Diego Luna muestra un ejemplar de Corrupcionario en el Senado. Foto: Germán Canseco |
La corrupción, dijo, “empieza por nosotros, pero ojo: nuestros legisladores tienen una responsabilidad mayor. Algunas personas nos dicen que la corrupción es un problema cultural, como si lo lleváramos en la sangre, por fortuna no es así”.
Al respecto, Diego Luna expresó que el de la corrupción “es un problema sistemático que nos atañe a todos” y no “como nos lo han querido decir, un problema cultural, como nos lo dijo el presidente (Enrique Peña Nieto)”.
De acuerdo con el actor, con Corrupcionario Mexicano “estamos haciendo un ejercicio que México necesita, que todos nos miremos al espejo y nos preguntemos cómo es que hemos dejado llegar las cosas hasta donde están”.
Según Luna, la primera lectura que hizo del Corrupcionario “me dio muchísima risa, me encontré carcajeándome; después empezó a volverse más personal y se me fue acercando hasta que el monstruo lo tenía enfrente y se parecía mucho a mí.
“Ahí ya no era risa, era una medio sonrisa amarga que leía ya un poco con tristeza y me empezó a dar una sensación de vergüenza”.
Legorreta hizo un llamado al Legislativo para que funcione como un verdadero contrapeso en un sistema de separación de poderes, y como un verdadero espacio de representación ciudadana.
A su vez, el senador perredista Zoé Robledo celebró la publicación del libro porque, dijo, “es hora de denunciar y de detener a todos los cuates que andan en puro compadrazgo prepotente, padroteando su fuero y salpicando con cinismo e impunidad la colmilluda, sus transas, sus moches, fondos, fideicomisos, cuotas y apoyos, carruseles, sobornos, desvíos y toda la parafernalia de corruptelas que ha dado una madrina a nuestro estado de derecho y a nuestro país”.
Luego los senadores, junto con Luna y el autor del libro, reconocieron al integrante de la Policía Federal Milton Morales Figueroa, quien se ha destacado “por su heroísmo, valentía y su ejemplaridad al combatir los secuestros”.
El policía federal manifestó: “En referencia al secuestro, al que combatimos nosotros, yo tengo familia y, créanme, siempre lo hago con cada una de las víctimas como si fuera lo mismo. Yo cuando libero a una víctima es una emoción que no puedo describir”.
Fuente : Proceso.
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