Peña durante la presentación de la reforma energética. Foto: Octavio Gómez |
El primer golpe vino el miércoles, cuando el diario The Wall Street Journal dio a conocer que alfiles de Enrique Peña Nieto y prominentes integrantes del Partido Acción Nacional están negociando para que petroleras privadas y el Estado mexicano compartan la producción de hidrocarburos, con la aprobación de la reforma energética que será discutida.
The Wall Street Journal publicó ayer que el gobierno del presidente Peña y dirigentes del PAN están en negociaciones avanzadas para incorporar en la reforma energética la posibilidad de que compañías privadas
“compartan” con Pemex parte de la producción petrolera.
El diario financiero recuerda que México es actualmente el noveno mayor productor mundial de petróleo. Si se concretan las negociaciones “en lo oscurito” pasaría de ser un mercado energético controlado por Pemex a un mercado basado en la competencia, en que las empresas privadas podrán explorar y producir hidrocarburos por su cuenta, en la práctica.
Ya el 3 de noviembre, Luis Videgaray, el jefe del equipo de transición del Presidente electo, Enrique Peña Nieto, declaró al The Wall Street Journal que la reforma energética que abrirá las puertas de Petróleos Mexicanos a la inversión privada está “al alcance de la mano”.
Incluso, aseguró que dicha apertura –en capital y tecnología–, podría concretarse el próximo año. La iniciativa de reforma energética, dijo, se enviaría al Congreso después de que se termine de negociar el presupuesto.
“Con suerte, la haremos a principios del próximo año”, dijo, sin dar mayores detalles.
El segundo varapalo provino del diario Financial Times. En su edición de hoy publicó que ante la aprobación de la reforma hacendaria (con una alianza entre el PRI y el PRD), México podría aprobar una legislación energética elaborada por la derecha y para “el deleite de los capitalistas”.
Este periódico asentó que “México podría terminar este año con una reforma fiscal diseñada por la izquierda política que satisfaga a los populistas, por lo que el gobierno podría pasar una liberación energética diseñada por la derecha política para el deleite de los capitalistas”, dice el artículo.
Ante supuestas pláticas entre el gobierno federal y el Partido Acción Nacional (PAN) en aras de sellar un acuerdo de ampliación a la reforma energética, el profesor de la Universidad de Georgia y experto en temas de petróleo, Tim Sambles, señaló que las negociaciones representarían un cambio importante: “Los diálogos en torno al sector energético son muy interesantes y si llegan a buen término representarían una desviación significativa frente a las graduales reformas energéticas del pasado”.
Por su parte, John Padilla, miembro de la consultora IPD Latin America, consideró que el PAN no apoyará medidas “tibias” en la reforma energética.
Esta situación, que el diario económico no estigmatiza, en México desató la indignación. La idea de que sólo se incluya un sector y sólo para beneplácito de unos pocos adinerados no cayó bien en redes sociales ni en el mundo político.
El tercer golpe llegó allende el Atlántico. El diario español El País entrevistó a Salvador Vega, senador del PAN e integrante de la Comisión de Energía en el Senado.
Afirmó que entre los senadores del PRI y del PAN han existido “conversaciones informales” que contemplan la posibilidad de plantear una reforma energética más ambiciosa que vaya más allá de los contratos de utilidad compartida en la exploración y explotación de hidrocarburos en México: “Hemos visto más apertura por parte de los funcionarios (de la Administración de Peña Nieto). Eso es lo que nos lleva a creer que podemos sacar una reforma energética más avanzada si esta flexibilización del PRI y del Gobierno se concreta a la hora de la negociación”.
Que sí, que no
El gobierno, el PRI y el PAN desmintieron categóricamente el supuesto acuerdo, pero eso no bastó para que el PRD decidiera dejar las negociaciones de la reforma política —que se discute antes que la energética— hasta que se aclare la información.
Enrique Peña Nieto, en cambio, afirmó que los bajos costos energéticos en Estados Unidos están atrayendo inversión productiva a este país, en lugar de que ese dinero llegue a México, por lo que es necesario aprobar una reforma para aprovechar al máximo los recursos del subsuelo, expresó el presidente Enrique Peña Nieto.
“El mapa energético del mundo está cambiando. Y ante la competencia que representa el país vecino del norte por la energía barata, México debe cambiar”, expresó el mandatario en su discurso en el México Summit 2013 The Next Chapter organizado por la revista The Economist.
El mandatario dijo que el país se ha rezagado en hacer las modificaciones para aprovechar los recursos hidrocarburos del país frente a naciones de América Latina como Brasil y Colombia, que gracias a sus reformas, han duplicado su producción en los últimos años.
No se refirió a lo publicado por los diarios. Solamente dijo: “Está en el Congreso la definición y alcance la eventual reforma que quede aprobada en esta materia”.
Quien sí aludió al caso fue el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien minutos antes y como parte del mismo encuentro ofreció una ponencia.
Se dijo confiado de que el Senado llegue a una conclusión “favorable” en el debate de la reforma energética. “Hay una gran oportunidad y confío en que el Senado de la República, que es en donde están las iniciativas de reforma energética, pronto llegará a una conclusión”.
Insistió en que México necesita una reforma energética profunda y recordó que Peña Nieto ya hizo su propuesta.
En el gobierno federal se hacen votos, dijo, por que México pronto tenga una reforma energética que permita a la industria mexicana y a las familias contar con gas y electricidad más baratos, además de que constituya para México una ventaja competitiva y fuente generadora de empleos.
En tanto, ya desde ayer Emilio Lozoya Austin, director de Pemex, había asentado: “La privatización no se va a dar, esa es una mentira”, al participar en la sesión plenaria del consejo nacional del Grupo Financiero Banorte Ixe, que reunió a consejeros regionales de la institución.
Esta no es la primera vez que Peña desata el escándalo por el manejo que ha hecho de la reforma energética. El pasado junio, durante una gira de trabajo por Gran Bretaña, dio a conocer que era inminente la presentación de la reforma energética.
Esto provocó la indignación en México, porque aquí no había mencionado nada al respecto. Marcelo Ebrard, exjefe de Gobierno del DF, lo retó a un debate; El dos veces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador repudió la forma y el fondo del mensaje, y Cuauhtémoc Cárdenas se alió con el PRD para presentar una contrapropuesta energética.
De hecho, actualmente la izquierda promueve una consulta en la que se pregunte a la ciudadanía si está de acuerdo en las condiciones estipuladas en la reforma peñista. Hasta el momento, el presidente ha ignorado todos los requerimientos.
Fuente : Proceso
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