Una de las mujeres que protestaba el 2 de octubre. Foto: Octavio Gómez |
Entre los consignados hay caras conocidas, como Irene Pérez Villegas, Aztlalli Cabrera Prado, José Luis Ramírez Alcántara, El Chómpiras, y Christian Antonio Carmona Emmert. Todos ellos participaron en la toma de la Torre de Rectoría en abril pasado.
Además, El Chómpiras, es uno de los expulsados de la UNAM por arrojar bombas Molotov en el CCH Naucalpan en febrero, lo que provocó su expulsión de la UNAM. También estuvo presente en los hechos violentos registrados el 1 de diciembre, durante la toma de protesta del presidente Enrique Peña Nieto.
Irene Pérez Villegas también se encuentra en la lista de los alumnos expulsados del CCH, después de que el Tribunal Universitario determinó que participaron en los hechos violentos en la toma del plantel Naucalpan. Ellos dos, junto con sus dos compañeros, fueron enviados al reclusorio Oriente.
Pasado el mediodía fueron consignados al Reclusorio Preventivo Varonil Norte los detenidos que estaban en las fiscalías desconcentradas en Gustavo A. Madero e Iztacalco.
Ellos son Omar Ramírez Caballero, de 27 años; José Daniel Palacios Cruz, de 32; Ilia Adad Infante Trejo o llia Daniel Infante Trejo de 28, y Víctor Efrén Espinosa Calixto, de 29.
También Iribar Inarriaga Ramírez, de 36 años; Salvador Reyes Martínez, de 27, y Adrián Gutiérrez Miguel, de 27. Todos ellos fueron acusados de ataques a la paz pública, ultrajes y daño a la propiedad.
Con ellos se encuentra José Alejandro Bautista Peña, de 42 años, quien fue consignado de forma individual bajo la averiguación previa FIZP/IZP-6/T1/03905/13-10, por los delitos de ataques contra el ejercicio legítimo de la autoridad, lesiones y ultrajes a la autoridad.
Otros de los detenidos son Hugo Guillermo Mejía Ventura, César Uriel Cruz Elías, Carlos Hoshi Barquín Peña, Mario Alberto Malacara García, Andrea Melissa Sierra Vargas, Luis Cantuni Ponce Jiménez y otro sujeto, a quien sólo se hizo referencia como Héctor Leonel, fueron consignados al Reclusorio Oriente.
Los cinco menores de edad detenidos en la marcha se encuentran en libertad bajo las reservas de ley. Otros dos de los 27 detenidos fueron puestos en libertad, y hasta esta noche aún estaba pendiente que se definiera la situación jurídica de Andrea Melisa Sierra Vargas y Luis Cantuni Ponce Jiménez.
Además, hay otro detenido, identificado como Erick Daniel, quien no fue incluido en la averiguación previa. El término legal para definir la situación legal del resto vence esta misma noche.
Daniel Hernández, litigante de la Liga de Abogados 1 de Diciembre, afirmó que “los delitos que se les están fincando (a los detenidos) no son graves, salvo en el caso de narcomenudeo, porque existe el riesgo de que sea turnado a PGR”, pero si eso no ocurre, podrían salir bajo caución, confió.
Versiones de los familiares
Como ocurre en cada movilización donde se registran enfrentamientos, se acusa a las autoridades de realizar detenciones arbitrarias y esta ocasión no fue la excepción.
Adriana Prado, madre de Aztlalli, dijo que acudió el jueves pasado al MP a visitar a su hija y si bien admitió que participó en la toma de la rectoría, afirmó que esta vez su detención fue por “consigna política”, porque ni siquiera llegó a la marcha del 2 de octubre.
Según le contó su hija, la detuvieron junto con otros en un retén en 5 de Mayo e Isabel la Católica, alrededor de las 16:00 horas, y “les sembraron droga”.
Amigos de Alejandro Bautista afirman que él es un hombre tranquilo y que se enteraron de su detención porque envío un mensaje de celular a su amiga Guadalupe, en el que le decía: “Estoy en la 44, sáquenme de aquí”.
Según la joven, Alejandro no estudia y por el momento colabora en un colectivo que se llama En la Defensa de Coatlicue.
El papá de Luis Cantuni afirmó que su hijo y su novia Andrea Melissa acudieron a comer al Centro Histórico cuando fueron detenidos por un operativo de la policía capitalina.
Familiares de Mario Alberto Malacara contaron que, el joven de 21 años, viajaba en un microbús y, durante una revisión en 5 de Mayo e Isabel la Católica, fue detenido por granaderos.
Su mamá y su novia lo buscaron porque sabían que iba a ir al centro y hasta pasada la medianoche se enteraron que estaba detenido y que lo acusaban de portar droga. Mario Alberto dejó sus estudios y no trabaja y su familia afirma que no se dirigía a la marcha.
César Uriel Cruz y Carlos Hoshi sí iban a la marcha pero los agarraron antes de llegar, afirmó el hermano del primero de ellos. César va al Bachiller 20 y Carlos al CCH Sur, y ambos fueron detenidos en el mismo microbús en que otros jóvenes fueron capturados.
Familiares y amigos de los detenidos lanzaron una invitación a través de las redes sociales para realizar una marcha y exigir la inmediata liberación de sus compañeros.
A través de la página Proyecto Ambulante, publicaron un comunicado en el que justifican el proceder de los jóvenes durante la marcha:
“La rabia contra el actual estado de cosas genera que miles de personas se vuelquen a las calles a protestar contra las reformas estructurales que pretenden consumar un ataque más contra todos los trabajadores.
“En el contexto de una marcha que no sólo es conmemorativa de la masacre de 1968 sino que recoge el espíritu de las actuales luchas contra el capital; una vez más el Estado hizo gala del único elemento que lo sostiene: la violencia contra individuos y organizaciones que se mantienen en lucha”, advirtieron.
Y afirman que “con una saña como pocas veces se ha visto, fueron detenidos más de un centenar de compañeros que habían decido salir a las calles como forma de demostrar su repudio a dichas políticas”.
Los autodenominados anarquistas señalaron además que el “flamante gobierno de ‘izquierda’ de Miguel Ángel Mancera nada tiene que envidiar a las peores tácticas del PRI”, pues ordenó abusar, golpear y torturar a las decenas de detenidos, a la vez que obstaculiza sus procesos jurídicos con el fin de evitar su liberación.
Además, calificaron las acusaciones de ataques a la paz pública, ultrajes a la autoridad, lesiones, daños a la propiedad, narcomenudeo y pandillerismo como “ridículas”.
También afirmaron que “semejante despliegue represivo” no es más que “un contragolpe frente al ascenso incontrolable del conflicto social”.
Convocaron a una marcha a las 15:00 horas de este sábado 5 del Centro de Mando de la Policía Federal en Periférico Oriente a la Agencia 44 de la PGJDF en Iztapalapa, donde se encontraban algunos de sus compañeros antes de ser consignados.
“¡Presos anarquistas a la calle! ¡Abajo los muros de las prisiones!”, rubricaron su comunicado.
Fuente : Proceso
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