Seleccionar por tema

sábado, 10 de agosto de 2013

EU subasta auto cargado de cocaína y a hijos de compradores los encarcelan por narcos

GUADALAJARA (Proceso Jalisco).- “Hubiera preferido que me dijeran: se mató en la carretera”, dice Leonardo Moreno Suchil, padre de Julio César Moreno Guzmán, el joven detenido por cargos de narcotráfico junto a Sergio Alejandro Torres Duarte, su amigo de la preparatoria del Tec Milenio de Guadalajara.
La familia Torres Duarte. Foto: Rafael del Río
La familia Torres Duarte.
Foto: Rafael del Río
                                    
Llevan más de ocho meses encarcelados en Mazatlán por un delito que no cometieron y por un error garrafal del gobierno estadunidense, reclaman sus familiares.
Según la averiguación previa 134/2012, integrada por el Ministerio Público de la federación, los muchachos fueron detenidos en un retén cerca de Escuinapa, Sinaloa, en noviembre de 2012, donde se encontró en su camioneta casi un kilo de cocaína.

Aclara que la familia de Sergio Alejandro compró el vehículo Sienna azul, marca Toyota, modelo 2004, a través de internet, en una subasta convocada por autoridades de Estados Unidos en febrero de 2012. En sus investigaciones, los familiares de los jóvenes ahora detenidos averiguaron que la camioneta fue hallada el 4 de octubre de 2011 en una calle de McAllen y las autoridades la incautaron al comprobar que era utilizada para transportar cocaína a territorio ­estadunidense.
Roselia Duarte, madre de Sergio Alejandro, dice que la compra por internet se realizó el 8 de febrero de 2012 y el vehículo llegó a Guadalajara en mayo. Comenzaron a tramitar las placas en junio, mientras circulaba con un permiso.
Posteriormente hicieron los trámites de legalización en México, pero no se dieron cuenta de que bajo un ducto del aire acondicionado, en el tablero, estaba un paquete de cocaína de 914 gramos, envuelto en plástico oscuro, que permaneció oculto por nueve meses… hasta que los federales mexicanos lo detectaron en el retén de ­Escuinapa.
Carlos Sánchez Quintero, padre de otro amigo de los detenidos y quien apoya a sus familiares, explica que al personal estadunidense encargado de limpiar el vehículo “se le olvidó extraer un ladrillo de droga” y los compradores pasearon ese paquete durante meses, pues el gobierno de aquel país admitió ya que se habían ubicado seis paquetes en la camioneta pero sólo se extrajeron cinco.
“Los dos amigos de mi hijo son buenas personas, igual que sus padres. No existe motivo para mantenerlos en la cárcel, toda vez que ya se demostró su plena inocencia”, dice, porque los jóvenes ya presentan problemas psicológicos por el encierro ­injustificado.
Moreno Suchil indica que en los documentos que respaldan la compra de la camioneta se establece que Investigación Nacional (dependencia de Estados Unidos) notificó del decomiso del estupefaciente en una camioneta Toyota con placas de circulación 246-TPE-5 de Tamaulipas.
Obstáculos del MP
La detención de los dos jóvenes jaliscienses se registró cerca de 100 kilómetros antes de llegar a Mazatlán en un lugar llamado Tecualilla, municipio de Escuinapa, Sinaloa, dice Moreno Suchil.
Los sorprendidos chamacos fueron consignados ante el Ministerio Público Federal en la subdelegación Escuinapa de la PGR y acusados de tráfico de droga.
“A nosotros nos avisan de la detención de mi hijo el 16 de noviembre al filo del mediodía. Un agente de la Policía Ministerial nos informó que tienen a mi hijo y al otro joven”, recuerda Moreno.
Concepción Guzmán González, madre de Julio César, añade que recientemente abrieron una página en Facebook para denunciar las arbitrariedades contra los jóvenes. Asegura que el abogado defensor les ha reiterado que no existen elementos para mantener en la cárcel a los dos jóvenes, toda vez que ya se demostró que son ajenos al delito que se les imputa y que las autoridades de Estados Unidos aclararon ante el gobierno de México el origen del paquete de droga encontrado en la camioneta.
No obstante, dice la entrevistada, lejos de facilitar la liberación de los estudiantes, la agente del Ministerio Público, Laura Nidia Llerena Hernández, exige datos y documentos adicionales, lo que empantana la situación de los muchachos.
Coincide con ella Leonardo Moreno: “Mi hijo es un estudiante sin antecedentes penales, es buen chico, trabajador, hijo de familia. Nosotros tenemos una tienda de mascotas en Guadalajara. El MP pide pruebas obvias y que ya están pedidas de antemano”.
Los datos en cuestión van desde el tipo de unidad y el modelo de la camioneta incautada, hasta referencias de la fabricación y la calibración de la máquina con que se hizo el peritaje químico de la droga, así como el tipo y la calidad de la cocaína.
Además exige que se hagan peritajes a los otros cinco paquetes incautados en Estados Unidos para comprobar si son parte de la misma sustancia decomisada, pero el gobierno del país vecino respondió que ya fueron destruidos, acota Sánchez Quintero.
Las peticiones del MP pueden implicar que los jóvenes permanezcan al menos otros ocho meses en la cárcel de Mazatlán, por lo que los familiares de los detenidos decidieron denunciar los hechos públicamente y pedir la intervención del presidente Enrique Peña Nieto y del gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval.
Por si el daño moral fuera poco, un periódico del norte se refirió a los detenidos como peligrosos delincuentes presuntamente ligados al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), sin mencionar el grave error cometido en perjuicio de los estudiantes, dice Carlos Sánchez.
Roselia Duarte especifica que esa versión la difundió el diario El Noroeste y que eso puso en riesgo la vida de los muchachos, ya que los cárteles rivales del CJNG pudieron atentar contra ellos.
El 30 de julio los padres de Sergio Alejandro viajaron a la Ciudad de México a pedir la intervención del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y al día siguiente buscaron al secretario general de Gobierno de Jalisco, Arturo Zamora Jiménez, para demandar que se agilice la liberación de los jóvenes, toda vez que se demostró su inocencia.
“Se nos hace injusto que los mantengan presos. Ya no están bien, se ven afectados por todo lo que les ha tocado vivir. Están a punto de perder su nuevo ciclo escolar y por desgracia las autoridades nos piden unos días más para analizar nuestro caso. Esto nos parece fuera de lugar porque las instituciones en Mazatlán están a punto de irse de vacaciones el 5 de agosto y regresan hasta 21 o 22, y tenemos que empezar de nuevo”, comenta la señora Roselia Duarte.
Y la madre de Julio César Moreno concluye: “Nosotros teníamos la ilusión de que nos darían una buena respuesta por estas fechas. Yo tenía la esperanza de que antes del cumpleaños de mi hijo ya estuvieran libres, pero no fue así. Ya se les demostró que la droga viene de Estados Unidos, que los muchachos son inocentes. Mi hijo cumplió sus 19 años en la cárcel a pesar de ser inocente”.
Fuente : Proceso

No hay comentarios:

Publicar un comentario