Las portadas de los diarios nacionales destacaron la declaración presidencial
No señor Peña Nieto, no estamos del mismo lado. Usted -por si no se ha dado cuenta- ostenta la investidura presidencial de un país llamado México.
El acuerdo para ello es que nosotros le pagamos un sueldo oneroso para que -lo más responsablemente y libre de tentaciones vía sobornos y prebendas- gobierne un país entero, no en fragmentos, cómodamente conocidos; fue usted el que empeñosamente se esmeró en dirigir un país que a la luz de los nuevos tiempos, no conoce del todo. O conoce poco. O se empeña en ignorar.
Hace un año, elementos del Estado que usted dirige –usted es pues, permítame insistir en ello, el Presidente de la nación y el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, ergo: usted dirige un país -o debe-, llamado México-, desaparecieron a 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
Estudiantes de entre 17 y 25 años de edad provenientes de distintos puntos del estado guerrerense -12 son de Tixtla, municipio al que pertenece “el Lugar de las Tortugas” si traducimos la toponimia nahuatlaca-, y otros tantos provenientes de otros estados de nuestra muy golpeada República mexicana.
Este 26 de septiembre de 2015 se cumplen 365 días sin saber de su paradero. 363 días antes de que se complemente la primera vuelta al sol de ese funesto día en el que la violencia que nos habita se ensañó con un grupo de estudiantes con los resultados ya conocidos -43 desaparecidos, y seis personas asesinadas, entre ellas los normalistas Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón; David Josué García Evangelista, jugador del equipo de futbol Avispones; Víctor Manuel Lugo Ortiz, chofer de autobús y Blanca Montiel Sánchez, una mujer que viajaba en un taxi durante el ataque de los policías de Iguala. Sin olvidar a los normalistas heridos: Aldo Gutiérrez Solano, de 19 años, quien tras recibir un disparo en la cabeza tuvo un infarto cerebral y se encuentra en estado de coma; así como Édgar Andrés Vargas de 19 años, quien recibió un balazo en la boca que le destrozó el maxilar superior y la base de la nariz-, usted dice a los padres, y nos dice también a nosotros, que estamos del mismo lado.
Día a día, los padres se van desgastando en la búsqueda de aquellos que fueron sus sueños, amores y frutos. No así la memoria. Mañana es el inicio de una larga marcha por los desaparecidos de nuestro país, que en contradicción a la verdad histórica sostenida por su equipo (que pagamos con nuestros impuestos) y a decir del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (que también pagamos con nuestros impuestos) no fueron quemados en el basurero de Cocula.
Cuando hay tantas versiones acerca de un mismo suceso, indudablemente alguien está mintiendo.
¿Por qué se ocultaron institucionalmente pruebas que nos darían luz al respecto?
¿Por qué se nos ocultó que las policías municipal, estatal, ministerial, militar estaban al tanto vía C4 (Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo), de todo lo que estaba aconteciendo la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del año pasado?
¿Por qué no se intervino para parar el estruendo y el rastro de sangre de las balas?
¿Por qué no se detuvo a los que se llevaron a aquellos que hoy, desde el silencio, acusan a su equipo de gobierno de desaparición forzada?
Decir que estamos del mismo lado equivale a hacernos partícipes de las mentiras y los engaños que parece, intentan ocultar o enturbiar la verdad. ¿A quién beneficia el encubrimiento?
No, señor Peña Nieto no estamos del mismo lado por una sencilla razón: nosotros no nos estamos ocultando ni somos un Presidente que nos debe explicaciones. Nosotros queremos conocer la verdad y al mismo tiempo buscamos justicia para un país que no da visos de salir de la espiral de violencia en que se ha visto sumergido los últimos años. Y estamos pagando por eso. Por ella, por la verdad, y por ellos, marcharemos mañana (26 de septiembre). Están todos invitados. Ubique su ruta.
Fuente : Aristeguinoticias.
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