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martes, 30 de septiembre de 2014

“La dictadura perfecta” le va a sonar conocida…

El lunes fue presentada en el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, la nueva película de Luis Estrada que se estrena hasta el próximo 16 de octubre.
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Corrupción, violencia, una élite política, otra élite artística, todos en la misma sintonía, funcionando a la perfección, creando la imperfección de un país en el que sus políticos están involucrados con los empresarios, los narcotraficantes, cubriéndose entre sí, para cumplir sus caprichos y conseguir sus objetivos. No vaya a creer que es la historia de México… es el entramado de la nueva película de Luis Estrada, “La dictadura perfecta“, que llegará a mil 200 salas mexicanas el próximo 16 de octubre.
Fiel al sello de la casa (La ley de Herodes,1999, El infierno, 2010) el filme deja atrás el romanticismo y
muestra escenas que vulgarizan situaciones que podrían parecernos hasta cierto punto conocidas en los últimos años.
La película toma a los personajes del México real, pero los moldea a su gusto.
Los protagonistas son un presidente, una televisora, un gobernador, un periodista veterano que da noticias a modo… ¿le suena?
Quienes tienen poder, no lo guardan en un cajón, sino lo usan en todo momento.
Con la televisión manipulan, y colocan en primer lugar a los personajes “que le entran”, a los que contratan un paquete de “marketing”.
Carmelo Vargas es un gobernador que busca la presidencia, pero se ve envuelto en un escándalo (vídeo-escándalos, ¿le suena, otra vez?) pero en esta ocasión recurre a una fórmula infalible: colocarse con la principal televisora para crear una imagen perfecta, hacer sobresalir cada una de sus acciones e incluso colgarse de un secuestro para salir bien librado y posicionarse “por la grande”.
En medio de esa travesía, se da muestra del servicio que da la Televisión Mexicana al actual presidente de la República (¿otra vez le suena?) y por supuesto al propio Carmelo Vargas.
La película rescata frases de mexicanos ilustres como el “¿y yo por qué?”, “no soy la señora de la casa”, además de que evoca el montaje del operativo contra la francesa Florence Cassez. 
La historia no sería lo que resulta, sin los ya probados Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Alfonso Herrera, Sergio Mayer, Saúl Lisazo, Silvia Navarro… que interpretan a aquellos que gozan y disfrutan de las mieles del poder y la impunidad.
Todo se desarrolla en aproximadamente 2 horas y media, en las que mantienen a los espectadores riendo e incluso aplaudiendo, ante una trama que en conjunto nos suena muy conocida.
Fuente : Aristeguinoticias.

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