MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- El gobierno de Corea del Norte
anunció hoy que cortará el último canal de comunicación su vecino Corea
del Sur ante la posibilidad del inicio de la guerra.
La medida se
da un día después de que la administración de Pyongyang dio a conocer
que puso sus misiles en posición de combate hacia Seúl y Estados
Unidos.
Según información difundida por la agencia Reuters, Corea
del Norte ya dejó de responder los llamados de los militares
estadunidenses que supervisan la Doza Demilitarizada (ZDM), fuertemente
armada, y tampoco
atiende la línea de la Cruz Roja que habían usado los
gobiernos de ambas partes.
“Ante la situación en que una guerra
pueda surgir en cualquier momento, no hay necesidad de mantener
comunicaciones militares entre el norte y el sur.
“No existe
ningún canal de diálogo ni comunicaciones entre la República Popular
Democrática de Corea (Corea del Norte) y Estados Unidos ni entre el
norte y el sur” de la península coreana, dijo un portavoz militar a la
agencia de noticias KCNA de Pyongyang.
Esta medida es la última de
varias advertencias previas lanzadas por de Pyongyang como respuesta a
las nuevas sanciones impuestas por la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) tras la tercera prueba nuclear que realizó Corea del Norte
en febrero pasado.
También son una respuesta a los ejercicios militares “hostiles” que llevan a cabo en conjunto Estados Unidos y Corea del Sur.
A
pesar de las férreas advertencias, analistas consideran poco probable
que Corea del Norte de arriesgue a iniciar formalmente un conflicto
bélico.
Técnicamente ambas Coreas permanecen en guerra dado que su
conflicto civil entre 1950 y 1953 terminó con un armisticio -no con un
tratado- que el Corea del Norte afirma fue hecho añicos desde entonces.
A
lo largo de los años ha permanecido un “canal de diálogo” usado
diariamente para procesar información de surcoreanos que trabajan en el
proyecto industrial Kaesong, donde 123 firmas de Corea del Sur emplean a
más de 50 mil norcoreanos en la fabricación de productos para el hogar.
Alrededor de 120 surcoreanos suelen estar en promedio en Kaesong.
Este
es el último proyecto conjunto que queda activo entre ambas Coreas y
uno de los pocos proyectos de Corea del Norte generadores de dinero:
produce dos mil millones de dólares anuales en comercio con el sur y se
considera poco probable que Pyongyang lo cierre.
Seúl cortó la
mayor parte de la asistencia y el comercio con Corea del Norte en
respuesta al tiroteo contra un turista surcoreano por parte de Pyongyang
y el hundimiento de una embarcación por el que responsabiliza a su
vecino del norte.
Ante la amenaza de guerra, el gobierno de Corea
del Sur informó que tomará medidas para garantizar la seguridad de sus
trabajadores en Kaesong, aunque no dio detalles al respecto.
Fuente : Proceso
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