Rechaza CCE que México esté en recesión; atraviesa “profunda desaceleración”

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, rechazó que México esté en recesión y explicó que la economía mexicana atraviesa por una “profunda desaceleración”.

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Luego de participar en una cumbre sobre negocios verdes organizada por el Tecnológico de Monterrey, el dirigente señaló que el sector empresarial espera un crecimiento cercano al 2 por ciento en el último trimestre del año, pero reconoció que aún de concretarse, la suma de esa cifra con lo registrado en los trimestres previos dará un crecimiento total no mayor a 1.5 por ciento el término de 2013.

“Sí tenemos un proceso de desaceleración muy importante que tenemos que revertir”, indicó el empresario pese a que el viernes pasado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el “indicador coincidente”, que mide el desempeño de la economía, se encuentra por debajo de su tendencia de largo plazo, lo que de acuerdo con la definición del organismo oficial marca el estado de recesión económica.

“Lo que hay es una desaceleración muy significativa pero no estamos en recesión porque esperemos que el último trimestre del año crezca y mientras haya crecimiento, aunque sea menos como nosotros esperamos por lo menos del 1.5 por ciento, pues no hay recesión. Recesión es cuando precisamente no generas crecimiento. Sí hay una desaceleración y yo creo que hoy lo principal que tenemos es cómo revertimos esta desaceleración y cómo la podemos transformar en crecimiento”, puntualizó.

Durante su participación en el foro, Candiani se pronunció en contra del impuesto al carbono planteado en la propuesta de reforma hacendaria presentada por el Ejecutivo y señaló que de aplicarse implicaría un incremento de 4 por ciento en las tarifas eléctricas para la planta productiva nacional.
Adelantó que el empresariado espera concluir entre hoy lunes y mañana martes las reuniones que han estado sosteniendo con el secretario de Hacienda para revisar los puntos de la reforma que incomodan a los empresarios, como es el impuesto personas morales de 10 por ciento a dividendos, que aunado al 10 por ciento en la participación de los trabajadores en las utilidades (PTU) de las empresas y al 30 del impuesto sobre la renta (ISR) suma 47 por ciento por efecto del dividendo.
También habló de que la Secretaría de Hacienda ya había hecho compromisos concretos con los empresarios, pero luego explicó que será el Congreso el que tenga la decisión final sobre las modificaciones que finalmente se hagan a la propuesta presentada por el Ejecutivo.
Con información de Juan Carlos Miranda (La Jornada e Impunemex )