El doctor Sergio Angulo Bates, director del Centro de Salud de Progreso, se enfrenta a fuerte presión por este caso. (SIPSE/Archivo) |
Según el diario Progreso Hoy, inicialmente los empleados habían armado un convivio para “desestresarse” al cual llevaron ceviche y “refrescos”, pero supuestamente tras practicar el juego de la botella la plática subió de tono y comenzaron a sostener sexo grupal en el consultorio número 5.
Aunque no se precisa la fecha exacta en que ocurrió el incidente –únicamente se sabe que fue el mes
pasado– la publicación señala que el convivio tuvo lugar entre las 12:00 y 13:00 horas.
De acuerdo con versiones de autoridades y empleados del Centro de Salud, los involucrados realizaron diversos actos sexuales y se tomaron fotografías y videos con sus teléfonos celulares, que posteriormente comenzaron a circular en las redes sociales.
Los videos, que comenzaron a ser bajados de Internet por su fuerte contenido sexual, muestran a mujeres sosteniendo sexo oral con hombres, toqueteos, bailes eróticos, así como sexo oral entre mujeres, indica el diario.
Luego de una investigación realizada por personal jurídico y directivos de la dependencia estatal, los trabajadores fueron suspendidos y se encuentran bajo investigación.
El Centro de Salud está a cargo de Sergio Bates Angulo, quien ha ostentado cargos como director del DIF municipal y regidor en diferentes periodos.
Bates anunció el pasado jueves 23 la suspensión de los ocho empleados por cometer “fallas administrativas” en horas de trabajo.
Precisó que los trabajadores -originarios de Progreso y de Mérida- no laboran desde el pasado 6 de mayo y que la averiguación está a cargo de la Subdirección Jurídica de los Servicios de Salud.
El funcionario calificó como “lamentable” el hecho y agregó que mancha la imagen y prestigio de la institución.
Extraoficialmente se dio a conocer que los involucrados son los enfermeros Edgar Estrella, José Osorio, Deyberth Bojórquez, Giovanna Ventura y María Cárdenas, la pasante de enfermería Rebeca León, el médico Ángel Pérez y la intendente Rossy Contreras.
Se informó que los trabajadores podrían ser cesados en forma definitiva y se les rescindiría su contrato laboral.
Con excepción de los pasantes, el resto de los empleados cuenta con base laboral.
La clínica donde ocurrió el incidente se ubica en Yucalpetén, frente a las instalaciones de la Policía Municipal.
Fuente : Proceso
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