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lunes, 24 de marzo de 2014

Arzobispo de León alerta sobre inseguridad; revela que fue asaltado

LEÓN, Gto. (proceso.com.mx).- Ante la incidencia delictiva que registran esta ciudad y el estado, el arzobispo Alfonso Cortés Contreras pidió a los sacerdotes del territorio que comprende la arquidiócesis del Bajío extremar medidas de vigilancia en los templos y en su propia seguridad, y reconoció haber sido víctima de un asalto hace un par de meses en una calle leonesa, cuando dos jóvenes le arrebataron una cadena mientras viajaba en un auto.
El arzobispo de León, Alfonso Cortés. Foto: AM de León / Gustavo Becerra
El arzobispo de León, Alfonso Cortés.
Foto: AM de León / Gustavo Becerra

“Les he recomendado a los sacerdotes que, sin cerrar los templos, haya gente al cuidado… ya cuando (la inseguridad) se extiende a los templos, a la casa, a la familia, es que algo está roto, que algo se está descomponiendo”, dijo el arzobispo este domingo, tras la homilía en la catedral de León.
Cortés Contreras reveló que ha sido testigo y víctima de al menos un par de hechos delictivos en los últimos meses. Uno de ellos fue una riña campal entre pandillas en la colonia Los Castillos, luego de que ofició una misa en el lugar.

El prelado debió permanecer a resguardo mientras afuera se desataba el enfrentamiento entre los integrantes de pandillas rivales, tras la cual el automóvil de uno de los sacerdotes que también se encontraba en el lugar sufrió destrozos, según narró.
El otro incidente ocurrió cuando viajaba en un automóvil con otras personas de la arquidiócesis, sobre el bulevar Mariano Escobedo, cuando debido al calor, bajó la ventanilla y vio a dos jóvenes que se acercaban en bicicleta.
El arzobispo creyó que pretendían saludarlo y se asomó del auto hablándoles, pero los jóvenes le jalaron una cadena y huyeron.
En el piso quedó tirado un pectoral que le regaló Benedicto XVI cuando lo nombró arzobispo, hace alrededor de un año, mismo que pudo recuperar.
Se dijo preocupado por la violencia, los conflictos entre pandillas, todo ello derivado “de la ignorancia”, señaló.
“El verdadero remedio es la educación. Los seres humanos no somos malos, somos ignorantes. Cuando hacemos el mal somos ignorantes”, señaló.
Fuente : Proceso.

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