Si hay algo que parece unir fácilmente a
la gente en la Red es la aversión por las grandes corporaciones que
explotan a las masas y desdeñan al planeta con sus prácticas
hipercapitalistas. El sitio Kill Cap se aprovecha de este energía para convocar a una votación mundial para designar a la peor corporación del mundo
Aunque quizás Monsanto es la que más
figura en la superficie de la conciencia colectiva, cuando se analizan
los contrincantes hay razones para pensar que la competencia es
acérrima. Compañías ecocidas, responsables de manipular los mercados, de
hacer fraudes de cuello blanco con la protección del gobierno, de
vender medicamentos y productos tóxicos, de contaminar cielo, mar y
tierra, etc.
En el mundo en el que vivimos las
corporaciones muchas veces son más poderosas que las naciones y tienen
mucho más dinero –por ejemplo Apple en el 2012 superó el producto
interno bruto de países como
Argentina o Grecia. Estas corporaciones
suelen ser importantes actores en el mapa geopolítico, presionando a los
gobiernos para colocar sus productos, obtrner concesiones y acceder a
mano de obra más barata. Los privilegios de los que gozan –fiscales y
monopólicos– no van acompañados de la misma responsabilidad social: esto
hace que muchas personas dirigan su frustración sobre lo que sucede en
el mundo (la desigualdad, la manipulación mediática del consumo, el
cambio climático, etc.) a estas suprantidades, grandes abstracciones que
controlan. Puesto que, como señala Quinn Norton,
en países como Estados Unidos –el reino del lobby– se han dado cuenta
que el juego no se trata del poder se trata del dinero. O en otras
palabras, el sencillo enunciado de que el poder está donde está el
dinero. Claro que supuestamente nosotros votamos a representantes para
que equilibren la balanza y no permitan que un pequeño grupo de personas
controlen las políticas públicas y se beneficien de las mismas.
En su novela Snowcrash, Neal
Stephenson imagina un mundo donde las corporaciones han constituido sus
propios estados-nación y cobran a los ciudadanos por el servicio de
poder vivir en su territorio. La CIA es la Central Intelligent
Corporation y la Libería del Congreso es una especie de Apple Store.
¿Sucederá esto en un futuro cercano? ¿O será más cómodo para las
corporaciones seguir manteniendo la fachada de los gobiernos para que
éstos hagan el trabajo sucio por ellas?
Sigue leyende: ¿Son más poderosas las corporaciones que las naciones?
Fuente : Pijamasurf
No hay comentarios:
Publicar un comentario