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jueves, 8 de septiembre de 2016

Columnas políticas 08/09: las razones de la salida de Videgaray

El cambio en la Secretaría de Hacienda muestra movimientos importantes dentro del equipo de Enrique Peña Nieto.  

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Fray Bartolomé en Reforma dice: “La caída de Luis Videgaray es el cambio más importante que ha tenido el equipo de Enrique Peña Nieto: se va el más cercano, el estratega, el que avasallaba al gabinete, el intocable. De nuevo, el Presidente se mueve por las decisiones de otros, no por las propias. Su gobierno es de reacción, no de estrategia. El propio Peña había dicho que no había plazos fatales para los cambios en el gabinete; la realidad es que éstos se dieron, no los decidió”.

Bajo Reserva en El Universal comenta: “La decisión de renunciar del hombre más poderoso del grupo del presidente Enrique Peña Nieto fue vista por integrantes del gabinete presidencial como un acto que permitirá curar las heridas que sangraron en los últimos años. Nos explican que la salida de Luis Videgaray de la Secretaría de Hacienda también es ponderada como una acción para evitar un mayor desgaste y golpeteo de la oposición política a la figura presidencial, afectada por la reciente visita a México del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump”.
Trascendió en Milenio asevera: “Que tras una larga conversación de madrugada con Luis Videgaray, el presidente Enrique Peña Nieto decidió aceptar la renuncia del ahora ex secretario de Hacienda, quien tomó esa decisión como un acto de responsabilidad política y coherencia frente a la crisis que desató la visita del candidato republicano, Donald Trump, ante la que el funcionario fue el primero en dar la cara. Se sabe que en Los Pinos se lamentó la decisión del hombre más cercano al Presidente, sobre todo porque durante su gestión México cerró 2015 con la inflación más baja de la historia y un aumento récord en los ingresos tributarios, además de haber sido el artífice de la reforma financiera”.
Frentes Políticos en Excélsior señala: “Después de aceptar la renuncia de Luis Videgaray como secretario de Hacienda y Crédito Público, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que asume de manera plena todas las decisiones que ha tomado a lo largo de su administración y que todas tienen como objetivo central beneficiar a los mexicanos. El mandatario nombró a José Antonio Meade como el relevo de Videgaray, quien fue criticado fuertemente tras la visita a México del republicano Donald Trump, pues se afirma que él tuvo la idea de invitar al candidato presidencial estadounidense”.
Raymundo Riva Palacio en El Financiero comenta: “Videgaray se reunió con el Presidente cerca de la medianoche en Los Pinos para presentar su renuncia con carácter irrevocable. Peña Nieto no quería aceptarla, pero la insistencia de su principal consejero en la última década, lo persuadió, como también lo hizo para invitar a Trump a México. Con él habló sobre el relevo idóneo, y dijo que junto con él renunciarían el subsecretario Fernando Aportela, su número dos en Hacienda, y Aristóteles Núñez, su eficiente jefe del SAT, que pese a que creció profesionalmente con Meade, estaba identificado con Videgaray”.
Lorenzo Meyer en Reforma analiza: “Para neutralizar la previsible reacción negativa en México a la presencia de Trump y ganar políticamente, era indispensable que EPN lograra que su invitado se retractara de manera pública de alguna o de todas sus opiniones y posiciones negativas sobre nuestro país y sus ciudadanos. ¿Pero quién en su sano juicio, con conocimiento, aunque fuese superficial, de la personalidad de Trump y de la naturaleza de la política electoral norteamericana, supuso que el personaje al que alguna vez EPN comparó con Hitler y Mussolini iba a retroceder o modificar públicamente sus pronunciamientos sobre los inmigrantes indocumentados mexicanos”.
Ricardo Raphael en El Universal apunta: “Luis Videgaray no renunció por haber promovido la visita de Donald Trump a México, sino porque su candidatura presidencial dejó de ser viable hace ya mucho tiempo. Está equivocado quien quiera ver esta salida de la Secretaría de Hacienda como una aceptación del error. El presidente Enrique Peña Nieto y algunos de sus colaboradores cercanos aún defienden, sin cuestionar, lo que Hilary Clinton calificó como un muy desafortunado incidente internacional”.
Julio Hernández López en La Jornada dice: “No fue etiquetado Videgaray Caso como el secretario expiatorio y ni siquiera se aludió de alguna manera a su papel como corresponsable ejecutivo de la visita ignominiosa de Donald Trump a México. Es decir, oficialmente se le removió por necesidades del servicio, por rediseño en las áreas económicas, pero no por culpa alguna. Nada que ver la crisis económica, el desempleo creciente, la reducción en las expectativas de crecimiento, la inflación, la devaluación acumulada del peso ni el restrictivo presupuesto de egresos que dejó listo para ser presentado hoy”.
Martha Anaya en 24-Horas explica: Si nos hubiéramos guiado exclusivamente por sus gestos, sus posiciones –a uno y otro lado del Presidente– y por sus expresiones corporales, habríamos asegurado que quienes salían del gabinete eran Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong. Sí, los dos poderosos funcionarios, los dos pilares del gabinete con equipos confrontados en disputa por la sucesión: Gobernación y Hacienda; Hacienda y Gobernación. Parecían haber tocado a su fin.
José Woldenberg en Reforma comenta: “Muchos se preguntaron entonces y se siguen preguntando cuál fue el disparador de la invitación, el motivo para hacerla, los objetivos que se buscaban. Y muy rápido empezó a circular la versión, al parecer cierta, que se trataba de una propuesta de la Secretaría de Hacienda para “mandar una señal de estabilización a los mercados y calmar los temores que existen sobre los impactos en la economía mexicana de un eventual triunfo del candidato republicano”.
Fuente : Aristeguinoticias.

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