Siete de cada 10 empleados en el país muestran algún
signo de este padecimiento, señala un estudio; trabajar muchas horas no
es sinónimo de productividad, aclaran especialitas.
La adicción al trabajo se manifiesta generalmente en empleados de entre 40 y 50 años. (Foto: Thinkstock.) |
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Actualmente entre 5% y 8% de los empleados en México son adictos al trabajo, según estimaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y siete de cada de 10 se identifica al menos con uno de los síntomas de adicción al trabajo, según un sondeo de la firma de Recursos Humanos Randstad entre 2,500 personas.
Los números no son menores en otras regiones. España, uno de los países con mayor desempleo de la
Unión Europea, registra un porcentaje de 4.6%. En el viejo continente, el nivel de adicción al trabajo podría aumentar en dos años hasta en siete puntos en promedio, según un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia y otras instituciones educativas.
Mediante un modelo matemático, las universidades consideraron los escenarios económicos propuestos por varias instancias, entre estas las previsiones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Para elaborar el modelo de ecuaciones, las instituciones consideraron estresores de tipo emocional como elementos que influyen en la adicción. El adicto al trabajo se distingue por una elevada necesidad de control y llega a adquirir hábitos como hacer tareas innecesarias para justificar su exceso laboral.
El rasgo predominante de este perfil de empleado es su excesivo compromiso, no hay tiempo para ocio, vida social o alimentación, comenta Enrique Castañeda Aguilera, integrante de la Unidad de Investigación Social, Epidemiológica y de Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, y autor, junto con Javier García, del análisis ‘Perspectivas Actuales de la Adicción al Trabajo'.
El 50% de los entrevistados por Randstad aseguraron haber sentido alguna vez la necesidad de hacer varias tareas a la vez, mientras que el 38% expresó vivir en una "prisa constante" y 21% manifestó una constante "urgencia de tiempo". En menor porcentaje, pero con un rasgo importante de adicción, el 4% siente culpabilidad por salir a tiempo, o tomar un descanso en horas de trabajo. El 3% tiene problemas para relajarse y divertirse.
¿Mejor empleado?
"Ser adicto al trabajo no es una virtud; no se trata de alguien con capacidades extraordinarias para producir o ganar dinero, son personas que lo único que saben hacer en su vida es laborar, mientras el resto de su entorno se desmorona", indica la firma de recursos humanos en su encuesta.
Entre los 40 y 50 años es un periodo habitual donde se detecta esta adicción, siendo médicos, abogados, periodistas y ejecutivos, protagonistas constantes de esta condición, cita la encuesta.
El problema comienza como una vía de escape para evadir situaciones familiares o de pareja y acaba convirtiéndose en una compulsión incontrolable hacia la oficina. Se observa una constante ansiedad por resolver situaciones laborales, describen especialistas de la firma de Recursos Humanos.
La adicción laboral se vincula, principalmente, con características personales, pero también hay ‘estresores' o demandas que detonan esta situación. Si la persona percibe algunas situaciones o señales en el mercado laboral, o derivadas de su puesto, se multiplica la posibilidad de desarrollar la adicción al trabajo, describe en su artículo Castañeda Aguilar.
La encuesta elaborada por Randstad enlista síntomas asociados a ese problema, como poca capacidad de disfrute en tiempos libres, compromiso exagerado con el trabajo, miedo al fracaso y búsqueda permanente de poder y prestigio.
La persona vive una especie de ‘síndrome de abstinencia' en periodos vacacionales, le cuesta manejar con eficiencia sus tiempos, y separar la vida personal de lo profesional.
El estudio que promovió la Universidad Politécnica de Valencia describe la adicción al trabajo como una de las "psicopatologías sociales de este siglo", ante lo que sugiere a las empresas fomentar una cultura laboral más flexible, que no promueva -por ejemplo- el miedo a perder el empleo.
La razón de un cambio de gestión se traduce en números. Un fenómeno como el estrés laboral impacta a las empresas y a la economía del país, en general.
En México, este fenómeno produce una disminución de hasta el 30% en productividad, de acuerdo con un estudio de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, realizado entre 2,000 empresas que citaron el ausentismo como su principal problema.
Nuria Chinchilla, autora del libro ‘Dueños de nuestro destino. Cómo conciliar la vida profesional, familiar y personal', advierte otras dificultades. Cuando la persona apuesta por concentrase sólo en lo laboral, por considerar que ahí lo obtiene todo: retos, desarrollo profesional, ingreso y hasta una "vida social", llega un momento donde el esquema se rompe, "no es sostenible". La persona se desestabiliza, se enferma y presenta -en algunos casos- conductas agresivas.
Fuente : CNNexpansion
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