A continuación ofrecemos un conjunto de títulos imperdibles para las vacaciones.
(Foto: Pollo Blanco, Alfaguara, Fondo de Cultura Económica, Océano). |
Lemony Snicket/ John Klassen. La oscuridad. Océano/Travesía. 40 pp.
¿Qué pasaría si la oscuridad fuera “alguien”? Laszlo le teme a la oscuridad, pero la oscuridad no le teme a él. Laszlo vive en una casa y la oscuridad vive en el sótano. Pero una noche, la oscuridad le visita en su habitación y a partir de entonces su vida habrá de cambiar. En su momento The New York Times, calificó a este libro como uno de los mejores del género infantil.
Luna de gatos es una de las obras más accesibles del monero tapatío. Incentiva el amor por la lectura en los pequeños de 10 a 12 años, al mismo tiempo que abre la puerta de la imaginación presentando un álbum de estampas que conforman una intrigante historia acerca de la definición de la identidad, la experimentación y la transición de la infancia a la pre-adolescencia. Ofrece además un juego interactivo que invita a hacer nuevos descubrimientos con cada relectura.
Satoshi Kitamura. ¡A comer! Fondo de Cultura Económica. 16 pp.
Mientras Perro recorre la ciudad para llegar a casa, se va encontrando por todos lados con deliciosos olores que avisan que ha llegado la hora de comer. Pese a las tentaciones que encontrará en el camino, el protagonista sabe que lo mejor le espera en casa. Una vez más el reconocido ilustrador japonés, Satoshi Kitamura nos convierte a todos en niños.
Noah y su hermana gemela Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se ha enamorado en secreto de su enigmático vecino. Entre tanto Jude salta desde altísimos acantilados, se pinta los labios de rojo y habla hasta por los codos. Pero tres años después, a los 16, los hermanos ya no se hablan. Algo pasó entre ellos que arruinó dramáticamente su relación y los llevó por caminos diferentes. Entonces Jude conoce a un chico guapo, frágil y arrogante… y a alguien más, una nueva fuerza en su vida, todavía más impredecible y ligada a su pasado de forma inevitable.
Fuente : Aristeguinoticias.
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