Enrique en Cochoapa El Grande. Foto: Presidencia |
Con dos horas de retraso, el mandatario arribó a la cabecera de este municipio enclavado en la zona mixteca de la región de la Montaña, donde un hombre se acercó a la valla metálica que se utiliza para resguardar al presidente para cuestionarle la polémica reforma educativa.
“Mire cómo estamos aquí nosotros, en qué condiciones, y nos quiere evaluar con una perspectiva sancionadora y no estamos de acuerdo”, reprochó el hombre a Peña Nieto.
De inmediato, elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) interceptaron al inconforme, pero el mandatario intervino y le dijo que los mecanismos de evaluación no atentan contra los derechos laborales de los docentes.
Poco después, Peña Nieto se dirigió al auditorio municipal donde encabezó una reunión con indígenas y entregó apoyos de la Cruzada contra el Hambre.
Previamente, cerca de las 10:00 horas, funcionarios federales que se desplazaban en una camioneta de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) arrollaron y mataron a un menor de edad, que resultó ser sobrino del alcalde priista de Cochoapa, Luciano Moreno López.
Autoridades ministeriales y municipales intentaron ocultar el hecho para que la gira presidencial se desarrollara sin incidentes.
El cadáver del menor fue trasladado a la casa del padre del edil priista, ubicada cerca del auditorio donde Peña Nieto anunció programas de seguridad social y alimentaria para esta zona marginada.
Cinco horas después, peritos y agentes ministeriales de la Procuraduría General de Justicia Estatal (PGJE) realizaron diligencias al interior de la precaria vivienda.
Enseguida, este reportero arribó al lugar y tomó fotografías del hecho que se manejaba con hermetismo.
La acción molestó a las autoridades ministeriales, quienes ordenaron a policías municipales retirar del lugar al corresponsal de Proceso.
Incluso, una persona que se identificó como “jefe de seguridad” obligó a este reportero a borrar del celular la imagen del atropellamiento del menor.
La situación se tornó tensa cuando otros funcionarios municipales exigieron que el corresponsal entregara su celular; al rehusarse, incluso se buscó detenerlo.
El reportero argumentó que las autoridades municipales estaban incurriendo en una irregularidad al pretender despojarlo de su equipo de trabajo.
Mientras los policías municipales discutían entre ellos en su lengua, el corresponsal se retiró del lugar al percibir que no había garantías para realizar su trabajo.
Sin embargo, los policías municipales encabezados por quien se ostentó como el jefe de seguridad intentaron nuevamente detener al reportero.
Más aun, lo persiguieron por el centro del poblado hasta que este corresponsal abordó un vehículo y salió del lugar.
Este hecho evitó que Proceso recorriera las 383 viviendas que el gobierno federal dijo que construyó en Cochoapa, así como unos 500 comedores comunitarios que presuntamente se instalaron en la entidad para atender a la población marginada.
Fuente : Proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario