Raymundo Tenorio, experto en economía y profesor e investigador del Tec de Monterrey, y Jonathan Heat, economista de la UAM Azcapotzalco, coinciden en que la renuncia de Agustín Carstens como gobernador del Banco de México, pese a haber sido sorpresiva, ya se sabía que buscaba una posición en una instancia internacional.
En la imagen, Raymundo Tenorio |
Calificó el momento de la renuncia de Carstens como “extraño” y “definitivamente sorpresivo”, no obstante consideró que la institución del Banco de México es lo suficientemente sólida para soportarlo “sin mayor problema.
“Ya había rumores, ya sabíamos que Agustín Castens desde hace mucho tiempo aspiraba a un puesto mayor, ya habíamos visto hace algunos años que luchó, contendió para el puesto del FMI contra Lagarde y sabíamos que siempre quería él proceder a una figura más allá que simplemente gobernador del Banco de México”, recordó.
Rechazó que la renuncia se deba también a diferencias con el gobierno federal: “Realmente no tiene diferencias con el gobierno, no tiene diferencias con Peña Nieto, simplemente es una decisión personal y él aspira a una cosa mucho más allá, ya fue secretario de Hacienda, ya fue gobernador del Banco Central, ahora ya quiere ser el gobernador de los bancos centrales y posiblemente aspira a ser el mero mero del Fondo Monetario Internacional”, comentó el economista de la UAM Azcapotzalco.
Aseguró que de hecho el anuncio de su salida con antelación quita sospechas y por el contrario da tiempo a escoger al mejor perfil.
A diferencia de Heat, Raymundo Tenorio opina que sí había diferencias e incluso hartazgo del titular de Banxico con la administración de Peña Nieto. Expuso que ésta se había hecho de forma reiterada en las juntas de gobierno y de forma más explicita en la conferencia a la que se convocó al día siguiente del triunfo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
“Los señalamientos del Banco de México han estado desde el excesivo déficit fiscal pasando por un llamado de atención a que el saneamiento de las finanzas de los organismos públicos o empresas productivas del Estado (…) así como el excesivo endeudamiento de nuestro gobierno requiriendo cada vez más financiamiento interno sobre todo pero también externo y esto pega obviamente a las cuentas externas del país”, expuso.
El experto en economía, en finanzas, en desarrollo regional y en competitividad del ITESM detalló que “esos señalamientos que ha hecho con su junta de gobierno han sido cotidianos y en esas reuniones de la junta de gobierno está sentado un representante de la Secretaría de Hacienda como para que tome nota de las observaciones de la junta de gobierno”.
Agregó que pese a la “política fiscal expansionista” que se justificó para empujar las reformas estructurales y que prometía un crecimiento de 4.9 por ciento, en realidad ahora “ni con reformas ni sin reformas vamos a crecer a un mediocre 1.8 por ciento“. Además tampoco se cumplió con el déficit cero, uno de los 13 compromisos del poder ejecutivo hecho el 12 de diciembre de 2012.
“Me parece que incluso los tiempos van a dar obviamente para que el Banco de México siga interviniendo en materia de política monetaria y que el relevo sea como él ha ofrecido terso, dando tiempo al poder ejecutivo que sea reflexivo en razón de la propuesta que va a hacer“, concluyó.
Fuente : Aristeguinoticias.
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