Antes de siquiera ser puesta a la venta, desató la
polémica. La revista estadounidense especializada en música, Rolling
Stone, publicó en su página de Facebook que su portada de agosto estaría
dedicada a Dzohkhar Tsarnaev, uno de los presuntos coautores de los
atentados de Boston en abril pasado.
El chico, de 19 años, aparece en primer plano,
en una foto tomada por él mismo y que fue obtenida de una de sus cuentas
en redes sociales. El título en grandes letras negras: El Atacante.La revista utilizó un autorretrato de Tsarnaev que publicó en una de sus cuentas de redes sociales. |
Habituados a obtener unos cientos de comentarios en la red social, ésta vez, la respuesta del público se disparó: más de 16.000 comentarios en unas cuantas horas.
No bastó para calmar los ánimos que más tarde Rolling Stone publicara un comunicado defendiendo su portada aclarando su "compromiso con la cobertura seria y reflexiva".
Ni que agregara que: "nuestros corazones están con las víctimas de las bombas en el maratón de Boston y nuestros pensamientos están siempre con ellos y con su familia".
Respuesta
Análisis
Si esta imagen hubiera aparecido en
la portada de una revista como Time o Newsweek, no habría habido una
reacción en medios sociales. De hecho, el mismo retrato estuvo en un
lugar destacado en la primera página del New York Times en mayo sin
controversia. Rolling Stone es diferente porque ha hecho mucho en las
últimas décadas para dar forma a la cultura popular y de las
celebridades en Estados Unidos.
Para algunos, entonces, un sospechoso está siendo representado como un icono cultural. La fotografía color sepia, donde Dzhokhar Tsarnaev aparece soñador y ausente, parece una reliquia de los años 70. Y una vez más, ha alimentado las críticas de que la revista está suavizando, incluso idealizando, sus presuntos crímenes.
Esta controversia también dice mucho sobre el estado del mercado de revistas de EE.UU. y la presión sobre las publicaciones para producir imágenes llamativas y noticiosas. Esta semana Newsweek puso juntos los retratos del adolescente de Florida, Trayvon Martin, y del hombre absuelto de su asesinato, George Zimmerman. La revista Businessweek representó un gestor de fondos de cobertura con un gráfico que viene de su ingle que parece, intencionalmente, fálico.
Nick Bryant
BBC, Nueva York
Para algunos, entonces, un sospechoso está siendo representado como un icono cultural. La fotografía color sepia, donde Dzhokhar Tsarnaev aparece soñador y ausente, parece una reliquia de los años 70. Y una vez más, ha alimentado las críticas de que la revista está suavizando, incluso idealizando, sus presuntos crímenes.
Esta controversia también dice mucho sobre el estado del mercado de revistas de EE.UU. y la presión sobre las publicaciones para producir imágenes llamativas y noticiosas. Esta semana Newsweek puso juntos los retratos del adolescente de Florida, Trayvon Martin, y del hombre absuelto de su asesinato, George Zimmerman. La revista Businessweek representó un gestor de fondos de cobertura con un gráfico que viene de su ingle que parece, intencionalmente, fálico.
Nick Bryant
BBC, Nueva York
Se les insulta, se les acusa de "glorificar" a Tsarnaev, de compararlo con el cantante Jim Morrison e incluso, piden llamar a la sede de la revista para cancelar las suscripciones -aun cuando no las tuvieran.
"Rolling Stone debería darte vergüenza", escribió un enojado suscriptor.
"Jeff Bauman, quien perdió sus dos piernas en el atentado, debería estar en portada", puso otro seguidor de la revista en Facebook.
Pero el escándalo no paró en las redes sociales.
Los medios locales reportaron la historia, el presidente del Consejo Municipal de Boston, Stephen Murphy, dijo que la portada era "repugnante" y algunas reacciones más radicales hicieron incluso un llamado a quemar las revistas.
Otras medidas -menos viscerales pero con mayores consecuencias económicas- fueron tomadas por las cadenas de farmacias más importantes de EE.UU..
La cadena CVS anunció a través de Twitter que boicotearía los ejemplares "por respeto a las víctimas y sus seres queridos". Mientras que Walgreens anunció por el mismo medio que mantendría sus anaqueles libres de ese ejemplar.
Otras cadenas de supermercados en el área de Boston también anunció su decisión no ofrecer "ese producto para la venta en sus tiendas".
La defensa
El reclamo generalizado no rechaza la idea de dedicar un extenso reportaje a Tsarnaev, más bien se centra en haber dado la portada -un espacio que tradicionalmente celebra al entrevistado- a un hombre acusado de un atentado.La revista se defendió diciendo que "el tema de portada… entra dentro de las tradiciones del periodismo y del compromiso de largo alcance de la revista Rolling Stone de una cobertura seria y reflexiva de las cuestiones políticas y culturales de actualidad más importantes del mundo".
"No estoy tan seguro de que Rolling Stone sea culpable de ningún crimen periodístico"
Rem Rieder, periodista
Y es que, en efecto, ya en otras ocasiones ha dado el lugar de la portada a temas controversiales de actualidad.
Incluso hace tres años, una entrevista publicada en la revista ocasionó la renuncia del general Stanley McChrystal, entonces un importante jefe militar con las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
Históricamente, las portadas de Rolling Stone han tenido un rol cultural importante – ya en 1973 la banda Dr. Hook & The Medicine Show hizo una famosa canción dedicada a ese tema.
Y en 1970 la revista publicó en portada una foto de Charles Manson. La publicación generó una gran polémica.
Otras publicaciones han utilizado la polémica a su favor, como una madre amamantando en Time, Demi Moore embarazada y desnuda en Vanity Fair o Mohammed Alí posando flechado como San Sebastián en Esquire.
"Tan solo como portada, ya logró su objetivo aún antes de aparecer en cualquier puesto de periódicos. Las portadas de revistas están diseñadas para atraer la atención y ésta sin duda lo hizo", reiteró Rieder.
Fuente : BBCmundo
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