Tepito. La capital del comercio informal. Foto: Eduardo Miranda |
Es decir, la población que participó en aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas, pasó de 13 millones 677 mil en los últimos tres meses de 2012 a 14 millones 27 mil 211 personas en el mismo periodo del año pasado.
En otras palabras, se sumaron 350 mil 211 personas a laborar como taxistas, vendedores ambulantes o realizando oficios por su cuenta, como la carpintería, albañilería y plomería, entre otros. Eso sí, sin sueldo fijo, sin acceso a seguridad social ni prestaciones sociales.
Eso no es todo, de acuerdo con el Inegi, el empleo informal, o medición ampliada de informalidad, añade a la definición de trabajo informal las siguientes categorías:
El trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social.
“De esta manera, la medición de la ocupación en el sector informal se considera el punto de partida y un componente del cálculo de una medida más amplia: el empleo informal”, precisó el organismo presidido por Eduardo Sojo.
Y no sólo la informalidad creció. También lo hizo la población subocupada, que es aquella que declaró tener la necesidad de trabajar horas extra ante la insuficiencia de sus salarios.
Según el Inegi, en el periodo comprendido entre octubre y diciembre de 2013 se reportaron 4.1 millones de subocupados, quienes representaron 8.2% de las personas ocupadas, proporción mayor a la del mismo periodo de 2012, que fue de 8%.
Incluso, al eliminar el factor estacional, la tasa de subocupación como proporción de la población ocupada aumentó 0.07 puntos porcentuales frente a la del tercer trimestre de 2013.
Por otra parte, en el cuarto trimestre del año pasado la población desocupada en el país se situó en 2.4 millones de personas y la tasa de desocupación correspondiente (TD) fue de 4.6% de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, un menor nivel al de 4.9% del mismo trimestre de 2012.
Según el Inegi, “la ocupación presenta distintos grados de intensidad según sea la perspectiva desde la cual se le observe. Una de éstas es la que se refiere a la población con trabajo cero, que se ubica entre la población ocupada y la no económicamente activa; es decir, población desocupada, la cual no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición a hacerlo e hizo alguna actividad por obtener un empleo”.
En los últimos tres meses del 2013 la población de 14 años y más disponible para producir bienes y servicios en el país fue de 52.7 millones, de esa cifra un total de 50.2 millones que se encontraban ocupadas.
El 13.9% del total laboró en el sector primario; 24% en el secundario o industrial, y 61.5% tiene un puesto en el sector terciario de la economía.
En el mercado laboral mexicano las micro, pequeñas y medianas empresas son las que emplean a más personas; no son los grandes corporativos. Así lo muestran los datos:
Si sólo se toma en cuenta al ámbito no agropecuario (que abarca a 41.7 millones de personas), en el cuarto trimestre de 2013 unas 19.8 millones (47.5%) de mexicanos estaban ocupados en micronegocios; 7.5 millones (17.9%) lo hacían en establecimientos pequeños; 4.8 millones (11.6%) en medianos; 4.7 millones (11.2%) en establecimientos grandes, y 4.9 millones (11.8%) se ocuparon en otro tipo de unidades económicas.
Fuente : Proceso.
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