LONDRES (apro).- El pasado 3 de diciembre se cumplieron exactamente treinta años desde la catastrófica fuga durante tres días de gases tóxicos de la fábrica de pesticidas estadunidense Union Carbide, ocurrida en la localidad de Bhopal, en el centro de India, que provocó la muerte de al menos 22 mil personas y el envenenamiento de más de medio millón.
La fábrica de pesticidas estadunidense Union Carbide, en Bhopal. Foto: CSE India
Miles de personas que sobrevivieron al desastre, y sus descendientes, sufren en la actualidad de problemas de salud, desde dolencias respiratorias hasta enfermedades cardiovasculares y nerviosas.
Es más, la contaminación generada por las sustancias químicas que quedaron en la fábrica abandonada sigue representando un grave riesgo para la salud de la comunidad local.
Aunque el mes pasado el gobierno de India accedió a aumentar la demanda de indemnización por varios millones de dólares contra Union Carbide por la fuga de gases tóxicos de 1984 y prometió revisar la cifra de muertos y heridos por los que pide indemnización de acuerdo con datos científicos, investigaciones médicas e informes hospitalarios, la compañía de pesticidas sigue negándose a comparecer ante los tribunales indios.
Supervivientes y activistas critican desde hace décadas al gobierno indio por el cálculo muy a la baja del número de muertos y heridos que efectuó en una petición de reparación contra el acuerdo extrajudicial con Union Carbide de 1989.
El gobierno de Nueva Delhi cifró en 5 mil 295 el número de muertes, en 4 mil 902 el de personas con incapacidad permanente y en 42 el de heridos graves.
Los activistas reclamaban que en la petición figuraran 22 mil 917 muertes, 508 mil 432 casos de incapacidad permanente y 33 mil 781 el universo de heridos graves.
El gigante corporativo estadunidense Dow Chemicals, propietario de Union Carbide desde 2001, se ha negado a obligar a su filial a volver a India para enfrentarse a los cargos pendientes de homicidio culposo.
Ambas empresas se niegan a pagar la limpieza de la contaminación del lugar, que sigue estando afectado a pesar del tiempo que pasó desde el desastre.
Al cumplirse tres décadas desde aquella catástrofe, el grupo defensor de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) publicó en Londres un extenso informe titulado “Bhopal: 30 años de lucha por la justicia”.
El documento destacó que Bhopal, antaño conocida como “La Ciudad de los Lagos” por su belleza natural, se convirtió desde 1984 en el escenario de uno de los peores desastres industriales de la historia.
“El 3 de diciembre de 1984, una fuga de gases tóxicos en la ciudad del centro de India mató y envenenó a decenas de miles de personas. Treinta años más tarde, esa tragedia se ha convertido en un parodia de derechos humanos, con supervivientes y activistas que siguen luchando sin descanso por justicia”, indicó el informe.
“Los protagonistas de esta batalla han tomado características míticas: David y Gloiath vienen a la mente. Por un lado hay miles de supervivientes de la fuga de gases tóxicos, y por el otro, las corporaciones multinacionales Union Carbide y Dow, junto a los gobiernos de Estados Unidos e India, que los protegen de forma efectiva”, señaló.
El documento indicó además que la historia de lo que ocurrió en Bhopal, y la lucha que continúa por tres décadas “debe ser contada por aquellos que la vivieron, los supervivientes y los activistas”.
Amnistía acompañó su informe con una consulta pública a más de un millar de entrevistados, que reveló un claro apoyo de la opinión pública, tanto en India como en Estados Unidos, para que Union Carbide comparezca ante el tribunal indio por el desastre de la fuga de gas de Bhopal.
En el 30 aniversario del desastre, la encuesta, realizada por la consultora YouGov para AI, concluyó que nada menos que 82% de las personas entrevistadas en India querrían ver comparecer a Union Carbide ante los tribunales indios por su papel en la fuga de gas de la planta de Bhopal.
Aunque el número de personas consultadas en Estados Unidos que manifestaron su opinión era más reducido, casi dos tercios de quienes sí lo hicieron (62%) estaban de acuerdo con esa petición.
Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, hablando desde Bhopal tras una visita al lugar de la fuga, sostuvo que la encuesta “muestra un veredicto claro de la opinión pública. No se ha hecho justicia por Bhopal, y la gente ya no está dispuesta a tolerarlo”.
“Es un auténtico ultraje contra los habitantes de esta ciudad que una empresa extranjera acusada de delitos graves no haya comparecido ante un tribunal indio”, agregó.
Union Carbide se enfrenta a cargos de homicidio culposo en India a causa de la fuga de gas. En 1992, un tribunal penal de Bhopal declaró a Union Carbide “prófuga de la justicia”, tras la incomparecencia de la empresa para responder de los cargos.
Aquel fue el primero de los numerosos intentos de eludir la acción de la justicia. En los últimos seis meses, Dow Chemicals, propietaria de Union Carbide desde 2001, no ha comparecido en dos vistas judiciales en Bhopal.
De acuerdo con la encuesta de AI, realizada entre mil 011 personas que viven en zonas urbanas de India y entre mil personas adultas en Estados Unidos, hay un fuerte apoyo en ambos países respecto a que los gobiernos estadounidense e indio garanticen que Union Carbide rinde cuentas por el desastre de Bhopal.
Un 70% de las personas consultadas en India y 45% de las encuestadas en Estados Unidos creen que el gobierno estadunidense debe contribuir a que la empresa rinda cuentas, frente al 24 y 30%, respectivamente, que consideran que no debe hacerlo.
Según Shetty el resultado del estudio “debería ser una llamada de atención al gobierno estadounidense, que hasta ahora, en la práctica, ha proporcionado refugio a Union Carbide”.
“Estados Unidos jamás toleraría que una empresa de propiedad extranjera eludiera la rendición de cuentas por los estragos causados en su territorio; sin embargo, no parece preocuparse tanto cuando las tornas están cambiadas”, continuó.
El sondeo online, que se llevó a cabo entre el 13 y el 24 de noviembre, destacó además que para 66% de las personas consultadas en India y 45% de las entrevistadas en Estados Unidos, las empresas propietarias y gestoras de la planta de Bhopal deben pagar la limpieza de la contaminación.
Los residuos procedentes del lugar abandonado han contaminado el suministro local de agua, y constituyen una amenaza grave y constante para la salud de las comunidades circundantes.
Tanto Union Carbide como Dow Chemicals se han negado a pagar por la limpieza provocada tras el desastre.
La encuesta de AI destacó además que la única área de desacuerdo entre las personas consultadas en India y Estados Unidos es la relativa a la indemnización por el desastre.
Union Carbide accedió a pagar 470 millones de dólares estadunidense (equivalente a unos 900 millones de hoy día) en 1989, aproximadamente 14% de los 3 mil 300 millones de dólares que el gobierno indio había pedido inicialmente. El gobierno de India está tratando ahora de obtener una indemnización adicional de la empresa.
La mitad de las personas entrevistadas en India ha manifestado que debía reabrirse el asunto de las indemnizaciones, y sólo un 27% considera que el acuerdo fue justo. Sin embargo, de las personas encuestadas en Estados Unidos, sólo 21% considera que hay que revaluar el acuerdo de 1989, y casi la mitad -47%- creen que debe quedarse como está.
“Las condiciones del acuerdo de 1989 fueron absolutamente atroces y estuvieron casi totalmente a favor de Union Carbide”, explicó Shetty, al indicar que supuso “una enorme decepción que los tecnicismos legales hayan obstruido la justicia más básica”.
“La ley debe ser un instrumento al servicio de la justicia para las víctimas, no una red de procesos que proteja al autor del delito. Los 470 millones de dólares equivalían a unos mil dólares para cada persona afectada por el desastre, incluidas personas que habían perdido todos sus medios de vida. Comparémoslo con los 20 mil millones de dólares que el gigante petrolero BP tuvo que pagar como indemnización por el vertido de petróleo de la Deepwater Horizon frente a la costa sur de Estados Unidos en 2010″, continuó el secretario general de AI.
Según Shetty, a 30 años de aquel desastre “aquellos que no lograron impedir el horro de Bhopal deben enfrentar a la justicia”.
“Pero el actor central, una corporación de Estados Unidos, está prófugo de la justicia. Enfrentando cargos de homicidio culposo en India, Union Carbide Corporation- dueños mayoritarios de Union Carbide India Ltd en el momento de la fuga, y ahora subsidiaria de The Dow Chemical Company- ha encontrado un paraíso seguro en Estados Unidos, donde ha logrado ignorar todas las órdenes judiciales de India”, agregó.
El secretario general de la AI continuó que Dow “ha mostrado un desprecio arrogante hacia el sistema judicial indio”.
“La población de Estados Unidos y sus representantes políticos nunca aceptarían esa situación si los afectados hubieran sido ellos. Si el gigante petrolero BP se hubiera escondido detrás de la jurisdicción británica tras el desastre del Golfo de México, habría sido inconcebible que Estados Unidos o el Reino Unido lo hubieran tolerado”, continuó.
Shetty explicó que en 2010, siete exempleados de Union Carbide India Ltd fueron hallados culpables por causar la muerte a partir de negligencia, pero aunque los empleados indios fueron procesados, los extranjeros acusados, – Union Carbide Corporation y su por entonces CEO- “lograron evadir a la justicia simplemente al permanecer en el extranjero”.
“Tanto las autoridades de Estados Unidos como las de India le han fallado a la población de Bhopal por demasiado tiempo. El presidente Barack Obama debe obligar de forma urgente a Union Carbide a comparecer en las cortes indias, y el primer ministro indio, Narendra Modi, debería perseguir vigorosamente un acuerdo de compensación justo para cada víctima.
En septiembre pasado, Mody y Obama hicieron una declaración conjunta indicando que los lazos entre Estados Unidos e India surgían de un deseo conjunto por la justicia y la igualdad. No habrá ni justicia ni igualdad si una compañía norteamericana puede evadir a la justicia por la muerte de miles de personas en India”, concluyó.
Fuente : Proceso.
Autor : LEONARDO BOIX
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