Seleccionar por tema

martes, 26 de julio de 2016

Nuevo manotazo del poder contra Aristegui

El jueves 21, la periodista Carmen Aristegui informó de una nueva andanada de MVS, cuyo dueño, Joaquín Vargas, ahora la acusa de daño moral y de paso demanda al conglomerado Penguin Random House suprimir el prólogo que ella escribió para el libro La Casa Blanca de Peña Nieto, publicado por esa casa editorial. La demandada solicitó al presidente Peña Nieto –quien días antes pidió perdón por “ese error”– que deje de “mecer esa cuna”.
Aristegui y su equipo denuncian "acoso y persecución judicial" por Casa Blanca. Foto: Raúl Pérez
Aristegui y su equipo denuncian "acoso y persecución judicial" por Casa Blanca. Foto: Raúl Pérez
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El presidente de MVS Comunicaciones, Joaquín Vargas, decidió escalar su conflicto judicial con Carmen Aristegui –a quien cesó en marzo de 2015 junto con un equipo de 25 reporteros y trabajadores– y la demandó por daño moral, junto a la empresa editorial Penguin Random House.
El querellante exige también al conglomerado editorial la supresión del prólogo de 43 páginas del libro La Casa Blanca de Peña Nieto. La historia que cimbró un gobierno, escrito por Aristegui.
La notificación de la demanda por daño moral les llegó a Aristegui y a la editorial el pasado 29 de mayo, aunque ellos la dieron a conocer públicamente el jueves 21 de junio, cuatro días después de que el presidente Enrique Peña Nieto pidiera “perdón, con toda humildad”, admitiendo que “en noviembre de 2014 la información difundida sobre la llamada ‘Casa Blanca’ causó gran indignación”.

Durante la promulgación de las siete leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, Peña Nieto afirmó: “No obstante me conduje conforme a la ley, este error (la adquisición de la Casa Blanca y la percepción pública en torno al caso) afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza del gobierno”.
Para Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el asunto de la Casa Blanca y las demandas contra Aristegui constituyen “un caso de altísimo interés público, sobre todo porque mereció una disculpa pública del propio presidente de la República de México”.
Entrevistado vía telefónica el viernes 22, Lanza sostiene: “Si bien el gobierno mexicano ha dicho que no tiene nada que ver con el despido de la periodista, nos llama la atención que se continúe con las demandas que pueden constituir una forma de hostigamiento”.
–¿Es contradictorio para la relatoría que el presidente mexicano pida disculpas y, por otro lado, MVS demande por daño moral a Aristegui? –se le pregunta.
–Exacto. Sobre todo cuando el propio primer mandatario confirmó que la investigación periodística tuvo un asidero y una verosimilitud. Sorprende que aparezca una nueva demanda. Esta demanda puede tener un efecto amedrentador.
–¿Es hostigamiento por parte de MVS contra Aristegui y contra otro medio de comunicación muy importante, como es la editorial Penguin Random House?
–Es un tema de debate público. Un medio de comunicación como MVS tiene la potencia de dar a conocer su posición y su versión a través de sus propios canales y no someter a la periodista a una serie de demandas mercantiles o civiles y menos incluir un pedido a la editorial para que suprima una parte fundamental de un libro.
Durante el encuentro del jueves 21 con reporteros en las instalaciones de Penguin Random House, el abogado Javier Quijano, quien ha llevado la defensa de Aristegui, precisó que después de que la justicia mexicana le denegó el amparo a la periodista, MVS ha presentado dos demandas mercantiles –una en un tribunal federal y otra en uno capitalino–, además de la reciente por daño moral. Estas demandas, dice, entrañan “un grave riesgo de afectación patrimonial” para la conductora.
“Carmen es objeto de una persecución política. Destruir el prólogo que escribió para el libro equivale a tomar los prólogos incómodos de todos los libros que se publican y quemarlos en una hoguera de la plaza pública. Ellos no pretenden que se corrijan los párrafos, sino que se cancele el prólogo.”
A su vez Lanza precisa que la relatoría prepara un informe y una opinión ante la propia CIDH, que deberá resolver en los próximos meses la demanda que los abogados de Aristegui presentaron en octubre de 2015 contra el Estado mexicano por “obstrucción de la justicia”.
Quijano precisó que decidieron acudir ante el tribunal de la CIDH después de que los jueces en México decidieran negarle el amparo a su cliente, quien argumentó que MVS, al ser concesionario de un bien de interés público, era equivalente a una autoridad pública, sujeta a amparo por sus decisiones que violaban la libertad de expresión y los derechos de las audiencias.
Los “párrafos malditos”
De acuerdo con la demanda por daño moral interpuesta por Joaquín Vargas, los párrafos del prólogo escrito por Aristegui que afectan la reputación del presidente de Grupo MVS son, entre otros, los siguientes:
“Personalmente lamento el derrumbe moral de Joaquín Vargas y el de sus hermanos, a quienes estimé mucho y sinceramente. Lamento también la carga moral que han transferido al resto de la familia Vargas. Son personas a las que conozco y aprecio desde hace muchos años. Por su perfil e historias propias, pienso que quienes no participaron en las acciones de censura y aniquilamiento no pudieron haber visto con buenos ojos lo que de tan mala manera hicieron a nombre de sus empresas contra los periodistas.
“Con Joaquín y Alejandro Vargas construimos el mejor y más independiente de los espacios de la radio en México. Forjamos juntos un modelo de referencia para ejercer con profesionalismo nuestra tarea. Un buen negocio, también, con los mejores niveles de audiencia. Siempre di por verdadero su compromiso y responsabilidad con los radioescuchas y los creí convencidos de que lo que hacíamos juntos, tanto la empresa como los comunicadores, era en beneficio de México.”
Líneas abajo Aristegui pregunta: “¿Dónde quedaron aquellos Joaquín y Ernesto Vargas de 2012 que enfrentaron a la Presidencia, denunciando presiones que confundían berrinches presidenciales con políticas en telecomunicaciones? ¿Qué fue de Joaquín, Ernesto y Alejandro Vargas en 2015, ahora con un gobierno del PRI? Haciendo a un lado biografía, prestigio y compromisos, aceptaron el papel de instrumento para asestar la puñalada con cobardía.
“Es insoslayable el hecho de que el 17 y 18 de septiembre de 2015 MVS obtuvo de forma expedita, por parte de un tribunal federal, dos fallos favorables en asuntos que estuvieron largamente en litigio: el must carry-must offer (que obliga a Televisa a permitir la retransmisión gratuita de su señal por parte de otras empresas, entre ellas Dish, filial de MVS), así como la concesión de una prórroga al uso de la banda de 2.5 Ghz.”
En estos párrafos, Aristegui recordó el episodio de la histórica conferencia de prensa de Joaquín Vargas, el 15 de agosto de 2012, cuando denunció y documentó las presiones que recibió en febrero de 2011 del presidente Felipe Calderón, del secretario del Trabajo, Javier Lozano, y de la entonces vocera de Los Pinos, Alejandra Sota, para que no recontratara a Aristegui, a cambio de que le refrendaran las concesiones de la banda 2.5 Ghz (Proceso 1868).
En aquella ocasión, Vargas mostró mensajes que recibió de Javier Lozano, el 13 de febrero de 2011, con las siguientes advertencias: “Hemos encontrado que tu proyecto de la 2.5 Ghz tiene méritos propios, pero si recontratas a la periodista (Carmen Aristegui) a tu proyecto se lo llevó la chingada y te olvidas de este gobierno, hasta su último día”.
Vargas advirtió que en agosto de 2012, en el ocaso del sexenio calderonista, Grupo Televisa y Calderón “mataron dos pájaros de un tiro”, ya que lograron que MVS saliera del mercado “que Televisa quiere avasallar” y “al mismo tiempo sancionaron a quien decidió no doblegarse ante las arbitrariedades de quienes intentaron acallar una voz tan crítica como incómoda”, en clara referencia a Aristegui.
Cuatro años después de aquel episodio, Joaquín Vargas no ha vuelto a salir a dar ninguna conferencia de prensa ni a aclarar nada sobre la expulsión de Carmen Aristegui y de su equipo, ni a explicar sobre las demandas que ha interpuesto contra la periodista y menos a comentar algo sobre el escándalo de la Casa Blanca.
El vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, Felipe Chao, confirma a Proceso que Joaquín Vargas presentó las dos demandas por daño moral contra Aristegui y la editorial porque en el prólogo del libro hay varias “imputaciones contra él, como que sucumbió a las componendas del poder”.
Y abunda: “No es interés de Joaquín Vargas el dinero sino que (Aristegui) compruebe lo que afirma y se retracte públicamente.
“Por lo que respecta a la parte de la editorial, es que se suprima el prólogo, en tanto se resuelva el litigio. No estamos pidiendo que se retire el libro de la circulación.”
“Difícil, disociar a la Presidencia”
Frente a la posición de MVS, Aristegui respondió que “este tipo de acciones de censura no se hacen públicas. Es a partir de la dinámica de los propios sucesos, de lo que se vivió con la salida, antes, durante y después y del propio antecedente que Joaquín Vargas dio cuando denunció las presiones de Calderón que escribo el prólogo”.
Ahí, agrega, “expongo mi punto de vista, mi vivencia y lo que ocurrió con un grupo de periodistas como el que tuve en MVS”.
–¿Ves una similitud entre lo que ocurrió con tu breve salida del aire en MVS en febrero de 2011 y lo sucedido después del reportaje de la Casa Blanca?
–Están los mismos ingredientes, pero con otro presidente de la República. Eso que Joaquín Vargas narró en voz alta y afirmó que lo habían amenazado no lo suponemos ni tú ni yo. Lo contó él mismo. Es una circunstancia similar.
–Sin embargo, el reportaje de la Casa Blanca tuvo una repercusión mucho mayor desde el punto de vista informativo…
–Son ingredientes idénticos en cuanto a la lógica del poder presidencial frente a los concesionarios. No es el mismo motivo de diferendo. En aquella ocasión hubo una sobrerreacción de Felipe Calderón ante la pregunta que lancé al aire. Ahora estamos hablando de un daño mayor a la Presidencia de la República, que el mismo primer mandatario ha admitido.
–¿Es atribuible al presidente de la República o al poder político la persecución judicial en tu contra?
–Es difícil no diferenciar esta andanada judicial del manotazo del poder. Constituyen un golpe de censura. La lógica de los hechos desde que se publicó el reportaje de la Casa Blanca no puede estar disociada de la Presidencia de la República. Es un continuum de hechos, es una sucesión de demandas que constituyen un claro hostigamiento judicial.
–Dice el vocero de MVS que no les interesa causarte un daño patrimonial…
–Eso es mentira. MVS dice que no le importa el dinero, pero en su demanda sí está el resarcimiento económico que tendrá que determinar un juez. Ahora es peor, porque desde que la Suprema Corte de Justicia eliminó el tope, el resarcimiento puede ser desde 100 pesos hasta 100 millones o, como en el caso de la demanda por daño moral de Humberto Moreira contra Sergio Aguayo, puede ser por 10 millones.
“Hay una clara intención de amedrentar, de hostigar a los periodistas y a los críticos; ese acoso y hostigamiento judicial no se pueden disociar de la Presidencia de la República. Si Peña Nieto es ajeno al asunto, que lo aclare.”
Aristegui, quien estuvo acompañada por los autores del libro La Casa Blanca de Peña Nieto (los periodistas Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Irving Huerta y Sebastián Barragán, quienes formaban parte del equipo de investigaciones especiales de la primera emisión de MVS), consideró que existe una “curiosa coincidencia” entre el video que ella subió en marzo de este año para anunciar la salida de un nuevo proyecto editorial independiente y la demanda por daño moral interpuesta en mayo.
–¿Existe alguna coincidencia entre la demanda por daño moral de mayo y el discurso del “perdón” de Peña Nieto del lunes 18?
–Es difícil saberlo. Nosotros decidimos dar a conocer esta demanda cuando vimos el discurso de Peña Nieto. Nos pareció inaudito. Por lo menos, es una esquizofrenia que Peña pida perdón a la sociedad y a los periodistas que dieron a conocer el caso se les persiga judicialmente.
El doctor Lorenzo Meyer, excolaborador en el programa de Aristegui en MVS, consideró que esta demanda por daño moral es una imitación de lo que ha hecho el presidente turco Erdogan para limitar la libertad de expresión.
“Estamos viviendo una especie de Turquía en chiquito. ¿Es eso lo que esperamos en México?”, se preguntó.
Daniel Lizárraga aclaró que durante la elaboración de este texto le pidieron su propia versión a MVS. Nunca respondieron a su solicitud.
Destacó también que en el capítulo cinco del libro, “Usted disculpe”, analizaron las 60 mil fojas del expediente de la Secretaría de la Función Pública sobre el caso de la Casa Blanca y descubrieron que no existe una sola referencia al origen del escándalo: el reportaje publicado el 9 de noviembre de 2014. Fue el propio Peña Nieto quien revivió el tema con su discurso.
En el video que presentó durante la conferencia de prensa del jueves 21, Aristegui increpó a Peña Nieto: “¿De qué perdón estamos hablando señor Peña Nieto? ¿Cuál es el verdadero alcance de sus palabras? ¿Pide perdón por la Casa Blanca y se sigue persiguiendo a los periodistas que la investigaron? ¿Pide perdón por la Casa Blanca pero no cesan los ánimos de venganza?
“Señor presidente, deje de mecer esa cuna”.
Fuente : Proceso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario