Andrés Granier, exgobernador de Tabasco.
Foto: Eduardo Miranda |
En atención a dicho pedimento, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, instruyó al comisario de la Policía Federal Ministerial y a un Agente del Ministerio Público Federal a fin de que se notifique a Granier Melo de su “cambio de situación jurídica”, lo que implica que a partir de ahora permanecerá bajo custodia de agentes de la Policía Federal Ministerial hasta que sea puesto a disposición de la Procuraduría de Tabasco.
En la parte final del comunicado, la PGR menciona que, en cuanto a las investigaciones del orden federal, se están integrando a partir de los hechos contenidos en la denuncia, las diligencias realizadas hasta este momento, las declaraciones del exsecretario de Finanzas y las propias emitidas por Granier Melo ante el Ministerio Público Federal.
Además, se informa que la vigilancia sobre el ahora arraigado ha sido permanente desde que éste se presentó a declarar en razón de la existencia previa de una solicitud de localización y presentación de la Procuraduría del estado de Tabasco en estricto apego a lo que la ley señala.
Hospitalizan a Granier
El exgobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo fue internado la madrugada de este viernes en el Hospital Ángeles del Pedregal a causa de un “dolor en el pecho” causado por problemas del corazón, por lo que no acudirá a declarar ante las autoridades tabasqueñas.
Su abogado, Eduardo Luengo, comentó en entrevista con MVS Noticias primera emisión que su cliente le llamó alrededor de las cinco de la mañana para informarle que sentía un fuerte dolor en el pecho. De inmediato fue trasladado al Hospital ubicado en el sur de esta ciudad, donde le diagnosticaron problemas coronarios.
El exgobernador se encuentra en la Unidad Coronaria de dicho hospital, por lo que el abogado informó que pedirá a la Procuraduría General de Justicia de Tabasco que le tome declaración desde ahí, o en su casa en la Ciudad de México. Precisó que la fecha de la declaración dependerá del diagnóstico y autorización que dé el médico.
Luengo refirió que el exgobernador tabasqueño fue “muy enfático” en que sí desea declarar y quiere probar que es “ajeno” e “inocente” de los cargos por los que se le acusan.
Además, descartó que la hospitalización de su cliente sea una treta para no declarar en Tabasco. “El químico Granier padece del corazón desde años atrás”, argumentó.
La comparecencia ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) que duró más de 30 horas –abundó— provocó que el exmandatario sufriera problemas de hipertensión ya que no llevó sus medicinas.
“No es una suspicacia, es una realidad, padece del corazón, es hipertenso”, subrayó.
La comparecencia fue “larguísima” y le preguntaron de todo. Granier quiso explicar “largamente cuáles fueron los problemas naturales que enfrentó”, entre ellos, inundaciones, problemas en el campo y aclarar cómo se aplicaron en su administración los recursos federales, abundó el abogado.
Sobre la cuenta concentradora de Bancomer, de donde se investiga el desvío de recursos, el abogado sostuvo que “así se manejaban los recursos” desde antes de que gobernara.
Y de plano afirmó que las acusaciones por peculado y uso indebido del servicio público durante su gestión como gobernador de Tabasco que pesa sobre Granier, “no son legítimas” y no hay “prueba alguna” de ello.
Incluso sostuvo que desde antes que su cliente fuera gobernador, él y su familia era “gente de recursos”.
El exmandatario heredó un “laboratorio productivo exitoso” y otros bienes por lo que, dijo, “es una gente que ingresó a la función pública con recursos sobrados“, aclaró.
Es más, recordó que Granier volvió a México sin amparo pese a que la defensa sugirió lo contrario. Omitió abundar sobre la declaración patrimonial de su defendido pero aseguró que aclararán todo “con documentos en la mano”.
Granier debía comparecer este viernes a las seis de la tarde en la Procuraduría General de Justicia de Tabasco, acusado de cometer presuntamente los delitos de peculado y uso indebido del servicio público.
Las autoridades lo responsabilizan de la presunta malversación de mil 900 millones de pesos entregados por la Federación en 2012 y por los 88.5 millones hallados en una bodega que utilizaba su exsecretario de Finanzas, José Manuel Saiz Pineda, quien ya se encuentra preso.
Fuente : Proceso
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