Rosa Elba Pérez Hernández, diputada del Partido Verde, cambiará su camioneta BMW por una bicicleta eléctrica… por lo menos para trasladarse al Palacio Legislativo de San Lázaro.
La legisladora prevé de esta manera promover la movilidad sustentable y la construcción de ciclovías en todo el país.
A partir de esta semana, la diputada guanajuatense se prepara para recorrer los 12 kilómetros que la separan de la colonia Del Valle- donde radica en el Distrito Federal- a la Cámara de Diputados, y lo hará sorteando el principal obstáculo: la falta de una vía adecuada para el recorrido.
“Mucha gente tiene intención de ir a su trabajo o a cualquier otro lugar en bicicleta y no lo hacen por falta de seguridad, porque saben que las calles no son un lugar seguro para circular y ponen en peligro su vida”, señala Pérez Hernández en entrevista con ADNPolítico.com.
Para llegar hasta San Lázaro, la legisladora prevé tomar las avenidas Universidad y Gabriel Mancera que no cuentan con un carril confinado para bicicletas.
El verdadero reto para la diputada será tomar el carril lateral del Viaducto Miguel Alemán, una de las vías rápidas más transitadas de la ciudad y que, en su intersección con la Calzada de Tlalpan, no tiene cruce, por lo que tendrá que tomar el carril de alta velocidad para cruzar la vía.
Durante los recorridos, la legisladora portará un chaleco reflejante con la leyenda “No me atropelles”, con el que busca concientizar a los automovilistas en el respeto de quienes circulan en bicicleta.
“Ahí (en Viaducto y Tlalpan) pienso tomar mi bicicleta y bajarme por la zona donde hay pasto, cruzar los carriles que hacen el trébol y volver a subir al carril lateral para continuar derecho, después daré vuelta en avenida Congreso de la Unión y terminar mi recorrido ya en San Lázaro”, indica la diputada quien este jueves fue captada por ADNPolítico.com llegando al Palacio Legislativo en su camioneta BMW misma que afirmó, utilizará solamente para hacer viajes más largos.
“El flujo vehicular de Viaducto sí me da miedo no sólo por la cantidad de carros sino también porque van muy aprisa; pero espero que mi chaleco me sirva de algo y me respeten porque yo también voy manejando", señala.
En 2006, Pérez Hernández fundó la asociación civil Proyecto Hábitat, dedicada a promover campañas contra la contaminación y a favor del transporte sustentable y la protección de zonas verdes. Desde esta agrupación, que dirige actualmente, ha impulsado la construcción de ciclovías y el uso de la bicicleta en León, Guanajuato.
La legisladora destaca que en 10 años, esta ciudad del bajío se convirtió en un modelo para toda América Latina por la longitud de sus ciclovías. Actualmente cuenta con 87 kilómetros de ciclopistas y son utilizadas diariamente por más de 100,000 ciclistas, según datos del Instituto Municipal de Planeación.
En 2010, el Observatorio de Movilidad Urbana para América Latina ubicó a León como la tercera ciudad con la mayor red de ciclovías de la región, sólo por debajo de Curitiba, Brasil, y Bogotá, Colombia.
Pérez Hernández busca además que el Gobierno federal incluya en la Política Nacional de Vivienda, que presentó el presidente Enrique Peña Nieto este 11 de febrero, proyectos de movilidad sustentable no motorizada para los 2,440 municipios del país.
En las nuevas zonas habitacionales que serán planeadas dentro de este proyecto nacional, explica, podrían trazarse desde el inicio vías para la circulación de vehículos sin motor que estén conectadas con rutas del transporte público o lleguen a centros de trabajo, universidades o centros comerciales, instalaciones que deberán contar con estacionamientos adecuados para dejar las bicicletas.
La única forma de hacerlo, considera, es que esta política se instruya desde el ámbito federal a través de los programas de planeación urbana o con el etiquetado de recursos en los fondos metropolitanos que puedan ser utilizados exclusivamente para tal fin.
“En todas partes hay gente cuyo principal vehículo es la bicicleta, tanto en zonas urbanas como rurales, pero en todos los casos el asunto de la seguridad es el principal impedimento para que la gente salga a la calle en bicicleta en lugar de su carro, que implica hasta un mayor gasto de gasolina”, señala.
“En los municipios siempre hay otras prioridades y no se ve el verdadero impacto que esto podría tener en el desarrollo de las comunidades y las ciudades”, menciona.
Pérez Hernández sostiene que la existencia de una política pública de movilidad no motorizada impulsaría varios sectores de la economía, desde la construcción hasta los talleres de reparación de bicicletas, con lo que se beneficiaría a la comunidad no sólo en materia de salud o medio ambiente, sino en su economía por la creación de nuevos empleos y el ahorro de combustible.
“Las armadoras de autos no deben tener miedo. Siempre habrá trayectos largos que sea imposible hacerlos en bicicleta y ahí ellos seguirán teniendo su nicho de mercado”, apunta.
Además de los recursos federales, la diputada ha planteado la posibilidad de que se busque el patrocinio de organizaciones internacionales para concretar esta política.
Fuente : ADNpolitico
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