QUERÉTARO, Qro. (apro).- Un preso del penal de San José El Alto lleva 80 días apartado del resto de la población, en un módulo de 2 por 2.5 metros, por haber recabado firmas para solicitar que las autoridades penitenciarias repararan una bomba de agua, que hace meses no funciona.
Jaime René Fuentes López, acusado de homicidio en Querétaro. Foto: Especial
El interno es uno de los 29 presos de Jalisco que fueron recluidos el 13 de junio de 2013, acusados todos de disparar la misma arma que mató a un ejidatario, lo que el titular de la Defensoría de Derechos Humanos (DDH), Miguel Nava Alvarado, ha considerado “jurídica, material y humanamente imposible”.
El Consejo Técnico Interdisciplinario del Cereso determinó trasladar a Jaime René Fuentes López a un “módulo de vigilancia” como parte de “una medida preventiva y de seguridad”, pero ocultó el acta correspondiente cuando les fue solicitada por personal de Derechos Humanos.
El ombudsman solicitó en tres ocasiones medidas cautelares para este hombre: En un inicio al subsecretario de Gobierno, Francisco Alfonso Jiménez Campos; después al secretario de Gobierno, Jorge López Portillo Tostado, y finalmente al gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa.
Ante la indiferencia gubernamental, el ombudsman queretano emitió una recomendación el miércoles 8, la DDH/0168/2015/VP.
El organismo acreditó violaciones a los derechos fundamentales de acceso al agua, petición y respuesta, integridad, seguridad personal, seguridad jurídica, legalidad, igualdad ante la ley, trato digno, así como a los principios de progresividad, universalidad, interdependencia y pro persona.
El interno narró al personal de Derechos Humanos que permanece 22 horas encerrado con otros tres presos en un módulo de 2 por 2.5 metros del que sólo se le permite salir dos horas a un área de 10 por 10 metros.
También que ingiere sus alimentos en el mismo lugar donde duerme y hace sus necesidades fisiológicas; no se le permite trabajar, capacitarse y hacer deporte.
Personal de la Defensoría de los Derechos Humanos dijo que oficialmente la recomendación no ha sido aceptada y que la autoridad en cuestión tiene hasta finales de mes para dar una respuesta formal.
Consultado por teléfono, Jorge Fuentes Buenrostro, padre del interno, expuso que su hijo sigue aislado porque las autoridades actúan como si estuvieran mudas, sordas y ciegas.
“Lo tienen en una celda de castigo, pero de donde se fugó este señor Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, él tenía luz, tenía todo, todo, y ahí (a Jaime) nada más le dan dos horas de luz, de aire, y las demás la pasa encerrado; le dan de comer por debajo de la puerta, es una cosa espantosa. No sé si le tengan coraje a la gente de Jalisco que está encerrada”, lamentó.
En su opinión, si el gobierno de México hubiera vigilado a “El Chapo”, como a su hijo, el capo sinaloense no hubiera podido escapar.
Además de Jaime René Fuentes López otros 28 jaliscienses permanecen recluidos desde hace más de dos años en espera de que un juez les dicte sentencia.
Gloria Isabel Gómez Sánchez, hermana de Nicanor, uno de los internos que en conjunto con otros nueve promovió un amparo, narró que un día después de que “El Chapo” se fugó, a ellos les rechazaron su amparo.
“Me da coraje de que vea que personas que merecen estar ahí (en prisión), en realidad no. Están libres y sin ningún problema, y pues uno que anda batallando por conseguir justicia, no la obtenemos”, lamentó.
Para ella, el poderoso, el que tiene dinero, puede hacer lo que se le dé su gana.
Además del caso de Jaime René, apartado de la población desde hace 80 días, otro de los internos de este mismo grupo falleció en febrero pasado, debido a que tenía cáncer en el paladar que le era tratado con enjuague bucal.
Lo anterior derivó en otra recomendación, la DDH/0024/2015/VP.
Fuente : Proceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario