La arqueóloga Martha
García Sánchez reveló la existencia de casi 5 mil pinturas rupestres,
localizadas en cuevas y cañadas de la Sierra de San Carlos, municipio de
Burgos, Tamaulipas, realizadas por grupos de cazadores-recolectores de
la región.
Los nómadas se enfocaban en la caza, pesca y recolección
Foto: Cuarto Oscuro)
Los arqueólogos Martha García Sánchez y Gustavo Ramírez, del INAH, llevaron a cabo la investigación
Las pinturas rupestres de Burgos, que arroja luz sobre la existencia de 4,926 pinturas rupestres, realizadas por al menos tres grupos cazadores-recolectores de la región: guajolotes, iconoplos y pintos.
La imágenes dejan entrever que las actividades de los nómadas se enfocaban en la caza, pesca y recolección, además de la creación de imágenes antropomorfas, religiosas, astronómicas, de lugares temporales de vivienda, con presencia de probables tipis (tiendas de piel de forma cónica), así como representaciones de flora y fauna de la región, como venados, lagartijas y ciempiés.
En este sentido, el arqueólogo Gustavo Ramírez, del Centro INAH Tamaulipas, también señaló que por el momento no ha sido posible fechar las pinturas rupestres “porque no se ha encontrado ningún objeto antiguo que esté asociado al contexto y porque estas manifestaciones están en los muros de las cañadas y, además porque en época de lluvias la corriente del arroyo se lleva todo el sedimento, tenemos pura grava”.
La arqueóloga García señaló que para identificar a sus posibles autores se hizo una investigación en archivos, crónicas e informes de la época colonial, como el Archivo General de la Nación, de Nuevo León y de Tamaulipas, y el municipal y parroquial de Burgos; sin embargo, hasta ahora no hay registros de estos grupos nómadas ya que “por desgracia” no hay información de los grupos que habitaron las sierras de Tamaulipas.
Fuente : Aristeguinoticias
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