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domingo, 4 de agosto de 2013

Raúl Salinas, del hermano incómodo al hermano impune

Desde hace dos décadas Proceso ha documentado las trapacerías de Raúl Salinas de Gortari, quien en seis años (los mismos de su hermano en la Presidencia) acumuló una inmensa fortuna. 
Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas. Foto: Marco A. Cruz
Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas.
Foto: Marco A. Cruz

Encarcelado en el sexenio de Ernesto Zedillo, aparentemente más por un afán de venganza que por uno de justicia, y liberado en el de Fox, El Hermano Incómodo vuelve a ser noticia ahora, cuando un juez decidió que la fortuna que amasó inexplicablemente no es ilícita y le será devuelta.


MÉXICO, D.F. (Proceso).- Símbolo de corrupción durante el gobierno que prometió llevar a México al Primer Mundo, Raúl Salinas de Gortari se ganó el sobrenombre de El Hermano Incómodo el 21 de noviembre de 1994, cuando en su número 942 Proceso publicó por primera vez el recuento pormenorizado de las andanzas, negocios, tráfico de influencias y riquezas del primogénito de una dinastía que encumbró a Carlos Salinas en la Presidencia de la República.
Han pasado casi dos décadas desde esa edición. Y transcurrieron 17 años y 3 meses de complicados litigios contra Raúl Salinas de Gortari, incluyendo una década en la cárcel acusado de ser autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, su excuñado y secretario general del PRI.
El priista Ernesto Zedillo lo encarceló y mandó a Carlos Salinas de Gortari al exilio. Durante los 12 años de gobiernos panistas Raúl Salinas fue liberado y exonerado de cuatro de los cinco delitos que pesaban en su contra: homicidio, peculado, defraudación fiscal y lavado de dinero, al mismo tiempo que su hermano, el expresidente, “normalizó” su vida pública, publicó libros, se convirtió en socialité y se autonombró protagonista del “debate de las ideas”.
El miércoles 31 de julio la Procuraduría General de la República (PGR) anunció que apelaría la sentencia dictada el 19 de julio anterior por el juez 13 de Distrito en Materia Penal, Carlos López Cruz, quien exoneró a Raúl Salinas del último delito que pesaba en su contra: enriquecimiento ilícito. Ese mismo día Enrique Peña Nieto, el mexiquense que protagonizó el retorno del PRI a la Presidencia, fue intervenido quirúrgicamente para retirarle un nódulo de la tiroides.
En los últimos 17 años la PGR ha perdido todos los procesos contra Raúl Salinas. Exonerado del delito de enriquecimiento ilícito, al Hermano Incómodo le serán devueltos 224 millones de pesos depositados en 12 cuentas bancarias, así como 41 inmuebles en 24 entidades del país.
El juez López Cruz admitió en su sentencia que Raúl Salinas acumuló en menos de diez años una fortuna inexplicable para alguien que vivía de su salario como burócrata: Pasó de tener 17 inmuebles y bienes por 60 mil dólares en 1983 –antes de ser nombrado gerente general de Distribuidora Conasupo S.A. de C.V.– a acumular en abril de 1992 un total de 52 millones de dólares, 49 inmuebles y fondos de inversión en el extranjero.
Sin embargo el juez admitió que “al no acreditarse que los bienes que fueron adquiridos por el servidor público Raúl Salinas de Gortari son el producto del abuso de las atribuciones conferidas”, se desvanece el delito de enriquecimiento ilícito.
(Fragmento del reportaje principal que se publica en Proceso 1918, ya en circulación)

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