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domingo, 18 de mayo de 2014

Goldman Sachs, Monsanto, Exxon… vota por la peor corporación del mundo

Si hay algo que parece unir fácilmente a la gente en la Red es la aversión por las grandes corporaciones que explotan a las masas y desdeñan al planeta con sus prácticas hipercapitalistas. El sitio Kill Cap se aprovecha de este energía para convocar a una votación mundial para designar a la peor corporación del mundo 
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Aunque quizás Monsanto es la que más figura en la superficie de la conciencia colectiva, cuando se analizan los contrincantes hay razones para pensar que la competencia es acérrima. Compañías ecocidas, responsables de manipular los mercados, de hacer fraudes de cuello blanco con la protección del gobierno, de vender medicamentos y productos tóxicos, de contaminar cielo, mar y tierra, etc.
En el mundo en el que vivimos las corporaciones muchas veces son más poderosas que las naciones y tienen mucho más dinero –por ejemplo Apple en el 2012 superó el producto interno bruto de países como
Argentina o Grecia. Estas corporaciones suelen ser importantes actores en el mapa geopolítico, presionando a los gobiernos para colocar sus productos, obtrner concesiones y acceder a mano de obra más barata. Los privilegios de los que gozan –fiscales y monopólicos– no van acompañados de la misma responsabilidad social: esto hace que muchas personas dirigan su frustración sobre lo que sucede en el mundo (la desigualdad, la manipulación mediática del consumo, el cambio climático, etc.) a estas suprantidades, grandes abstracciones que controlan. Puesto que, como señala Quinn Norton, en países como Estados Unidos –el reino del lobby– se han dado cuenta que el juego no se trata del poder se trata del dinero. O en otras palabras, el sencillo enunciado de que el poder está donde está el dinero. Claro que supuestamente nosotros votamos a representantes para que equilibren la balanza y no permitan que un pequeño grupo de personas controlen las políticas públicas y se beneficien de las mismas.
En su novela Snowcrash, Neal Stephenson imagina un mundo donde las corporaciones han constituido sus propios estados-nación y cobran a los ciudadanos por el servicio de poder vivir en su territorio. La CIA es la Central Intelligent Corporation y la Libería del Congreso es una especie de Apple Store. ¿Sucederá esto en un futuro cercano? ¿O será más cómodo para las corporaciones seguir manteniendo la fachada de los gobiernos para que éstos hagan el trabajo sucio por ellas?
Fuente  : Pijamasurf

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