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sábado, 19 de abril de 2014

Censura gobierno de Querétaro exposición que “ofendía a católicos”

QUERÉTARO, Qro. (apro).- El gobierno del priista José Calzada censuró una exposición de arte contemporáneo basada en iconografía católica del artista visual Valerio Gámez, montada en la Galería Libertad y que pertenece al Instituto de Cultura estatal, presuntamente por la incomodidad expresa del obispo Faustino Armendáriz, quien se dijo ofendido por la muestra.
La obra de Valerio Gámez, montada en la Galería Libertad. Foto: Crux I
La obra de Valerio Gámez, montada en la Galería Libertad.
Foto: Crux I

La exposición contiene piezas creadas por el artista gracias a un auspicio del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA), que es la instancia oficial del estado.
Con el título de Crux, la muestra fue inaugurada la noche del jueves 10 y estaba previsto que concluiría hasta el domingo 4 de mayo en este inmueble localizado en el andador Libertad, a unos pasos de la plaza de armas, en el centro de la ciudad.
Sin embargo, el miércoles 16 al mediodía, el vigilante encargado de la seguridad del recinto sacó a las
personas que estaban recorriendo la muestra y al propio creador, y cerró las puertas “porque tenía órdenes”.
La galería nunca había suspendido actividades en esta temporada.
El propio artista denunció en las redes sociales que la Secretaría de Gobierno del estado había clausurado sin explicación alguna la muestra.
“CENSURADA la exposición Crux en la Galería Libertad a petición del obispo de Querétaro. Las puertas de este espacio cultural fueron cerradas hoy sin previo aviso ni explicación”, publicó este jueves en su página de Facebook, donde muestra varias imágenes de las piezas de esta instalación, en la que Gámez hace su interpretación de diversos motivos religiosos, en una vertiente denominada “neobarroco”.
En entrevista vía telefónica con Apro desde su casa en esta misma ciudad, Valerio Gámez se dijo sorprendido y decepcionado por la medida tomada por el gobierno del priista José Calzada Rovirosa, pues su trabajo siempre ha tenido como característica la trasgresión de diversos elementos religiosos, como el tema de la Pasión de Cristo y la Virgen de Guadalupe, y había expuesto en varias ocasiones anteriores en los últimos 12 años sin que se le hubiera censurado, hasta ahora.
“Desde la primera pieza que hice (Tendencias guadalupanas en el 2000) hasta la fecha, las piezas han generado opiniones críticas. En ocasiones, eso ha sido parte del discurso, la trasgresión de la pieza y su activación al exhibirla, o en una temporada determinada. Pero nunca me habían censurado, ni siquiera en los dos sexenios en que el PAN gobernó Querétaro. Después de 14 años, es mi primera vez”, señaló.
La presencia de la obra de Gámez estaba programada desde hace dos años para esta galería.
Gámez comenzó sus estudios plásticos en el Instituto de Bellas Artes en la sede Querétaro (de donde es originario); posteriormente ingresó a La Esmeralda, de donde egresó en 2002, y viajó a Francia para asistir a la Escuela Nacional Superior de Artes, con una beca del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Comenzó a incursionar en las vertientes de arte efímero, arte objeto y arte acción desde el inicio de su carrera, lo que lo ha llevado incluso al diseño de modas y a la instalación en espacios públicos abiertos, y especialmente con temas religiosos.
“Era como un ejercicio muy personal: qué tanta censura me podía yo imponer desde el aspecto religioso –hizo estudios básicos en colegios católicos queretanos–, o si mis creencias estaban en crisis, hasta sentir esa posible agresión o controversia del espectador ante mis piezas. Me interesa mucho la reacción y tener una retroalimentación en ese sentido”, confía a Apro.
Gámez ha expuesto en otras galerías de Querétaro, incluyendo una muestra en la misma galería Libertad hace siete años, así como en colectivas en el Distrito Federal, Suecia, Francia y Canadá.
“Yo había estado presentando trabajo en Querétaro durante dos sexenios panistas y, aunque me llegaron comentarios de funcionarios y del anterior obispo, críticas normales por el trabajo, las cuales yo entiendo, pero aun con muchas reservas y preguntas nunca me habían clausurado ni una sola pieza ni un solo evento”, lamenta.
Cruces censuradas
Crux fue inaugurada en conjunto con otras dos muestras plásticas del IQCA. Pero antes de abrirla al público, fue colocado un letrero a la entrada para advertir a quien decidiera ingresar a ver la exposición, que ésta podría “herir susceptibilidades religiosas”.
“Se cuidó esa parte”, narró Valerio Gámez.
“El arte contemporáneo tiene que transgredir ciertos órdenes, soy consciente de eso, por eso me he presentado en escenarios donde ese marco debe dar esa calidad al discurso que presento. No es una ofensa, estoy dentro de un espacio cultural en el que las personas tienen la libertad de decidir y cruzar una puerta para ver mi obra”, acota.
En el recorrido se podían apreciar una serie de cruces barrocas diseñadas por el artista, para lo cual contó con el apoyo del propio Instituto de Cultura, luego de varios años de participar sin éxito en los concursos para obtener las becas, hasta que consiguió el apoyo.
“De entrada sólo era exhibir las cruces que realicé –siete– con el apoyo del instituto, y punto. Después, incluí otras piezas que ya había exhibido, como la Cama litúrgica –que estuvo en el Museo Universitario del Chopo– y otras piezas como Cruz rodante y Calzón litúrgico, que complementaban la exposición”, acota.
Esta última pieza es un calzón de hombre con una cruz barroca bordada en el frente, mismo que colocó sobre un maniquí cuya cabeza cubrió con un capuchón de los utilizados por los inquisidores o el Ku Klux Klan.
La invitación y la papelería para difundir la muestra “fue autorizada por Comunicación Social del gobierno del estado, porque la galería depende del IQCA”.
“El jueves 10 se inaugura; el periódico local Noticias saca una nota de que católicos ofendidos supuestamente escriben a la redacción. Luego entrevistan al obispo Faustino Armendáriz Jiménez, al vocero de la diócesis y a un diputado, y se sigue generando polémica, lo que a mí me pareció bien, lo entendí”, señala el artista.
El diario reproduce las declaraciones del vocero oficial de la diócesis de Querétaro, el sacerdote Saúl Ragoitia Vega, quien reconoció que no había visto la exposición.
“Somos muy respetuosos de la libertad de expresión. Siempre que hay alguna de esas expresiones es una oportunidad para reforzar los valores y principios católicos, lo que nosotros creemos y profesamos”, señaló.
Sin embargo, en la entrevista concedida por el obispo Faustino Armendáriz Jiménez, éste calificó la muestra como “una ofensa que nos lastima”.
“Monseñor Armendáriz Jiménez comentó que personalmente ha recibido comentarios al respecto, ‘en los cuales los fieles muestran su indignación por esta exposición’”, citó Noticias.
“Sin duda todo aquello que ofende a Cristo, a los símbolos cristianos, ofende a la comunidad. Nos solidarizamos en esta ofensa que nos lastima”, dijo el obispo al reportero, para luego exigir “respeto a los símbolos religiosos” y conceder la razón a los católicos que habían externado su incomodidad por la exposición”.
Pese a ello, en la misma nota Armendáriz Jiménez invitó a cada quien “a expresar con toda libertad si quería o no ver la exposición”.
A Valerio Gámez estas posturas le parecieron normales. Hasta creyó ver a un obispo moderado en sus señalamientos.
“Pero lo que ya no es permisible, creo, es que a mí el martes, a las tres de la tarde, un conocido que trabaja en gobierno del estado me avisa que la exposición la van a clausurar el miércoles al mediodía, por insistencia del obispo”, lo que efectivamente ocurrió.
El expositor nunca recibió un oficio, una carta, un aviso de que su muestra sería clausurada.
“Yo había expuesto hace siete años en esta misma galería, en esta misma temporada, porque parte de lo que busco es que si son exposiciones sobre la Pasión de Cristo, sean en esta temporada. En esa ocasión la exposición duró dos meses, no se cerró un solo día, y es del conocimiento público que la galería nunca había cerrado”.
Valerio Gámez no sabe qué va a pasar con la instalación.
“Estoy agotado. Para qué protestar si sabes que no va a pasar nada, y menos en Querétaro. Estoy muy desmoralizado, estoy muy sorprendido de que la hayan cerrado, ni siquiera pensé que lo fueran a hacer, no sé con qué argumentos, pero es claro un ejercicio vertical del poder, donde los dueños de las instituciones culturales no son los ciudadanos sino el gobernador y el secretario de Gobierno”, concluye.
Fuente : Proceso.

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