El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza. Foto: Eduardo Miranda |
En entrevista con Joaquín López Dóriga, el titular de la SCT reveló que el presidente Enrique Peña Nieto “cree que este proyecto tan importante para México no sea cuestionado y tenga claridad absoluta. Por eso esperamos en la nueva licitación, que saldrá en unos días o semanas más, haya más participación de los fabricantes de trenes”.
El proyecto, que involucra recursos por 50 mil 820 millones de pesos, apenas se había asignado el lunes 3 a un consorcio de empresas chinas y las mexicanas GIA+A, de Hipólito Gerard, cuñado del expresidente Carlos Salinas; Constructora Teya, de Juan Armando Hinojosa, empresario consentido del peñismo, y Prodemex, de Olegario Vázquez Raña.
Previo a ello, La SCT había negado que la licitación ahora revocada hubiese estado dirigida para favorecer a las empresas ligadas a Peña Nieto y a Salinas de Gortari.
“No hay un sólo constructor de puertos o de trenes que sea mi amigo y no sé de ninguno que haya hecho un acto de influencia para estar participando en esto. No puedo decir nada más porque lo desconozco”, puntualizó el titular de esa dependencia, Gerardo Ruiz Esparza.
En declaraciones a Radio Fórmula, el funcionario sostuvo que la obra sería realizada por un consorcio de empresas encabezada por China Railway Construction, la cual contará, detalló, con la participación de Constructora y Edificadora GIA+A (GIA), propiedad de Gerard Rivero, cuñado de Salinas de Gortari; CSR Corporation Limited; Constructora Teya; GHP Infraestructura Mexicana, y Promotora y Desarrolladora Mexicana (Prodemex). Estas últimas fueron las consentidas de Peña Nieto durante su paso por el gobierno mexiquense.
Según Ruiz Esparza, la empresa china –único consorcio que presentó oferta luego de que 16 empresas se “disculparon” de no participar en el concurso– fue la que eligió trabajar con dos empresas francesas y dos mexicanas, y el gobierno nada tuvo que ver en esa decisión.
“Fue el consorcio chino, simple y sencillamente conocían y habían trabajado con ellos, tuvieron las bases para tomar la decisión; ignoro plenamente la razón para elegir estas u otras más. Son ellos quienes pueden responder una pregunta de esa naturaleza”.
Incluso acotaría:
“Siempre hay una injerencia en mayor o menor grado porque quienes están al frente de esas empresas es gente que ha trabajado desde hace muchos años y está normalmente cerca del gobierno. Siempre hay una gente conocida (…) Puedo empezar a mencionar nombres y todos los que mencione simple y sencillamente serán personas conocidas a los que se les puede asignar una relativa amistad con alguien”.
De acuerdo con el secretario de Comunicaciones y Transportes, el proyecto incluiría a una empresa española de clase mundial para apoyar en las auditorias y quien estará supervisando los pasos a seguir durante el proyecto. “Tratamos de darle a la sociedad confianza (pero) siempre va a haber este tipo de comentarios con quien sea”, admitió.
Empresas como la española CAF, encargada de la construcción de líneas de Metro a nivel internacional, así como otras de la misma jerarquía como la japonesa Mitsubishi, la canadiense Bombardier, la francesa Alstom, la alemana Siemens o las mexicanas ICA y Carso, esta última propiedad de Carlos Slim, enviaron cartas a la SCT para argumentar que fue “insuficiente” el tiempo otorgado para elaborar sus propuestas.
La SCT les respondió que el plazo que se dio (60 días naturales) fue tres veces más grande que el establecido por la ley, que es de 20 días.
El pasado lunes, la dependencia dio por ganadores para la construcción del tren de alta velocidad México-Querétaro al único consorcio que presentó oferta.
Incluso, durante la ceremonia de fallo, Ruiz Esparza dijo que en esa licitación, ahora desechada, se cumplió estrictamente con la normatividad y legislación vigente.
El funcionario afirmó que en la SCT se ha ejercido el presupuesto “con prontitud y responsabilidad”, y destacó que a nivel mundial generalmente “son pocos” los participantes en licitaciones de trenes, y puso como ejemplo que para la subasta del tren México-Toluca se recibieron sólo tres.
Además, justificó en ese momento, se contrataría con una firma internacional para que audite de forma permanente el desarrollo de la obra y el uso de los recursos.
Por su parte, el director general de Transporte Ferroviario y Multimodal de la SCT, Pablo Suárez Coello, argumentó que de las 16 empresas que se disculparon de participar en la licitación, sólo tres eran fabricantes de material rodante, y aseguró que hubo información suficiente sobre el proyecto y también tiempo, además de que se celebraron reuniones con todas las empresas que lo solicitaron en repetidas ocasiones.
La constructora Teya, una de las compañías mexicanas que integra el consorcio que se perfilaba para construir el tren de alta velocidad México-Querétaro, forma parte del grupo empresarial que rentó aeronaves para la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
Constructora Teya es una de las filiales de Grupo Higa, perteneciente al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, quien también es propietario de Eolo Plus, la compañía que rentó helicópteros y aviones al PRI para la campaña presidencial de Peña Nieto.
Por la renta de las aeronaves a Eolo Plus, el PRI nacional pagó 26 millones de pesos, de acuerdo con documentos entregados vía transparencia por el extinto Instituto Federal de Electoral (IFE) a Noticias MVS.
El 1 de diciembre de 2012, horas después de que rindió protesta ante el Congreso, Peña Nieto presentó en Palacio Nacional 13 grandes proyectos a los que llamó “decisiones presidenciales”.
La novena de ellas fue impulsar cinco planes para regresar los trenes de pasajeros a la infraestructura nacional, entre los que incluyó al tren rápido México-Querétaro: “En México volveremos a tener trenes de pasajeros para conectar nuestras ciudades (…) He ordenado al secretario de Comunicaciones y Transportes arrancar en 2013 la construcción del tren México-Querétaro”.
Constructora Teya tiene una larga historia con el gobierno del Estado de México, cuando Peña Nieto fue gobernador de la entidad. En 2009 ganó un contrato por más de 7 mil 38 millones de pesos para edificar, operar y dar mantenimiento al Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango.
Esta obra fue contratada bajo el esquema de “Proyecto de prestación de servicios”, que se acabará de pagar hasta 2027.
Pero hubo más contratos del Estado de México a favor de Constructora Teya. Por ejemplo, la Junta de Caminos de la entidad le encargó la construcción de obras viales en el bulevard Aeropuerto, en la ciudad de Toluca, por la que se pagaron 575 millones de pesos.
A Teya también le fue encargada la rehabilitación de la carretera a Chalma por casi 127 millones de pesos, entre otras obras.
Otras filiales de Grupo Higa, como Mezcla Asfáltica de Alta Calidad y Concretos y Obra Civil del Pacífico, también ganaron diversos contratos con la administración de Peña Nieto en el Estado de México.
Prodemex es el brazo constructor de Olegario Vázquez Raña, también dueño de Grupo Empresarial Ángeles, que controla los hoteles Camino Real, los hospitales Ángeles, el Grupo Imagen Multimedia, así como el periódico Excélsior, el canal de televisión Cadena Tres y Grupo Financiero Multiva.
Su hijo Olegario Vázquez Aldir tiene los derechos de Los Gallos Blancos, equipo de futbol que pertenecía a Amado Yáñez, a quien se le sigue una investigación por presunto fraude de su empresa Oceanografía a Banamex.
Hipólito Gerard Rivero es el director de la compañía GIA+A, que tiene su sede en la Ciudad de México. Se fundó en julio de 1996 como Grupo Ingeniería Arquitectura y Asociados. Al principio se dedicaba a la construcción de casas-habitación, pero ha ampliado sus negocios a la infraestructura, la construcción pesada y la arquitectura, entre otras actividades, de acuerdo con su página de Internet.
En 1997 hizo una alianza con Harza Engineering, una empresa de ingeniería con sede en Chicago. En 2002, Harza se fusionó con Montgomery Watson, por lo que GIA se convirtió en socio de esta última.
Entre las obras que han realizado destacan: el primer centro comercial “El Dorado” en San Luis Potosí; el edificio corporativo Torre Blanca, de Santa Fe, y el diseño del complejo Chrysler-Mitsubishi-Mercedes Benz.
Algunos de sus clientes más importantes han sido Movistar, General Motors, FedEx, Apple, Dell, Volkswagen, Sony, Price Shoes, FAMSA, Microsoft, P&G, L’Oreal, Volvo y Airbus, entre otros.
La compañía ya ha sido contratada otras veces por la SCT para la construcción de carreteras y otras obras. Fuente : Proceso.
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