La afición mexicana en Fortaleza, Brasil. Foto: AP / Francois Javier Marit |
La investigación se abrió la semana pasada, debido a que la organización FARE consideró dicha expresión un insulto homófobo.
De inmediato, el entrenador de la selección mexicana, Miguel Herrera, desestimó la acusación. Sin embargo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) advirtió que dicha expresión implicaba una violación a los derechos humanos.
En un comunicado, la Conapred reprobó:
“El grito de ‘puto’ es expresión de desprecio, de rechazo. No es descripción ni expresión neutra; es calificación negativa, es estigma, es minusvaloración. Homologa la condición homosexual con cobardía, con equívoco, es una forma de equiparar a los rivales con las mujeres, una forma de ridiculizarlas en un espacio deportivo, que siempre se ha concebido como casi exclusivamente masculino. El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo; refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad”.
Fuente : Proceso.
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