–La respuesta está en la carta que publiqué. ¿Por qué me avientas a mí en eso? Tú estás pidiendo opinión, respondió el director de Y tu mamá también.
Al final del encuentro, Cuarón recomendó a los reporteros y reporteras que se llevaran “el elefante a su casa”. Y se despidió sonriente.
Fuente : Proceso.
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