Autoritarismo. Cartón de Rocha |
Primero. Fiel al sofisma
priista, el modelo EPN busca recuperar el control del Estado en lo
político sobre los medios digitales, dejando a las empresas informativas
su libertad económica siempre que sus contenidos no rebasen el umbral
de tolerancia del gobierno, con algunas excepciones en materia de
crítica, bajo el argumento del ideólogo priista Jesús Reyes Heroles en
el sentido de que “lo que resiste apoya”. O como dice el Maquiavelo de
Joly: “Hoy en día, utilizar a la prensa, utilizarla en todas sus formas,
es ley para cualquier poder que pretenda subsistir. Hecho muy singular,
pero es así”. (Diálogos en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu).
Tercero. Con la Ley del Sistema Público de Radiodifusión
del Estado Mexicano se busca homologar contenidos en lo fundamental,
dejando espacios de crítica en lo accesorio. Lo que se crea no es un
órgano a imagen y semejanza de los estándares internacionales, pues las
decisiones las toma el gobierno por tener mayoría en la Junta de
Gobierno del Sistema, a la cual le asisten las principales atribuciones
para vigilar que los medios públicos “cumplan sus fines”.
Cuarto. Se teme que a través de los medios comunitarios e
indígenas puedan generarse redes de crítica y participación ciudadana,
así como conductas que entren en colisión con el modelo de EPN. Por tal
motivo, en la ley dichas emisoras son marginadas; se les reconoce
jurídicamente sólo a cambio de que sean imperceptibles, aisladas y
restringidas en lo económico, habida cuenta de los requisitos que
establece la Ley de Telecom, muchos de ellos discrecionales.
Quinto. La alfabetización mediática prevista en la Ley de
Telecom se convierte en un buen deseo, que separa la letra de la ley de
la realidad posible. Hace recordar la frase virreinal de “acátese, pero
no se cumpla”, con lo cual se alimentan la apatía, el miedo, la
indiferencia y la falta de razonamiento crítico de la mayoría de la
población, y ello a su vez favorece la existencia de un gobierno sin
contrapesos.
Sexto. En la Ley de Telecom, a los medios de comunicación
universitarios, ventanas usualmente abiertas a la crítica y a las
diferencias de percepción y de criterio sobre una gran diversidad de
temas, se les invisibiliza y condena a la desaparición o a una larga
agonía al quedar prohibido el uso de recursos públicos para su
mantenimiento.
Séptimo. En el ámbito de la transparencia se ha dado un
largo salto regresivo desde el punto de vista legal y conductual, toda
vez que la autonomía constitucional del IFAI quedó tocada por faltar a
su compromiso con la sociedad y buscar quedar bien con los políticos que
apoyaron las candidaturas de los comisionados que hoy forman parte de
ese órgano. En un estudio que estoy realizando en materia de seguridad y
procuración de justicia hice un gran catálogo de solicitudes en 2010,
las mismas que volví a hacer hace tres meses, aunque esta vez tanto la
calidad como la cantidad de las respuestas se redujeron en 45%.
Octavo. El sistema de gestión adoptado en materia de
transparencia consta de cuatro ventanillas, dos en sede administrativa y
dos en sede judicial, lo que orilla a los solicitantes a realizar una
larga travesía para lograr respuestas satisfactorias a solicitudes de
información pública en temas sensibles para el gobierno. Si antes los
usuarios de las leyes de acceso constituían una cifra imperceptible,
ésta será ahora más pequeña. En el mundo del absurdo, los mexicanos
pagarán más para saber menos.
Noveno. La debilidad del tejido normativo sancionatorio
abonará en perjuicio de los mexicanos que solicitan información y
denuncian delitos pero que, como respuesta de la autoridad, obtienen
silencio.
Décimo. La derogación de la figura de la inatacabilidad de
las resoluciones del IFAI, permitiendo que el consejero jurídico de la
Presidencia de la República pueda ahora acudir ante la Suprema Corte de
Justicia para litigar la negativa a brindar información pública, cierra
el círculo de este retroceso en perjuicio de la transparencia y la
rendición de cuentas.
En síntesis, el modelo EPN apuesta a la forma sobre el
fondo, a la recuperación del poder de la Presidencia bajo un esquema
autoritario y a combatir todo espacio que critique a su gobierno. Bien
lo dice Albert Camus: “Nada es más despreciable que el respeto basado en
el miedo”.
Fuente : Proceso
Autor : ernestovillanueva@hushmail.com
@evillanuevamx
www.ernestovillanueva.blogspot.com
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