Realidad que no aceptan las autoridades |
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Ni la política de desinformación ni la estrategia mediática de ocultar información e investigaciones, ni el discurso triunfalista, tampoco la manipulación sistemática de estadísticas implementada en los primeros 11 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, pudieron ocultar las narcofosas llenas de cadáveres como en Jalisco y Michoacán, los decapitados, los desmembrados, los colgados, los incinerados, los ejecutados con tiro de gracia y otras matanzas ocurridas en el país, producto de vendettas y
enfrentamientos del crimen organizado y el narcotráfico.
Afortunadamente, institutos de ciencias forenses en los estados, organizaciones no gubernamentales, agrupaciones de derechos humanos independientes, medios locales de las entidades federativas, comunidades religiosas como la Arquidiócesis de Apatzingán en Michoacán, y familiares de víctimas que han fundado asociaciones civiles se dieron a la tarea de registrar las ejecuciones luego que el gobierno de Enrique Peña Nieto optó desde los primeros días por el trillado discurso de la “incidencia delictiva a la baja”.
La metodología implementada por Zeta desde el sexenio de Felipe Calderón, aplicada ahora en la administración de Enrique Peña Nieto, consiste, como todo trabajo periodístico de investigación, en confrontar la versión oficial publicada en el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y las procuradurías locales, incluidos los dichos del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el vocero Eduardo Sánchez, con los registros de ejecuciones que reportan mensualmente las instituciones no gubernamentales en cada uno de los estados.
A diferencia de las 17 mil 68 ejecuciones que contabilizó el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, basado en igual número de averiguaciones previas abiertas por homicidios dolosos, Zeta registró, en los primeros 11 meses de gobierno de Peña Nieto, 19 mil 16 ejecuciones hasta el 30 de octubre de 2013.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1936, ya en circulación)
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