MÉXICO, D.F. (apro).- En octubre pasado aumentó el número de mexicanos con empleo, pero todos los puestos de trabajo los absorbió la informalidad y la subocupación, según información difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Un vendedor de sandalias en Cuautla, Morelos.
Foto: Margarito Pérez
En efecto, en sus “Indicadores oportunos de ocupación y empleo” correspondientes al décimo mes del año, el instituto informa que la tasa de ocupación, como porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA), pasó de 94.9% en septiembre a 95.2% en octubre.
Un aumento en el empleo de apenas tres décimas de punto porcentual.
En consecuencia, la tasa nacional de desempleo observó una reducción en la misma proporción: Pasó de
5.1% de la PEA en septiembre, a 4.8% en octubre. Una baja en la desocupación de tres décimas porcentuales.
Buena noticia, aunque magra ante las necesidades de la población.
La mala, que el mayor número de empleos se fueron a la informalidad y/o fueron puestos de trabajo de poca calidad, sin prestaciones y mal remunerados, logrados por quienes ya tienen un empleo y necesitan de otro para satisfacer sus necesidades más elementales; al subempleo, pues.
De acuerdo con la información del Inegi, la tasa de subocupación, como porcentaje de la Población Ocupada, pasó de 6.5% en septiembre a 7.6% en octubre. Un aumento de 1.1 puntos porcentuales.
Pero con el agravante de que es la tasa de subocupación más alta en todo lo que va de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, según los indicadores del Inegi.
Y si la tasa de ocupación creció tres décimas de punto, contra el aumento de 1.1 puntos de la tasa de subocupación, quiere decir que la tasa de subempleo creció 3.6 veces el aumento de la tasa de ocupación.
Otro dato que ofrece el Inegi para mostrar el destino del aumento en el número de empleos es el que da sobre la informalidad laboral. Ésta se refiere –según definición del propio instituto– al “trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social”.
Resulta que en octubre, la tasa de informalidad laboral creció en la misma proporción, un poquito más, en que subió la tasa de ocupación y en la que se redujo la tasa de desocupación.
En septiembre dicha tasa fue de 57.8% de la población ocupada, mientras que en octubre fue de 58.1%. Es decir, un aumento de 0.33 décimas de punto porcentual, contra el aumento de tres décimas de punto en el empleo.
Además de que no ha cambiado la situación: Casi seis de cada 10 empleos en el país están en la informalidad.
Por otra parte, tampoco hay mucho que festejar con el aumento en la tasa de ocupación, pues se refiere a la tasa nacional, que incluye el campo y las ciudades. Porque la tasa de desocupación urbana –en las 32 principales ciudades del país– aumentó: Pasó de 5.8% en septiembre, a 5.9% en octubre.
Otro dato ilustrativo del mercado laboral que se desprende de la información que hoy difundió el Inegi es que el desempleo le pega mucho más a quienes tienen más estudios, lo cual indica, en consecuencia, que los trabajos que se crean son los peor remunerados y de baja calidad.
Según el Inegi, la tasa de desempleo entre quienes tienen apenas la primaria incompleta fue, en octubre, de 6.8%, mientras que para los trabajadores que tienen la primaria completa la tasa de desocupación fue de 15.8%.
Y el desempleo va haciendo estragos conforme aumenta la instrucción escolar. Así, entre quienes tienen la secundaria completa, la tasa de desocupación fue en octubre de 39% y para quienes tienen estudios de bachillerato y superior, la tasa fue de 38.2%.
Finalmente, el Inegi informó también sobre la tasa de desempleo por entidad federativa.
Resulta que en 19 estados se observó en octubre una tasa de desocupación más alta que la nacional, de 4.8%. El desempleo más alto se registró en el Distrito Federal (6.9%), Baja California Sur (6.8%) y Nayarit y Aguascalientes (6.3%).
En tanto, en las 13 entidades restantes la tasa de desocupación fue menor a la tasa nacional. Las que registraron el menor desempleo fueron Guerrero (1.8%), Campeche (2.9%), Oaxaca (3.1%), San Luis Potosí (3.2%), Chiapas (3.4%), Veracruz (3.5%) y Puebla y Michoacán (4%).
En efecto, en esas entidades es bajo el registro del desempleo, pero son las que tienen más alta tasa de informalidad.
Fuente : Proceso.
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