En medio de gritos “¡No estás solo, no estás solo!”, el joven de 22 años, herido el sábado afuera de la Cámara de Diputados, fue recibido por un grupo de universitarios al salir del Hospital General.
México, DF. El estudiante Uriel Sandoval fue dado de alta este medio día del Hospital General, tras haber perdido el ojo y sufrir fracturas en el pómulo y la nariz, producto del estallido de un objeto –que sería una bala de goma, de acuerdo con sus familiares--, el pasado sábado uno de diciembre durante las protestas contra la toma de posesión de Enrique Peña Nieto.
Varios estudiantes de la UNAM, el IPN, la UAM y la UACM, en donde el joven de 22 años estaba matriculado, se dieron cita desde las diez de la mañana para gritar consignas en su apoyo y realizar varias vallas de protección frente a las salidas del nosocomio para evitar que el joven fuera detenido por la policía, como se temía.
En una improvisada conferencia de prensa Sandoval agradeció la presencia de sus compañeros y exigió la liberación de todos los presos políticos que fueron detenidos tras los disturbios del sábado pasado.
“Reivindico todas las formas de lucha, y pido justicia para todos los presos, porque la libre manifestación es un derecho que no nos dejaremos arrebatar. Hace falta mayor organización entre los desposeídos para buscar los ideales de solidaridad e igualdad”, indicó el estudiante, en medio de gritos de “¡No estás solo, no estás solo!”.
Abigail Escalante, abogada de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limedh) informó por su parte que los colectivos que apoyan a Uriel Sandoval presentaron hoy mismo una denuncia penal ante la PGR contra los elementos de la Policía Federal que hayan sido responsables de disparar no sólo contra el estudiante de la UACM, sino contra Francisco Kuy Kendall y otras personas lesionadas ese mismo día.
Adrián Ramírez, presidente de la Limedh, explicó que aunque no hay certeza de que el objeto que golpeó a Sandoval fue una bala de goma, es fácil deducir que se trató de dicho objeto el que le causó daño al joven.
Asimismo, recordó que el gobierno sabe que las balas de goma pueden ser un elemento de disuasión mortal, como lo demuestran los dos hombres muertos durante la incursión policial en San Salvador Atenco en mayo de 2006.
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