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domingo, 10 de mayo de 2015

Agreden en Chihuahua a grupo que protestaba contra funcionario acusado de corrupción

CHIHUAHUA, Chih. (proceso.com.mx).- Un grupo del movimiento Unión Ciudadana fue agredido por personas dirigidas por la lideresa seccional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Reyna Arellanes, cuando realizaban una protesta contra los presuntos actos de corrupción del secretario de Hacienda estatal, Jaime Ramón Herrera Corral.

                                                       
         Una de las manifestantes, Amalia Ferman, resultó con lesiones en el rostro. Foto: Especial

Los inconformes intentaron manifestarse afuera de las oficinas de Hacienda, ubicadas en el edificio Héroes de la Reforma, “para barrer toda la corrupción”, pero al llegar les impidieron el paso, ya que los guardias de seguridad colocaron dispositivos electrónicos. De inmediato llegó un grupo de agresores y arrebató las escobas a los manifestantes, encabezados por el activista Jaime García Chávez.



Los agredidos saltaron las barreras e ingresaron al edificio para protegerse, luego los miembros del grupo contrario comenzaron a arrojarles huevos, golpearon en el suelo a un hombre y a una mujer llamada Amalia Ferman.

Los agresores, llamados “porros de Duarte” por Unión Ciudadana, gritaban insultos a García Chávez, relacionados con extrabajadores de la empresa Aceros de Chihuahua, mientras que los agredidos no respondieron a los golpes.

La lideresa dijo que se llamaba Carolina Torres Rico, cuando su nombre real es Reyna Arellano, quien lanzó una botella con salsa a la cara de las personas que se manifestaban de forma pacífica.

Responsabilizan al gobernador

Óscar Hernández Pérez, integrante de Unión Ciudadana, escribió una carta al gobernador César Duarte Jáquez luego de que su pareja resultó lesionada durante la agresión.

El contenido de la misiva es el siguiente:

“Como seguramente lo sabrá (porque me tiene fichado por sus agentes de Gobernación y el fiscal afirma que es el gobernador más informado del país) usted no está en mis aprecios. En una relación gobernante-ciudadano eso es lo de menos, porque a final de cuentas lo que debe importarnos a los dos es el tipo de ciudadano que soy yo y la clase de gobernante que es usted. En mi balance personal, usted sale perdiendo. Pero eso es algo subjetivo. Lo
concreto reside en que, como mandatario de Chihuahua, usted no sólo ha errado el camino, sino que desde que asumió el poder usted escogió, a propósito, ese camino que hoy transita, el de la arrogancia, el del cinismo y su contracara la hipocresía, el de la corrupción.

“Yo le digo a usted que es corrupto no sólo por favorecer desde el erario el apoyo financiero a un banco del que ahora es socio mayoritario, de acuerdo a la denuncia penal que existe en su contra y de la que hasta ahora no ha atinado a ofrecer una explicación coherente, sino también porque, desde lo aparentemente nimio que le pueda parecer la vida cotidiana, ningún gobernante que se precie de serlo, es capaz de pasar por encima de sus gobernados, hacerse sentir el más poderoso del estado y afanarse en divulgarlo, autocomplacerse con la presencia de artistas de renombre,
distanciarse con su modo de vida de sus gobernados y luego ir a regalarles despensas para limpiar sus culpas –si es que las siente–, o simplemente mandar bloquear calles para que usted pueda caminar ‘libremente’.

“En verdad creo que usted no es un hombre libre. Usted es una persona atada a sus propias ambiciones políticas, legítimas de no ser por la enorme sombra que arrastra. Curiosamente, usted mismo ha tenido que autodestaparse para la presidencia de la república porque ninguno de sus subalternos, a los que humilla comparándolos con chanates, se había atrevido a hacerlo. En la cárcel que vive seguramente es difícil vivir consigo mismo y con el muladar de cosas que gravita sobre su conciencia, insisto, si es que ésta habita en su ser. Usted es un esclavo de sí mismo.

“Le restan dos años de gobierno y quizá por eso, por la coyuntura que padecemos (su deseo de convertirse en la cabeza de un nuevo maximato) se ha autodestapado. Pero seguramente también estará cierto de la cultura de utilitarismo, avaricia y oportunismo del que se alimenta su partido. La corrupción en su partido, como en muchos otros a los que usted hábilmente ha cooptado (terrible para una democracia), sí parece ser algo cultural.

“Usted se dice creyente y se excede al hacerlo notorio. De cualquier modo espero entienda las míticas palabras de un dios que es capaz de renovar todas las cosas. Los ciudadanos libres que habitamos Chihuahua desde nuestro nacimiento no tenemos ese poder y, como yo, tampoco nos es necesario. Pero los ciudadanos unidos sí podemos obligarlo a usted a que se retire de su puesto porque es un poder que nos han conferido las leyes mediante un pacto social que usted ha roto desde hace ya mucho tiempo. La convivencia entre muchos ciudadanos y usted, gobernador, está rota también desde hace ya mucho tiempo. Ni a usted le conviene tenernos como ciudadanos, créame, ni a nosotros nos conviene tenerlo ya como gobernador.

“Las agresiones que este día recibimos algunos miembros de Unión Ciudadana, a la que seguramente ya sabe que pertenezco, pero especialmente las lesiones que una de sus lideresas del PRI le profirió a mi pareja, hablan del tipo de gobernante que usted es. La nula intervención de sus policías y más aún la falta de criterio de estos para identificar a los agresores y a los agredidos, tiene un conveniente olor a complicidad, forzada lo sabemos, como ocurrió el pasado 28 de febrero. No hubo un sólo detenido o detenida. Por el contrario, hubo un intento de arresto sobre mi persona por parte de uno de sus agentes ministeriales por cuestionarle su falta de actuación, a pesar de que este agente fue testigo presencial, directo, visible y cercano, de las agresiones físicas que padecí. Mi pareja tuvo que ser atendida en un hospital donde el calvario no pudo ser diferente debido al oneroso costo de sus servicios en un sistema de salud de nivel popular.

“Yo lo hago a usted, César Duarte Jáquez, responsable de todo lo que pueda ocurrirnos, a mí en lo personal, a mis compañeros de Unión Ciudadana y a mi familia. Si usted fue capaz de enviar a las lideresas de su partido a golpearnos, lo creo capaz de mucho más. El acoso constante de sus agentes sobre nuestras actividades es apenas un atisbo de su poder. Las manifestaciones que como miembros de Unión Ciudadana seguiremos llevando a cabo será la muestra del nuestro”.
Fuente : Proceso.

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